Inventos españoles que no sabías que lo eran

Aunque hay algunos inventos españoles famosos, la gran mayoría pasan desapercibidos, pues España no es precisamente uno de los países más famosos en lo que a registro de patentes se refiere.

Ahora bien, una vez que profundices en el tema, verás que a lo largo de la historia han existido inventores españoles muy importantes. Incluso en la actualidad continúan apareciendo nuevos inventores en España, lo que se puede apreciar en eventos como Expofranquicia.

Listado de inventos famosos que no sabías que eran españoles

Para estar al tanto de cuáles han sido los inventos españoles más relevantes, no es necesario que investigues sobre las franquicias españolas más exitosas, sino que bastará con que leas el listado que hemos preparado para ti:

Abanico

Históricamente, los primeros abanicos tienen su origen en el Imperio Chino. Sin embargo, el abanico moderno que todos conocemos es de origen español. Fue durante el ya lejano siglo XV que se perfeccionó y después comenzó su producción en el resto de Europa. Portugal tuvo un papel importante aquí al ser un importante aliado comercial de Oriente.

Jeringuilla desechable

El creador de este invento tan utilizado en la actualidad fue el español Manuel Jalón. En 1973 se valió de su ingenio para traer este producto al mundo.

Abrelatas explorador

Pese a no ser el abrelatas definitivo, fue la base para la creación de los abrelatas modernos. Su creador fue José Valle Armesto en 1906. Originalmente, se llamaba Explorador Español y su producción se remonta a una nave de Gijón hace más de cien años.

Minipimer

Su inventor fue Gabriel Lluelles en 1959. Desde un principio el minipimer se hizo muy popular, por lo que la empresa alemana Braun no dudó en comprar los derechos y encargarse de distribuirlo por todo el continente. Como curiosidad, cuando fue creado tenía un precio de 979 pesetas, lo que equivaldría aproximadamente a 6 euros actuales.

Bota de vino

Este ingenioso artefacto fue diseñado en 1873 por Gregorio Pérez. En sus tiempos fue lo bastante importante como para conformar parte del equipamiento reglamentario de los soldados españoles que participaron en la guerra de Cuba.

Fregona

Este es uno de los inventos españoles más famosos y utilizados. Manuel Jalón, el mismo inventor de la jeringuilla desechable, fue el responsable de su creación en 1964. La versión primitiva estaba compuesta por un cubo de plástico y un palo con un mocho.

Silla de ruedas

Fue inventada en 1595, pese a que no se sabe con certeza quién fue su creador, por lo que se mantiene en el anonimato en la actualidad. Sin embargo, se sabe que fue un invento español debido a que la constancia más antigua de su existencia se atribuye a Felipe II, quien poseía una compleja silla de ruedas reclinable, la cual sentó las bases para las versiones modernas.

La silla de ruedas moderna fue creada en 1783 por John Dawson de Bath.

Sacapuntas

Este importante invento que complementa los lápices fue obra de Ignacio Urresti. Se dice que fue creado en 1945, aunque algunos autores consideran que el verdadero creador podría haber sido de origen francés. Lo que es innegable es que el modelo más similar al sacapuntas moderno sí fue obra de Urresti y se diseñó para la empresa El Caso.

Un detalle curioso es que la inspiración de este producto fue el molinillo de café. De hecho, la versión original pesaba 1,39 kilos y funcionaba gracias a una manivela.

Galeón

Otro de los inventos famosos de origen español, es el Galeón. Este imponente barco fue creado por Alberto Durero en el siglo XVI. Tal vez los galeones no fueran las naves más rápidas, pero gozaron de mucho respeto en su tipo gracias a su gran potencia de artillería y su fiabilidad. Por ello, durante muchos años se encargaron de transportar tanto a mercantes como a los tripulantes del ejército español.

Chupa Chups

En esta lista los Chupa Chups destacan por ser uno de los inventos más simples, pero también más virales. Su origen data de 1959 gracias a Enric Bernat, un pastelero y confitero de Barcelona que se encargó de viajar por todo el mundo llevando un caramelo pegado a un logo de Salvador Dalí.

Aceitera antigoteo

Fue obra de Rafael Marquina en 1961. Se inspiró en un matraz de laboratorio y actualmente es uno de los inventos más plagiados de la historia.

Guitarra española

El nombre de la guitarra española no es casualidad, sino consecuencia de su origen. Se creó en 1850 por parte de Antonio Torres. Se trataba de una modificación de la mandolina creada en 1779. No era exactamente igual a la guitarra española moderna, pero constituye la base para esta.

Castañuelas

Fueron creadas en 1789 por Luigi Boccerini, inventor radicado en España. Tenían como objetivo conseguir el beneplácito de sus mecenas: Farnesio y Luis de Borbón.

Interruptor Simón

Finalmente, hay que mencionar que este interruptor tan usado en la actualidad fue obra de Arturo Simón en 1925. La empresa responsable de su fabricación es actualmente un referente en diseño y materiales eléctricos.

Calculadora

La calculadora mecánica, inventada por Ramón Verea en 1878, es otro de los inventos españoles más destacados. Era analógica y funcionaba con un sistema de engranajes que permitía hacer multiplicaciones sin tener que sumar varias veces, como les pasaba a otras de su época. 

Su precisión y velocidad de cálculo hicieron que tuviera mucho valor en aquella época, pues en pleno siglo XIX la tecnología no era un fuerte dominado. De hecho, se anticipó a muchas de las funciones básicas que tienen actualmente las calculadoras modernas. 

Además, se podía utilizar sin importar el idioma o nivel de conocimientos en matemáticas. Por eso, se convirtió enseguida en un recurso educativo y laboral muy útil en todo el mundo. 

Verea, además de inventor, era escritor y periodista, y esto le valió para documentar que el invento de esta máquina no fue por necesidad, sino para demostrar que con medios limitados fue capaz de fabricar un elemento mecánico brillante e innovador para su época. 

Sopa de letras

Este pasatiempo es uno de los más populares, y es que ha conseguido que aprender sea divertido, pues es un juego ideal para ampliar vocabulario de forma entretenida. 

La sopa de letras fue creada por Pedro Ocón de Oro y salió a la luz en los años 60. Su primera aparición fue en una revista familiar y, desde entonces, sigue apareciendo en muchas de ellas. Además, se pueden encontrar en infinidad de cuadernillos de pasatiempos. 

Futbolín

Alejandro Finisterre, poeta e inventor, vivió la época de la Guerra Civil donde, tras un bombardeo, estuvo convaleciente. Al ver a niños que también habían sufrido la misma suerte que él, se le ocurrió inventar este juego del futbolín. Así, con la patente registrada de "fútbol de mesa" en 1937, hizo que estos pequeños pudieran disfrutar del deporte sin necesidad de hacer esfuerzo físico. 

Su modelo inspiró a los futbolines actuales, y desde entonces es símbolo de ocio en bares, colegios y hogares, tanto en España como en el resto del mundo. 

Teleférico

El teleférico, aunque ya tenía un concepto básico, fue perfeccionado como sistema de transporte en montaña y destinos turísticos por ingenieros españoles en el siglo XX. Desde entonces, ha mejorado la movilidad en muchos entornos rurales y ha potenciado el turismo de naturaleza. 

Uno de los ejemplos más conocidos es el teleférico de Fuente Dé, en Cantabria, inaugurado en 1966, el cual sigue funcionando a día de hoy. 

Grapadora

La grapadora, producto conocido a nivel mundial, tiene sus raíces en España. En 1930, Juan Solozábal patentó un modelo que permitía unir hojas mediante grapas metálicas gracias a un mecanismo muy sencillo. Dada su eficiencia, enseguida la comenzaron a utilizar en centros educativos y oficinas, para ordenar documentos. Actualmente, este artículo español sigue siendo imprescindible para grapar folios. 

Algunos de nuestros inventores más famosos

Detrás de todos estos inventos españoles hay nombres propios que deben ser recordados por lo que han aportado a la humanidad. 

Así, Ramón Verea no quería ganar dinero con su calculadora, sino prestigio para su país, España, y Alejandro Finisterre pensó en el futbolín no como un juego de entretenimiento sin más, sino como una forma de devolver la sonrisa a niños heridos por la guerra. Por su parte, Pedro Ocón de Oro manifestó que los pasatiempos podían enseñar tanto como un libro; y Juan Solozábal inventó una nueva manera de organizar las tareas que aún se sigue agradeciendo. 

Todas estas personalidades demostraron que inventar no es solo cuestión de ciencia, sino también de observar y mejorar lo que nos rodea.