Conservación y almacenamiento de alimentos
Te contamos una serie de consejos para facilitarte la gestión de tu negocio.
Cuando un grupo de personas trabaja con alimentos, su almacenamiento, su tratamiento y su preparación deben llevarse a cabo de manera rigurosa con el fin de que no aparezca ningún tipo de bacteria ni se contaminen los productos. Dominar el proceso anterior permitirá a cualquier negocio mantener un equilibrio, en el cual destacará la calidad y, además, se desarrollará una gran gestión de los recursos.
Temas como el proceso de almacenamiento de alimentos, la conservación de la carne o el buen mantenimiento de la fruta y de la verdura pueden descubrirse en la Fresh Food Logistic, feria sobre la cadena logística de alimentos. Se trata de una buena oportunidad de conocer cómo desarrollar el trabajo diario para ofrecer siempre el mejor servicio, incluso a un precio más bajo.
Qué tener en cuenta a la hora de almacenar los alimentos
En primer lugar, lo primero que hay que tener en cuenta es si los alimentos son, o no, perecederos. La razón es que estos últimos se caracterizan por sufrir alteraciones en su estado a medida que pasa el tiempo. Esto se debe a que tienen características físico-químicas y biológicas más vulnerables. En este caso, entrarían productos como embutidos, carnes, pescado, aves, verduras, frutas y productos lácteos. De esta forma, necesitarían un ambiente especial a la hora de conservarlos. Por supuesto, es esencial mantener la seguridad del consumidor final, que espera ingerir alimentos no solo en buen estado, sino también que presuman de un aroma y de una textura, por ejemplo, excepcionales.
Un buen almacenamiento de la carne, de la fruta o de las verduras debe garantizar estos factores:
- Un proceso de distribución excelente. Esto significa que los productos se distribuirán en un orden muy concreto, que es en función de su caducidad.
- Tanto los elementos en los que se almacenan y se sirven los alimentos, como los propios alimentos, deben seguir un estricto control de higiene, de tal forma que no estén en contacto con otros productos o materiales en mal estado que pueda perjudicar a su calidad.
- La atmósfera en la que se lleve a cabo el almacenamiento de alimentos debe estar controlada, teniendo en cuenta no solo la limpieza, sino también otros factores como la temperatura.
Alimentos no perecederos
En el caso de que se hable de alimentos no perecederos, también hay que cuidar su almacenamiento con el fin de conservarlos de la mejor manera posible. Es cierto que no pierden calidad de una forma tan rápida como le sucede a la carne, al pescado o al queso. Sin embargo, esto no significa que no se deterioren, ya que puede existir una contaminación repentina o un mal manejo que afecte a su composición.
Alimentos como el azúcar, la pasta, la harina, el café o la sal no necesitan unas condiciones excepcionales, pero es necesario que se conserven en lugares con buena ventilación y frescos. Asimismo, algunos consejos que hay que tener en cuenta en estos casos son los siguientes:
- Los productos hay que ordenarlos por su fecha de caducidad y protegerlos para que no estén en riesgo de contaminación.
- El almacén o la bodega en los que se encuentren deben estar totalmente limpios.
- Es recomendable que su acceso que sea fácil.
- Hay que llevar a cabo de manera periódica las debidas fumigaciones para evitar las plagas que pueden darse en las cocinas profesionales, como las que se encuentran en restaurantes o en hoteles, entre otros espacios. Estas suelen ser de roedores o de insectos.
En aquellos negocios en los que se trabaja con alimentos, sobre todo en aquellos que se usan grandes maquinarias, hay que tener en cuenta que la higiene y la limpieza deben de ser óptimas. Por ello, existen ciertos pasos que hay que tener en cuenta:
- El hecho de seguir una clasificación de los alimentos permite identificar cuál es su modo de preparación y de conservación para mantenerlo en las mejores condiciones posibles.
- Es importante definir unas zonas específicas, como alacenas, cámaras frigoríficas, vitrinas o bodegas o cualquier espacio que permita apostar por un buen almacenamiento.
- El acceso debe de ser sencillo con el fin de facilitar su localización y que no quede ningún envase sin consumir dentro de las fechas indicadas.
Siguiendo todos estos consejos sobre el almacenamiento de alimentos cualquier equipo que trabaje en una empresa de alimentos será mucho más efectivo. De esta manera, todo serán ventajas a la hora de desarrollar cualquier proceso, como la gestión de recursos o la apuesta por la calidad de cada alimento.
Sistemas de conservación de los alimentos
Los sistemas de conservación de los alimentos más destacados son los siguientes:
- Mediante frío: La refrigeración se encontraría entre los cero y los cinco grados, mientras que la congelación sobre los dieciocho grados bajo cero. La cadena de frío no puede romperse en ningún momento, independientemente de que el producto se encuentre en la cámara frigorífica o en el camión de transporte. De no ser así, tendrán lugar consecuencias irreversibles.
- Mediante calor: En estos casos se destruyen microorganismos que pueden afectar a los alimentos. Los métodos más conocidos en este caso son la esterilización, la cocción, la pasterización y la uperización.
- Eliminación del agua del alimento: salazón, desecación, azucarado, curado o ahumado.
- Otros: uso de conservantes, escabechado.