Claves para impulsar la movilidad sostenible en las ciudades
Para establecer una movilidad urbana sostenible que garantice un equilibrio en el transporte de los usuarios y el medio ambiente, deben ponerse en marcha iniciativas que pasen por la priorización del uso de vehículos no motorizados y no contaminantes
La movilidad sostenible es uno de los principales retos que afrontan las sociedades desarrolladas en materia de transporte y desplazamientos, de manera que se consigan satisfacer las necesidades de los usuarios en este ámbito y resulte compatible con la salud y el bienestar de los mismos. Una estrategia que cobra especial importancia en núcleos urbanos grandes, como las capitales de estado o ciudades que superan el millón de habitantes, dado que son lugares donde se suelen generar retenciones circulatorias o congestiones en los desplazamientos.
Una política de movilidad urbana sostenible tiene como única finalidad “garantizar un equilibrio a largo plazo entre las necesidades de movilidad y el medio ambiente” para los ciudadanos, tal y como recoge la Estrategia Española de Movilidad Sostenible. En los últimos años, los gobiernos nacionales y regionales han aplicado diferentes medidas para tratar de frenar los efectos de la contaminación y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, provocadas por los motores de los automóviles y la industria. Cambios que ya han empezado a ser una realidad en Madrid o Barcelona, donde el uso de vehículos y medios de transporte sostenibles comienza a proliferar entre los usuarios.
Medidas para impulsar la movilidad urbana sostenible
La primera opción que plantean los dirigentes y especialistas es elaborar un plan de acción dirigido a mejorar las infraestructuras de transporte público y la utilización de vehículos no contaminantes. Por ello, es fundamental el modernizar y extender la red ferroviaria que sirve de soporte a los servicios de viajeros de media y larga distancia para promover el uso del ferrocarril como medio de transporte eficiente y sostenible. A esta medida, se suma la importancia de la mejora de los trenes de cercanías en el ámbito interurbano y el uso del metro (en aquellas ciudades en las que sea posible por su distribución y tamaño) como primera opción de los ciudadanos para desplazarse por motivos laborales en las denominadas horas puntas.
La estrategia de movilidad urbana sostenible debe hace hincapié en la necesidad de disuadir del uso del coche privado en favor de otros métodos no contaminantes, especialmente los no motorizados. No obstante, desde un punto de vista económico, es fundamental aprovechar todas las instalaciones de las que ya se disponen y aplicar sistemas sostenibles que dependan de energías limpias.
Las áreas metropolitanas deben plantear un cambio en el trazado vial para que se fomente la proliferación de carriles para bicicletas y zonas peatonales restringidas al tráfico. También es importante que se disponga de carriles concretos para autobuses u otros vehículos de transporte de ciudadanos.
La movilidad urbana sostenible debe fomentar “modos de transporte no motorizados” tal y como matiza la Estrategia Española de Movilidad Sostenible. Por ello, se especifica la relevancia de poner facilidades al peatón y destacar el uso de la bicicleta como modos de transporte alternativo “con consecuencias muy positivas sobre la salud pública, la economía doméstica y el medio ambiente”. Para llevar a cabo este objetivo, es necesario el impulsar los carriles bici y los itinerarios peatonales como modos no motorizados, buscando la conectividad entre puntos estratégicos y, desarrollando iniciativas como las de ”camino escolar seguro, en bicicleta y a pie.”
Además, las administraciones también deben facilitar el uso de estos medios de transporte no motorizados a los usuarios a través de puntos de alquiler, recogida y entrega que estén distribuidos por todo el mapa del núcleo urbano. Una medida que ya extendida en las principales ciudades de España y a la que se han sumado nuevos transportes como el patinete eléctrico, que cada vez gana más adeptos.
Iniciativas a favor de la movilidad sostenible
Las estrategias de movilidad sostenible también cuentan con protocolos especiales en caso de que un área metropolitana determinada sufra picos de contaminación que puedan resultar perjudiciales para los ciudadanos. Diferentes ciudades europeas han establecido planes para restringir el acceso del tráfico a la zona urbana en función del tipo de vehículo o incluso la matrícula (par o impar). Se trata de una iniciativa que solo se aplica en caso de una emergencia puntual que pueda afectar a la salud de los vecinos.
Es evidente que la movilidad está viviendo un momento de evolución y cambio para tratar de mantener ese equilibrio entre facilitar el transporte de los usuarios y respetar el medio ambiente. Consciente de estos cambios disruptivos que generan nuevas inquietudes, tecnologías y operadores que responden a esta revolución, IFEMA MADRID promueve la feria Global Mobility Call, un espacio donde debatir el futuro de la movilidad sostenible.