Manualidades para trabajar las emociones
Las emociones son uno de los aspectos más importantes del ser humano. Se manifiestan desde los primeros momentos de la vida y ayudan a la persona a desarrollarse en el mundo que le rodea.
Contar con una buena inteligencia emocional es bueno porque permite detectar, identificar y gestionar las propias emociones y las ajenas. De este modo, es más sencillo desenvolverse en contextos sociales, establecer relaciones interpersonales y revolver diferentes demandas del entorno. Sin embargo, esto no siempre es fácil, sobre todo en los más pequeños. Por ello, una manera divertida de aprenderlas es a través de manualidades para trabajar las emociones.
Durante las etapas de la infancia y adolescencia, es habitual encontrar dificultades en el manejo de las emociones. Es muy común que cuenten con problemas a la hora de identificar lo que sienten y que no lo gestionen o expresen de una manera proporcionada y adecuada a la situación. Las emociones acompañan a la persona a lo largo de toda su vida, en todas las situaciones y momentos. No se puede no sentir. Por ello, es muy importante dedicar tiempo a trabajarlas.
Desde edades tempranas, es posible aprender a relacionarse con las emociones de una manera sana. Para ello, se pueden emplear diferentes actividades, juegos y manualidades que ayudan a aprender y mejorar estas habilidades.
Manualidades para trabajar las emociones
Hoy en día, existen muchas maneras diferentes de trabajar las emociones. Una de ellas es a través de las manualidades. Una de las ventajas de esta opción es que, además de potenciar las emociones, permite desarrollar otras habilidades como la creatividad, atención y motricidad mientras se prepara el material. Algunos ejemplos de posibles manualidades para emociones infantiles son:
Caritas emocionales
Este tipo de manualidad ayuda a los más pequeños a reconocer las emociones en los otros y también permite que el niño exprese cómo se siente, asociando su estado actual a una o varias de las caras. Para su elaboración se necesitan varias cartulinas, pegamento y palos de madera.
Primero, se dibujan y colorean las caras con las diferentes emociones. Por ejemplo, alegría, sorpresa, enfado, tristeza, etc. En la parte de atrás se puede escribir el nombre de las emociones. Tras ello, se recorta cada cara y se pega en un palo.
Dado emocional
Dentro de las manualidades de emociones para niños, existe la posibilidad de crear un dado para identificar las emociones de manera divertida. Para construirlo se necesita cartulina, rotuladores, tijeras y pegamento. Lo más sencillo es copiar la plantilla de un dado en la cartulina. En cada uno de los lados se dibuja y pinta una emoción. Después, se recorta la silueta del dado y se pegan todos sus lados.
Una vez que el dado está formado, se puede jugar de diferentes maneras. Por ejemplo, tirar el dado y nombrar la emoción que salga en cada ocasión. También pueden representarla en su rostro y exponer diferentes momentos en los que se hayan sentido de esa manera.
Pintar mandalas
Esta manualidad ayuda a reducir niveles de estrés y permite relajarse a los niños, pero también a los adultos. Además, desarrollan habilidades como la paciencia, la atención y la creatividad. Para ello, se necesitan pinturas de colores y papel. Se pueden colorear plantillas prediseñadas o elaborar un propio diseño.
Botella mágica
Esta manualidad, también conocida como botella de la calma, ayuda a identificar y gestionar emociones como el enfado, el nerviosismo o el estrés. En esta ocasión, se necesita una botella, purpurina, pegamento y, opcionalmente, colorante alimentario para dar color al agua. Los pasos para su elaboración son:
- Vierte agua en la botella. Tras ello, introduce un poco de purpurina y pegamento. Mueve muy bien para que se mezcle totalmente.
- Echa aproximadamente tres cucharaditas más de purpurina y mueve.
- Si lo deseas añade unas gotas de colorante, mezcla y cierra la botella. Ya está listo.
Al agitar la botella, se observa cómo el interior se mezcla y todos los ingredientes se desplazan de un lado para otro. Esto simula cómo se encuentra la mente de una persona cuando está enfadada o nerviosa. Si dejamos reposar la botella, pueden observar como con el paso del tiempo la purpurina se va depositando en el fondo y el agua recupera su calma. Esto les ayuda a entender que, cuando están más tranquilos, pueden pensar con mayor claridad. Observar el proceso puede ayudarles también a calmarse.
Emociones en diferentes contextos
Aparte de las manualidades para trabajar las emociones, también es importante que los niños se expongan a diferentes contextos que les permitan relacionarse con otras personas, superar dificultades y perder miedos. Esto les ayuda a aprender a gestionar, cada vez con mayor habilidad, las emociones que surgen en esos momentos.
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