

La Distribución de Panadería ante la crisis Covid-19, seguridad y aceleración de tendencias
Hasta el pasado mes de marzo, encontrabamos un escenario continuista en el contexto de un modelo de distribución de productos de panificación que venía consolidando la profunda reestructuración iniciada años atrás. Ahora, en el nuevo entorno de crisis, nos toca tratar de resolver las primeras interrogantes que surgen en materia de distribución de productos de panificación: ¿Cómo está afectando esta crisis a la distribución de estas referencias?, y ¿qué novedades pueden permanecer de manera estructural durante más tiempo? El movimiento de upgrade en el modelo de venta de pan y bollería durante los últimos meses ha estado protagonizado por las iniciativas de Aldi y Carrefour, como los operadores que han introducido las novedades más significativas. A la estela de estas iniciativas, destacamos las inicitivas en sostenibilidad en la sección de El Corte Inglés o Eroski.
Hace dos meses que enfrentamos esta nueva crisis sanitaria y económica provocada por la Covid-19. Nos toca por tanto hacer un ejercicio de identificación de las primeras tendencias detectadas, y nos toca darle voz a las primeras previsiones que nos hace llegar la industria. Pero rebobinemos primero a inicios del mes de marzo. Aquí encontrabamos un escenario continuista en el contexto de un modelo de distribución que venía consolidando la profunda reestructuración iniciada años atrás. Con el canal foodservice como el principal motor de crecimiento para la industria, el consumo en hogar seguía determinado por el trasvase del consumo hacia el canal de la distribución organizada, que en el año móvil cerrado en junio de 2019 ganaba un 0,8% de cuota en volumen, para alcanzar ya el 58,7% del consumo total de pan en hogar. El canal de panaderías, por su parte, seguía en retroceso, cediendo en su cuota hasta el 31% del consumo.
Este contexto continuista en la distribución multicanal se enmarcaba en el también continuista desceso en el consumo de pan y bollería en hogar, que según los datos aportados por el Ministerio se recortaba en un 0,8% para el pan y en un 1,7% para la bolleria y repostería. Los datos referentes a consumo de pan en distribución organizada, aportados por Nielsen, también siguen dibujando una curva descendente, con un retroceso en 2019 del 0,1%, menor que en años anteriores.
Aldi y Carrefour al frente de las novedades
En este contexto, las iniciativas más destacadas dirigidas a acelerar las propuestas de valor en distribución de panadería corren a cargoo de Aldi, que ha venido consolidando durante los últimos meses un surtido de pan y bollería fresca y envasada con más de 75 productos bajo su marca propia 'El Horno de Aldi', que lanzó al mercado español en 2019, y que incluye desde barras tradicionales hasta bollería fresca recién horneada y envasada. En el caso de Carrefour, entre las novedades más destacadas introducidas en sus tiendas durante los últios meses, figuran también las introducidas en la sección de horno, donde el grupo de origen francés ha venido testando un nuevo modelo de panadería de venta en libre servicio, que incluye un surtido de 56 referencias de panes y bollería dulce y salada. Carrefour explicaba que “el piloto tiene como principales novedades los muebles de libre servicio, la cortadora de pan, que permite al cliente seleccionar su pan y realizar el corte con el tamaño que prefiera, y el sistema de cobro que va por unidad y modelo en línea de cajas”.
El Corte Inglés, por su parte, destacaba por sus acciones en sostenibilidad, incorporado nuevos envases sostenibles en todos sus modelos de tiendas, incluyendo bolsas de papel certificado FSC (Forest Stewardship Council), tanto en caja como en la sección de fruta, verdura y pan, o bandejas compostables para sus torrijas en pastelería. También Eroski presentó también en el segundo semestre nuevos envases en su sección de bollería, elaborados en su totalidad con un 100% de PET reciclado y reciclable.
El dia después, seguridad y aceleración de tendencias
Ahora, y metidos de lleno en esta nueva e inesperada crisis sanitaria y económica, vemos como en esta primera etapa, con el país confinado en sus casas y el canal foodservice cerrado, la totalidad del gasto en alimentación se ha focalizado en el canal de suministro a hogar. En distribución organizada, según los datos facilitados por el Ministerio, el consumo de pan se incrementaba desde las primeras semanas del estado de alarma, hasta el 35,7%-32,3% en las semanas 15 y 16. En el caso de la bollería y la repostería no envasada, desde la industria nos trasladan un decrecimiento notable de sus ventas desde el inicio de la crisis, “con momentos muy duros en el mes de abril”, condicionado por sus dinámicas de aprovisionamiento particulares y por la priorización del consumo básico. También se apunta que el consumo se estaría estabilizando desde finales de abril.
En este contexto de consumo, desde la distribución se han incrementado las medidas de seguridad en sus establecimientos. En lo referido a la sección de horno, además de las medidas trasversales de limitación de aforo y uso de guantes, varias cadenas han simplificado su surtido de pan y, epecialmente, de bollería, o han dejado de usar las tan célebres cortadoras de pan.
En este línea, los grandes operadores sectoriales, con mayor margen de maniobra, y también algunos operadores regionales, declaran que están potenciando y ampliando actualmente las gamas que no requieren manipulación en el punto de venta y los productos envasados, tanto individualmente, como principalmente en packs de varias unidades, atendiendo a la demanda de seguridad y confianza de los consumidores.
Más allá de esto, desde la industria se apunta a que la venta a granel “puede continuar, siempre y cuando se extremen las medidas de seguridad como, por ejemplo, incorporar personal para venta asistida, utilizar mascarillas, guantes y geles desinfectantes, colocar pantallas de metacrilato, etc.”. También se expresa la necesidad de desarollar “planes de comunicación para dar soporte e incrementar la confianza en los consumidores”.