

Mariona Fidalgo: “En este sector tenemos que estar demostrando constantemente que somos igual de capaces que los hombres”
Esta profesional, candidata al título de MMAPE 2022, anima a todas las pasteleras a unirse para conseguir las mismas oportunidades que los hombres.
Mariona Fidalgo empezó su carrera estudiando un grado medio de pastelería en la Escuela de Hostelería y Turismo de Girona y realizando prácticas en la pastelería Sweets by Abraham Balaguer y en la Chocolate Academy de Vic. Su inquietud y ganas de aprender la llevaron a completar su formación con reconocidos chefs como Miquel Guarro o Enric Rovira, y a ayudar a Pepe Isla a preparar el World Chocolate Masters. En 2016 entró a formar parte del equipo de Jordi Bordas, donde trabaja como pastelera y en el departamento de I+D.
Fidalgo es una de los diez aspirantes a llevarse el título de Mejor Maestro Artesano Pastelero de España (MMAPE) 2022 el próximo febrero en el marco de InterSICOP.
1.- ¿Cómo ha evolucionado el papel de la mujer en la pastelería en los últimos 10 años?
Yo creo que hay una evolución, pero aún queda mucho trabajo por delante para que las pasteleras tengan la misma visibilidad que los pasteleros en el mundo gastronómico. Cada vez hay más mujeres que destacan por sus creaciones, y las redes sociales han sido una buena forma de darse a conocer y un medio importantísimo para poder demostrar su magnífico trabajo.
También creo que cada vez hay más mujeres que se quieren dedicar a la pastelería, y eso lo compruebo día a día en el Aula Jordi Bordas. La realidad es que, ahora mismo, el 90% de los pasteleros que vienen a hacer prácticas son mujeres. Me emociona el poder ser testigo de cómo todas ellas luchan por abrirse camino en esta profesión.
Es un camino largo y complicado, pero la unión hace la fuerza y creo que llegará el día en el que tendremos las mismas oportunidades que los hombres.
2.- ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la mujer en el sector?
Yo he tenido la suerte de trabajar con profesionales que te valoran por tu talento y tu empeño, sin tener en cuenta tu género. Como debería de ser.
En este sentido, creo que mi reto personal consiste en superarme cada día y en aprender todo lo que pueda de las personas con las que trabajo. Sin embargo, creo que el primer reto al que nos enfrentamos como colectivo es el de conseguir ocupar cargos de mayor responsabilidad, porque para algunos puestos ni siquiera se valora tu candidatura si eres mujer.
Otro desafío que debemos superar es el de la presión laboral a la que estamos sometidas. Desafortunadamente, en este sector tenemos que estar demostrando constantemente que somos igual de capaces que los hombres y que disponemos de las mismas habilidades.
Y, por último, el mayor de los retos es el de emprender un negocio propio siendo mujer. En 2018, de los 195 restaurantes con estrella Michelin en España, solo el 10% estaban regentados por mujeres. Cada vez son más las mujeres valientes que se aventuran a emprender en el sector gastronómico, y en mi opinión se les debería apoyar más para que continuaran haciéndolo y así equilibrar las estadísticas.
3.- ¿Crees que hay las mismas oportunidades (salarios, cargos de responsabilidad, reconocimiento...) para mujeres y hombres?
Creo que solo hay que navegar un poco por las redes sociales o visitar algunas pastelerías para darse cuenta de que los pasteleros tienen más oportunidades que las pasteleras.
Pero esto no es solo una apreciación personal. Si buscamos en Google noticias recientes sobre casos de discriminación laboral por ser mujer, podemos ver que la brecha salarial existe en España en pleno 2021. Hace tan solo unos meses, la Inspección de Trabajo de la Generalitat sancionó a una empresa del sector de la hotelería que discriminaba a las trabajadoras pagándoles un 39,32% menos en la misma categoría profesional de ayudantes de cocina. Esto debe acabar ya.
4.- ¿Piensas que hay poca presencia de mujeres en los congresos y eventos pasteleros? ¿Y en los concursos? ¿Qué acciones se podrían tomar para combatir la invisibilidad femenina?
En este sentido, podemos constatar que los eventos protagonizados por mujeres pasteleras son prácticamente inexistentes. Siempre que asisto a un evento de pastelería o veo un concurso en la tele, me desanimo porque el 80% de los participantes son hombres.
Personalmente cuando me apunté al MMAPE no sabía quién iba a participar. Así que cuando presenté allí y me di cuenta de que sólo había pasteleros (en masculino), me sentó mal.
Y cuando me enteré de que había otra mujer participante, lo primero que hice fue enviarle un mensaje por Instagram para darle ánimos y decirle que me alegraba un montón por no ser la única pastelera.
Creo firmemente que es nuestra labor como mujeres pasteleras hacer piña, apoyarnos y ayudarnos. Sólo luchando juntas el día a día, conseguiremos cambiar un poco el mundo de la pastelería.
5.- ¿En la plantilla de Jordi Bordas qué porcentaje de mujeres hay? ¿Hay puestos específicos para mujeres u hombres?
La verdad es que en el Aula Jordi Bordas casi todas somos mujeres.
Me siento especialmente feliz en mi entorno laboral. Creo que es muy positivo trabar en un lugar donde las mujeres pueden ocupar cualquier puesto: administradoras, pasteleras, asistentes, profesoras, managers, comunicadoras, traductoras, creadoras, editoras de vídeos, etc.
La verdad es que somos un gran equipo. Marta, Adrianna, Puri, Inés, Maria, Adela, Paula, Ariadna y Julia, junto con Jordi y Ramón. Para mí, formamos el dream team, y eso se ve reflejado en la cantidad, pero sobre todo en la calidad de nuestro trabajo.
6.- ¿Qué recomendaciones darías a las estudiantes que quieren dedicarse a este oficio?
Que si eso es lo que de verdad les apasiona y se quieren dedicar a ello, que se lancen a la piscina y que no tengan miedo de probar y hacer cosas nuevas, porque somos capaces de todo y más.
7.- ¿Has vivido alguna situación de discriminación en tu profesión por el hecho de ser mujer?
La verdad es que siempre he trabajado con grandes profesionales y nunca me he sentido discriminada. Pero como ya he mencionado antes, he tenido suerte. Lamentablemente, algunas de mis compañeras de profesión han sufrido situaciones de discriminación.