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02 diciembre 2021

La industria cárnica española: un líder consolidado

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La industria cárnica española ocupa con diferencia el primer lugar de toda la industria española de alimentos y bebidas, con una cifra de negocio de 27.959 millones de euros, el 22,2% de todo el sector alimentario español.

Poniendo en contexto esta dimensión con el conjunto de la industria española, esta cifra de negocio supone el 2,32% del PIB total español (a precios de mercado), el 16,2% del PIB de la rama industrial y el 4,2% de la facturación total de toda la industria española. Además, hay que añadir que el empleo sectorial directo, 99.859 trabajadores, representa el 25,2% de la ocupación total de la industria alimentaria española.

Estos 28.000 millones de euros de facturación colocan a la industria cárnica entre los grandes sectores industriales del país, a continuación de la industria automovilística, la industria del petróleo y combustibles o el suministro de energía, y junto a sectores como las industrias química o metalúrgica.

El sector cárnico está formado por un tejido industrial de unas 2.800 empresas con actividades de mataderos, salas de despiece e industrias de elaborados, ubicadas especialmente en zonas rurales y con una base muy importante de pequeñas y medianas empresas de accionariado familiar, a la vez que se han consolidado también grandes grupos empresariales, algunos de ellos líderes a escala europea.

La producción cárnica española

En 2020, y con un crecimiento muy destacado del 8,2% respecto a 2019, la carne de porcino española registró un nuevo hito de producción, al alcanzar los 5 millones de toneladas, lo que marca un año más un nivel histórico nunca alcanzado.

Por su parte, el sector de vacuno cayó en su producción un 2,5% respecto al año anterior, con un total de 677.296 toneladas, mientras que el ovino/caprino, con una suma de  124.467 toneladas, perdió un 5,5% respecto al volumen de 2019, ejercicio en el que había conseguido crecer casi un 1%.

La producción porcina es la primera actividad cárnica española, y representa el 66,1% de todas las carnes. Con ese volumen de producción, que representa el 4,4% de la producción mundial, España se consolida ya en estos últimos años como el cuarto mayor productor de carne de porcino, por detrás de China (que por sí sola produce el 43,8% de la carne de cerdo de todo el mundo) y EE.UU. (11,8% de la producción mundial) y prácticamente al mismo nivel que Alemania (4,9%), y por delante de Brasil (3,7%), Rusia (3,1%), Vietnam (2,3%), Francia (2,1%) y Canadá y Polonia (1,9%). A la vez, es el segundo país europeo en producción, representando el 19,6% del total de la UE, por delante de Francia (9,3%), Polonia (8,3%), Países Bajos (6,9%), Dinamarca (6,6%) e Italia (6,1%). La Unión Europea considerada en conjunto es el segundo productor mundial, con un 22,7% del total.

La carne de vacuno ocupa el tercer lugar en volumen (tras la carne de ave), con el 8,9% de la producción nacional de carnes, si bien en esta especie España está más alejada de los puestos de cabeza de la producción mundial, liderada por EE.UU. y Brasil. España representa también el 8,9% de la producción europea, por detrás de Francia (18,2%), Alemania (14,4%), Reino Unido (11,7%) e Italia (9,9%).

Otro tanto se puede decir de la carne de ovino, cuya producción descendente no solo en España sino en el conjunto de la Unión Europea desde hace años comenzó a remontar ligeramente desde 2015. En este caso, y tras la salida del Reino Unido de la UE, España es ya el primer productor europeo de carne de ovino y caprino, con un 15,6% del total y por delante de Francia (11,2%), Grecia (9,2%) e Irlanda (8,4%).

En cuanto a la producción de elaborados cárnicos, hay que indicar que España, con más de 1,4 millones de toneladas anuales, se sitúa en cuarto lugar en la Unión Europea, por detrás de Alemania, Italia y Francia. Por productos, destacan en volumen los fiambres cocidos y en valor los jamones y paletas curados (blancos e ibéricos).

Comercio exterior cárnico

En 2020, con un complejo contexto provocado por la pandemia del covid-19, la industria cárnica continuó con su expansión exportadora de los últimos años, alcanzando un nuevo record anual, con más de 3,1 millones de toneladas de carnes, despojos y productos elaborados de todo tipo, y un valor de 8.481 millones de euros, superando en casi 1.000 millones la ya espectacular cifra de  7.555 millones de euros vendidos en mercados de todo el mundo en 2019. Esto representó una balanza comercial muy positiva de casi el 800%, un dato que muy pocos sectores económicos relevantes pueden presentar, y que contribuye a paliar el tradicional déficit comercial de nuestro país.

Con ello, la industria cárnica española ha seguido avanzando con firmeza en su destacado papel como uno de los exportadores de referencia en el mercado internacional de carnes y derivados, consolidando un poco más su papel como potencia exportadora de referencia.

El ejercicio ha marcado un nuevo récord en ese espectacular desarrollo exportador de los últimos ejercicios, pulverizando el ya imponente listón de 7.555 millones de euros y 2,71 millones de toneladas de carnes y productos cárnicos de todo tipo que se vendieron en 2019 en mercados de todo el mundo.

Así, en 2020 las ventas exteriores alcanzaron los 8.680 millones de euros, prácticamente un 15% más que el año anterior, llevando el signo positivo de la balanza comercial del sector hasta el 800%. El volumen total exportado fue de 3,07 millones de toneladas de carnes y despojos (un 21,5% más que en 2019) y 200.000 toneladas productos elaborados (un 2,6% superior al ejercicio anterior).

Estas cifras globales siguen siendo lideradas de forma firme por la trayectoria del sector porcino, que ya se ha afianzado en el podio de los mayores exportadores mundiales, con Estados Unidos y Alemania. En 2020 se exportaron 2.130.808 toneladas de carne de cerdo, por valor de 5.651 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 23,5% en valor y un 23,9% en volumen. Es evidente que la demanda de China durante 2020, a causa de sus problemas de producción y abastecimiento por la peste porcina africana que asoló el sector porcino del país, disparó las ventas de las empresas exportadoras españolas.

Los mercados extracomunitarios fueron por primera vez el principal destino de las exportaciones (57,3%) del porcino de capa blanca nacional, con un aumento del 25% respecto a 2019, según los datos de Interporc. A esto hay que sumar 647.000 toneladas de despojos y grasas de porcino, por valor de 851 millones de euros. China fue el país que más carne de porcino español importó, representando el 47% del total de las exportaciones, un 109,6% más que en 2019. En total, el gigante asiático adquirió carne de porcino por valor de 3.134 millones de euros, un 117% en comparación con un año antes.

En cuanto al vacuno, el balance de las exportaciones fue igualmente positivo tanto en términos de valor, con una cifra de 760 millones de euros y un 12,9% de crecimiento respecto al año anterior, como en toneladas (199.930, un 4,3% más), además de 32.835 toneladas de despojos y grasas por un importe de 49,2% millones de euros adicionales. Y en ovino, se exportaron 43.170 toneladas de carne y 18.400 de despojos, con un valor total de 221,2 millones de euros, un 7,6% superior a lo conseguido en 2019.

En productos elaborados, las exportaciones fueron de 200.090 toneladas (+2,6%) y 1.148 millones de euros (+4,1%), una evolución positiva pero sin duda aún modesta para los productos de mayor calidad y por tanto diferenciales y de mayor valor añadido.

En conjunto, aunque los mercados extracomunitarios están cogiendo importancia como se ha comentado en el caso de la carne y despojos porcinos, en los demás productos el valor más importante de nuestras exportaciones se dirige aún a la Unión Europea: 87% en carnes y despojos de vacuno, 69% en ovino y 68% en productos elaborados, siendo Francia, Alemania, Portugal e Italia los principales clientes.