14 julio 2021

Qué es Scrum, metodologías ágiles

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Una metodología de trabajo ágil que se sale de lo tradicional

Si has asistido al Salón Internacional de Postgrado y Formación Continua de IFEMA MADRID, seguramente te has encontrado con empresas que apuestan por la transformación digital, y cuya forma de trabajar se basa en la metodología de trabajo Scrum.  Al igual que un equipo de rugby (de donde proviene el nombre), esta metodología ágil asegura que todo el equipo conozca todas las tareas involucradas y los objetivos y plazos de entrega de un proyecto, agilizando y añadiendo valor al trabajo e incluyendo un espacio para la retroalimentación y la mejora continua.

Qué es Scrum y para qué sirve

Para saber qué es y para qué sirve Scrum, es necesario entender que son las metodologías ágiles, en las que éste se incluye. Estas metodologías son aquellas que definen una filosofía o marco de trabajo que permite a los equipos trabajar acorde a las condiciones de un proyecto, dándoles flexibilidad, autonomía, eficacia, favoreciendo así un trabajo de calidad y de valor añadido.

Así, se podría definir Scrum como un enfoque de trabajo ágil para el desarrollo y gestión de proyectos centrado en la idea de desarrollo iterativo, donde los requisitos y soluciones evolucionan a través de la involucración y colaboración de equipos multifuncionales organizados. 

Con este enfoque, se permite a los equipos añadir y dar valor a las tareas de forma más rápida y eficiente, con una mayor calidad y capacidad para adelantarse y/o responder a los cambios o imprevistos que pueden surgir en el mismo desarrollo del proyecto. Por lo tanto, el método Scrum no es un proceso estandarizado en el que se siguen metódicamente una serie de pasos secuenciales y esto es lo que le hace compatible con cualquier equipo de trabajo, sea digital o no.

Los roles dentro de Scrum

Como se ha mencionado, los equipos Scrum son multifuncionales y se autoorganizan: cada miembro es responsable de unas tareas determinadas y de respetar las fechas límites acordadas, sin la necesidad de tener una supervisión exhaustiva por otros miembros del equipo. Existen 3 roles clave en Scrum:

  • Scrum Master: es el experto responsable de asegurar que el equipo entiende y adopta los valores, principios y prácticas Scrum. Así, proporciona el liderazgo necesario en los procesos y ayuda a obtener el máximo rendimiento en el marco de trabajo de Scrum, protegiéndolos de interferencias externas fuera del proyecto. Además, asiste en el establecimiento de objetivos y tareas.
  • Propietario de producto: es el responsable de gestionar el trabajo a realizar de manera eficiente, decidiendo qué se llevará a cabo y en qué orden, para obtener un producto o servicio de alto valor acorde con las necesidades de las partes interesadas (ej. cliente). Mantiene y comunica la visión, los requerimientos y los objetivos a alcanzar por el equipo, siempre con la máxima transparencia posible.
  • Equipo de desarrolladores: son los miembros que se encargan de definir el plan de trabajo, de diseñar, construir y testear el producto/servicio a desarrollar con la máxima calidad posible y de alcanzar los objetivos establecidos por el propietario del producto. Sus perfiles varían en función de las necesidades del proyecto.

Los hitos de la metodología ágil Scrum

Pero, ¿cómo trabajan realmente estos roles? Un proyecto enmarcado dentro de la metodología Scrum está basado en Sprints (la esencia de Scrum), contenedores donde se incluyen 5 hitos clave de trabajo. Normalmente los Sprints duran de dos a cuatro semanas, aunque el tiempo dependerá de la naturaleza de cada proyecto:

  1. Sprint Planning: reunión donde participan todos los roles para alinearse en las prioridades en el desarrollo del producto (observación del llamado “Sprint Backlog” o grupo de tareas dentro de este Sprint).
  2. Daily Scrum: reunión diaria de los desarrolladores donde cada miembro debe responder qué hizo para contribuir a los objetivos, que hará y qué impedimentos existen.
  3. Sprint Review: tiene lugar al final del Sprint, donde el propietario del producto y el equipo presentan a las partes interesadas el producto desarrollado, para su inspección y feedback.
  4. Sprint Retrospective: liderado por el Scrum Master, se realiza justo después del "Sprint Review", con el objetivo de detectar mejoras a implementar en el siguiente Sprint y trabajar con mayor eficacia.
  5. Sprint Grooming: liderado por el propietario del producto, se basa en un desglose y actualización de los requerimientos dentro del listado de tareas de todo el proyecto o también llamado "Product Backlog" y donde se prepara el próximo "Sprint Planning".

Ventajas y desventajas de Scrum

Sin duda, Scrum presenta muchos beneficios en el desarrollo de proyectos y por eso se ha convertido en la metodología ágil más utilizada, sobre todo en equipos digitales, por encima también de otras tradicionales como el desarrollo en cascada. Sin embargo, como toda metodología de trabajo, ya sea ágil o no, presenta también ciertas desventajas o inconvenientes a tener en cuenta.

Ventajas principales

  • Reducción del riesgo y de los costes, gracias a la división de un proyecto en Sprints (iteraciones cortas), el desarrollo incremental de un producto (sin grandes compromisos iniciales) y situar los elementos de mayor riesgo y prioritarios al inicio del proyecto.
  • Gran adaptabilidad a los cambios, mayor control del trabajo, transparencia, alineación y sinergia del equipo.
  • Comunicación constante con el cliente, el cual está siempre al corriente del proyecto.
  • Reducción del time-to-market; el desarrollo incremental del producto permite que se pueda lanzar al mercado tan pronto como sea posible y después ir mejorándolo.

Desventajas principales

  • Difícil implementación si el equipo o la empresa en general está acostumbrada a metodologías no ágiles de trabajo o si simplemente no se tiene experiencia.
  • No siempre es posible para las empresas poseer equipos multifuncionales y perfiles que se adapten a cada uno de los roles esenciales en Scrum.
  • Si se trabaja con clientes, puede existir el riesgo de que el cliente no cuente con la disponibilidad necesaria para crear la retroalimentación necesaria en cada Sprint. O por el contrario, la sobre-comunicación puede interrumpir el flujo natural de trabajo.