02 febrero 2024

Qué es Slow Deco Claves y cómo aplicarla

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Si estás buscando una forma de decorar tu hogar que promueva la calma, la tranquilidad y la conexión con el entorno, es posible que te interese conocer más sobre el movimiento Slow Deco.

Slow Deco es mucho más que una tendencia en decoración de interiores. Se trata de un estilo de vida que aboga por la belleza en la simplicidad, la sostenibilidad y el consumo consciente. Este enfoque se basa en la filosofía del slow living, la cual busca desacelerar el ritmo frenético de la vida moderna y practicar la gratitud por las pequeñas cosas.

En el ámbito de la decoración, el Slow Deco se centra en la selección de muebles y objetos que tienen un propósito claro y duradero, utilizando materiales naturales y productos artesanales que respeten el medio ambiente. La idea es crear espacios acogedores y armoniosos que inviten a la relajación y al bienestar, evitando el exceso y el derroche. Además, el Slow Deco fomenta la reutilización y el reciclaje, dándole una segunda vida a los objetos y optando por mobiliario vintage o de segunda mano. También busca promover el trabajo de artesanos locales y valorar la historia y el significado detrás de cada elemento decorativo.

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Los colores

En cuanto a los colores, la paleta de tonos neutros es la protagonista indiscutible: blancos, cremas, grises suaves y tonos tierra dominan la slow deco. Estos colores aportan luminosidad y amplitud a los espacios, además de fomentar un ambiente relajado y armonioso. El verde en sus distintas tonalidades también tiene un lugar destacado en la slow deco, incorporando la naturaleza al interior de los hogares.

Los textiles naturales

La tendencia slow deco promueve la sostenibilidad y el uso de materiales naturales. En este contexto, los textiles naturales juegan un papel fundamental, ya que aportan calidez, belleza y un toque de frescura a cualquier espacio. Los materiales como el algodón, lino, lana o seda son muy apreciados en la slow deco, ya que provienen de fuentes renovables y no dañan el medio ambiente. Estos textiles naturales también destacan por su durabilidad y resistencia, lo que los convierte en una elección inteligente a largo plazo para decorar el hogar.

Además, las telas naturales suelen ser más transpirables y suaves al tacto, lo que las hace ideales para crear ambientes acogedores y confortables. En la slow deco, se valora el trabajo artesanal y la calidad de los materiales, por lo que los textiles tejidos a mano, encajan a la perfección en este enfoque. Desde cortinas y cojines hasta mantas y alfombras, los textiles están presentes en todos los rincones del hogar, aportando esa sensación de conexión con la naturaleza y de respeto por el medio ambiente que caracteriza a la slow deco.

Espacios simples, abiertos y funcionales

La slow deco favorece espacios simples, abiertos y funcionales, en los que se busca la armonía y la comodidad por encima del exceso de adornos o elementos innecesarios. En este estilo de decoración, se prioriza la funcionalidad y la naturalidad de los materiales, evitando recargar los espacios con objetos decorativos. Se busca crear ambientes serenos y relajantes, donde la elección de los muebles, la iluminación y los colores tiene un papel crucial.

La utilización de muebles de líneas rectas y sencillas, combinados con tonos neutros y suaves, contribuye a la sensación de amplitud y calma que se busca en la slow deco. Además, se valora la presencia de espacios abiertos y despejados, que permitan una circulación fluida y una sensación de libertad en el ambiente. La limpieza y la organización son aspectos esenciales en este estilo, ya que contribuyen a generar un entorno armonioso y equilibrado.

Por otro lado, la presencia de elementos naturales como la madera, el mimbre o el algodón, aporta calidez y confort a los espacios, fomentando un contacto más directo con la naturaleza.

Transición entre interior y exterior

Cuidar la transición entre el interior y el exterior es fundamental en la slow deco. Se busca conectar ambos espacios de forma fluida, permitiendo que la luz natural y los elementos naturales como plantas, piedras o madera, entren en el interior de la casa. Para lograr esto, se utilizan grandes ventanales, puertas corredizas o terrazas amplias que faciliten la conexión visual y física entre el interior y el exterior. Además, se opta por colores neutros y materiales naturales que permitan una continuidad entre ambos espacios, creando así una sensación de fluidez y calma.

Un rincón para relajarse

La slow deco es una corriente de la decoración que busca crear espacios tranquilos y relajantes, alejados del estrés y la prisa del día a día. Una forma de implementarla en el hogar es habilitando un rincón destinado exclusivamente para la relajación. Puede ser un espacio pequeño, como un rincón en la sala de estar o incluso en el dormitorio, donde colocar un sillón cómodo, una alfombra mullida, cojines suaves y una mesita auxiliar para apoyar una taza de té o un libro.

La idea es crear un ambiente acogedor y relajante, libre de distracciones y con elementos que inviten al descanso y la calma. También es importante cuidar la iluminación, optando por luces suaves y cálidas, que contribuyan a generar una atmósfera tranquila. Además, se pueden incorporar plantas o elementos naturales, como piedras o maderas, que aporten frescura y conexión con la naturaleza. Este rincón de relajación no solo es ideal para desconectar del ajetreo diario, sino que también puede ser un espacio para meditar, leer, o simplemente para sentarse a descansar y disfrutar de un momento de tranquilidad.

La cocina

La cocina es un espacio fundamental en este estilo, ya que se busca fomentar la calma y la creatividad a la hora de cocinar. En la slow deco, la cocina se convierte en un lugar acogedor, con colores suaves y materiales naturales que invitan a pasar tiempo en ella. Se apuesta por la sencillez y la funcionalidad, evitando el exceso de elementos que puedan generar agobio visual. Además, se busca que sea un lugar luminoso, que aproveche al máximo la luz natural para crear un ambiente cálido y acogedor. En este sentido, se suelen utilizar cortinas o estores que permitan regular la entrada de luz según las necesidades.

Por otro lado, en la slow deco se busca crear espacios para relajarse y disfrutar de la calma. Por ello, es común encontrar zonas de estar integradas en la cocina, con cómodos sofás o sillas donde poder descansar y disfrutar de un buen libro o una charla tranquila. También se suelen incluir plantas y elementos naturales que aporten frescura y armonicen el ambiente.

La iluminación

La iluminación es un aspecto fundamental en la slow deco, ya que puede tener un gran impacto en la atmósfera y el ambiente de un espacio. Una iluminación adecuada puede realzar los elementos decorativos, resaltar la arquitectura de una habitación y crear un ambiente acogedor y relajante. La luz natural es especialmente valorada en la slow deco, ya que aporta calidez y vitalidad al entorno. Por ello, es importante maximizar la entrada de luz natural a través de grandes ventanales o el uso de cortinas y persianas que permitan su paso.

En cuanto a la iluminación artificial, se busca evitar la luz demasiado brillante y fría, optando en cambio por fuentes de luz cálida y suave que contribuyan a crear una sensación de confort y tranquilidad. Además, la slow deco valora el uso de lámparas y luminarias con diseños simples y elegantes, que contribuyan a una estética minimalista y armoniosa. Una buena iluminación puede incluso influir en el estado de ánimo y la salud de las personas, por lo que es un aspecto crucial a tener en cuenta en la decoración de interiores.