Las aguas termales pueden calmar los síntomas de fatiga, el estrés, las lesiones musculares… pero también son perfectas cuando simplemente necesitas un momento de calma que te permita retomar con más energía el ritmo. Estas propuestas repartidas por toda España prometen dejarte como nuevo.
El agua es salud y relajación. Es vida, porque somos agua y del agua (dicen) venimos. Nos ayuda a hidratarnos y a echar el freno a nuestro agitado ritmo diario cuando la disfrutamos en postura horizontal, bien a través de baños en termas, de inhalación de agua con propiedades, de masajes relajantes, de lodos termales, de duchas de agua caliente y fría… Las opciones son variadas cuando acudimos a centros expertos en esto del H2O que emana de la tierra caliente y con propiedades curativas, los balnearios. Unas vacaciones en uno de estos establecimientos, que en España son de calidad, se nos antojan ahora mismo, con los dedos en las teclas, la mejor manera de desconectar del mundanal ruido. Cualquiera de estas opciones que te mostramos cumplirán tus objetivos de parar y reiniciarte:
La Orden del Císter ya lo sabía
En el corazón de la bella Ribera del Duero, en uno de los conjuntos mejor conservados de la arquitectura cisterciense en Europa, se halla este hotel y balneario de cinco estrellas que se despliega por cuatro edificios. Posee viñedo propio de la Denominación de Origen Ribera del Duero, 80 habitaciones diferentes entre sí y más de 2.000 metros cuadrados de instalaciones para abandonar el cuerpo y la mente: piscinas termales, gimnasio, circuito de contrastes… El agua mineromedicinal, que ya aprovechaban los monjes cistercienses del siglo XII para regar los viñedos, se obtiene del Manantial de San Bernardo, de un acuífero a 386 metros de profundidad, y brota a 25 grados. Es agua sulfatada, con lo que aporta sus propiedades laxantes y diuréticas, y sódico-cálcica, indicada para tratamientos digestivos y metabólicos, para adelgazar y ayudar a eliminar el estrés.
Castilla Termal Monasterio de Valbuena (San Bernardo, Valladolid)
Un clásico de las terapias de agua
Este lugar situado a 43 kilómetros de Granada capital se sirve de seis manantiales mineromedicinales y de distintos tipos de aguas, pues se asienta en la falla de Lanjarón, frontera entre Sierra Nevada y la Alpujarra. Las hay de mineralización alta con efectos sedantes para el baño, y de mineralización más débil con propiedades diuréticas. Otras estimulan el apetito. El hotel del complejo, de cuatro estrellas y 112 habitaciones, es bastante sencillo, sin alharacas. Lo mejor es el jardín del Balneario, donde relajarse y tomar las aguas en bañeras. Por supuesto, como todos los establecimientos de este tipo, ofrece una carta de programas termales para mejorar el confort y la salud. Pero lo ideal, antes de elegir a lo loco, es que un médico del centro chequee al cliente primero y le recomiende qué tratamientos y qué tipo de aguas son las más adecuadas para sus molestias.
Balneario de Lanjarón (Granada)
Sosiego en los Picos de Europa
Estrés, cansancio, insomnio, contracturas musculares… Todo ello puede aliviarse con la ayuda del agua y de los bosques de la España verde. Al menos así lo venden en Puebloastur, un resort ubicado en el Valle del Sueve, en la comarca asturiana de los Picos de Europa, que ha sabido preservar la esencia de un pueblo asturiano. En él conviven un hotel de cinco estrellas, dos restaurantes que se nutren de la huerta local y el Spa Nature. También el espacio natural Bosqueastur, en el que pasear bajo árboles centenarios y respirar aire puro, un lavadero tradicional y razas animales autóctonas como el gochu (cerdo) asturcelta y el caballo asturcón. Los rituales que más aceptación tienen de entre sus tratamientos son el Salt Massage, que emplea sal del Himalaya, rica en minerales esenciales y antiaging, para envolver el cuerpo y masajearlo, y el Aromasoul Massage, con distintos aromas antiestrés.
Puebloastur (Cofiño, Asturias)
Famoso en el mundo entero
Se trata de uno de los centros más conocidos en España, y está dedicado a varias especialidades, como medicina general y nutrición, cirugía capilar, odontología, dermoestética y fisioterapia y osteopatía, entre otras. Pero no hace falta pasar por el quirófano una vez allí. Hay tratamientos más suaves como un masaje con aceite y otro con piedras calientes. Porque, además de la clínica, la isla de La Toja, en plena Ría de Arousa, también acoge un balneario, un centro de belleza y un club termal en el interior de un hotel de lujo.
Así que uno sale rejuvenecido aunque no lo pretenda, como comprobaron José Ortega y Gasset y Gabriel García Márquez, que pernoctaron en sus habitaciones y quizás probaron las mieles de las aguas mineromedicinales de la isla, y de sus lodos, algas y sales.
Clínica La Toja (Isla de la Toja, Pontevedra)
En versión madrileña
Carece de la opción de alojamiento, pero si uno vive en Madrid y alrededores, no lo necesitará, pues se encuentra a poco más de media hora en coche de la capital española. De 10 h a 21 h entre semana (los sábados amplía su horario), incluye el clásico circuito termal de tres horas de duración, formado por una gran piscina central, otra con chorros y contracorrientes, un flotarium, una cascada de hielo, un pediluvio (para que los pies paseen sobre piedras pequeñas), un circuito de duchas y jacuzzis. Es decir, todo lo que incluye un spa, más un espacio llamado Thermas Romanas con otras cuatro piscinas. Sus aguas no son mineromedicinales ni están declaradas de utilidad pública a pesar de su denominación de balneario. Pero también ayudan a dormir mejor y a calmar cuerpo y mente.
Balneario Thermas de Griñón (Griñón, Madrid)
El agua que emerge con gas
Además de embotellarse con gas natural, el agua de alta mineralización del manantial Puig de les Ànimes de Caldes de Malavella, una villa termal de la Costa Brava, se disfruta de otras maneras. En el Hotel Balneario Vichy Catalan, un recinto con historia (se inauguró en 1898), hay duchas para masajes vichy que relajan o vigorizan, ducha escocesa para un masaje corporal con agua a presión a diferentes temperaturas y un circuito termal.
Es una opción ideal para los amantes del golf que quieran combinar deporte y relax, pues a solo dos kilómetros del Balneario se halla el campo de Golf PGA Catalunya. También para quienes quieren practicar otras disciplinas como el pádel, el tenis de mesa, la natación (consta de una piscina al aire libre) y el ciclismo.
Balneario Vichy Catalan (Caldes de Malavella, Gerona)
Camino a Santiago
Es la opción más a mano de quienes están a punto de terminar el Camino de Santiago para descansar a lo grande. De hecho, el Camino portugués (bastante menos masificado que el francés) hace parada en el Balneario de Mondariz, una villa en las Rías Baixas gallegas, a 91 kilómetros de Santiago de Compostela. Es, junto con el de La Toja, el balneario más conocido de Galicia, fundado a finales del siglo XIX sobre el asentamiento romano que dio fama a sus aguas mineromedicinales, declaradas de utilidad pública por el gobierno español en 1873. Después se levantó el Gran Hotel, encargado al arquitecto gallego Jenaro de la Fuente e inaugurado en 1898.
El establecimiento, de 194 habitaciones, incluye hoy seis suites, una de ellas ubicada en el torreón desde donde se puede contemplar todo el valle del río Tea, además de dos piscinas al aire libre y de una cubierta con un uso terapéutico. Su spa Palacio del Agua es un complejo de tres plantas que consta de una piscina central de 300 metros, minipiscinas, piscina de agua fría, saunas, zona de relax y una sauna seca al aire libre. ¡Si tiene hasta campo de golf!
Balneario de Mondariz (Pontevedra)
En el país vecino
El país de los Pirineos es conocido como un destino de esquí, así que también se pone estupendo para los instantes después del deporte, con centros de bienestar como el de Andorra Park. Ubicado en la capital, Andorra la Vella, desde 1957, este hotel de cinco estrellas queda cerca de la zona de compras. El edificio original conserva sus aires de chalé de montaña suizoaustriaco, y sus 97 habitaciones discurren también por otra edificación adyacente más moderna, rodeada de 15.000 m2de jardines, donde se encuentra una piscina tallada en roca natural y una zona de botánicos y hierbas aromáticas que provee al restaurante del hotel. El año pasado, los dueños de Andorra Park renovaron el vestíbulo, la recepción y las áreas comunes. En cuanto a los espacios dedicados al cuerpo, suma una zona de wellness, un gimnasio, una sala de fitness, una de yoga, una más de ballet y pistas de pádel.
Andorra Park Hotel (Andorra la Vella)