24 enero 2022

Gatos con sobrepeso: cómo evitarlo y consejos

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La obesidad en gatos es un problema muy habitual en la actualidad.

Los animales se han convertido en un miembro más de la familia y, por ello, a veces se cree que darles todo el alimento que solicitan significa quererlos más. Ahora bien, aunque el minino disfrute degustando comida deliciosa, es importante poner límites.

Además, hay que tener en cuenta que los gatos caseros no hacen demasiada actividad física, ya que les encanta acurrucarse en el sofá o, incluso, en las diferentes camas que se encuentran en la vivienda, y dormir tanto de noche cómo de día. De este modo, el organismo no funciona de la manera adecuada, adaptándose al sedentarismo y cumpliendo con las consecuencias que este provoca como puede ser el estreñimiento.

La obesidad en gatos, un problema muy común

Al igual que las personas tienen que optar por seguir una dieta saludable cuando su peso se encuentra por encima de los límites marcados por los expertos, cuando existe un problema de obesidad en gatos también tienen que elegir esta misma opción. No se trata de una circunstancia aislada. En el año 2014, la Association for Pet Obesity Prevention afirmó que existían más de 55 millones de gatos con sobrepeso. A pesar de que esta cifra es preocupante, desde entonces no ha hecho más que subir. 

Muchas personas se preguntan cómo saber si su gato está gordo o no. La razón es que no saben cómo reconocer este tipo de situaciones ni cuáles son sus síntomas. Por ello, hay que tener claros los siguientes datos:

  • Un gato doméstico debe pesar entre tres kilos y medio y cinco kilos y medio.
  • A veces, dependiendo de la raza del felino, este peso varía. Por este motivo, en ciertas ocasiones concretas hay que consultar con un especialista el peso ideal de cada especie. 
  • Cuando se observa a un gato desde arriba, su cintura tiene que tener forma de reloj de arena si se encuentra en el peso ideal. Por el contrario, si en la zona de las costillas se ensancha y al tocarle se puede palpar grasa, entonces lo más normal es que tenga sobrepeso. 

Muchas personas que son conscientes de que su gato sufre sobrepeso no se toman en serio la situación. Es más, les resulta gracioso que este animal pueda ser achuchado como un peluche. Sin embargo, hay que tener claro que un exceso de grasa puede tener serias consecuencias, entre las que se encuentran patologías como problemas intestinales, diabetes, artritis, enfermedades del hígado o afecciones en la piel.

Todos estos datos pueden conocerse en la feria IBERZOO+ PROPET, en IFEMA MADRID. De este modo, será sencillo comprender la situación que pueden llegar a vivir estos animales y hacerla frente lo antes posible. 

Causas de la obesidad en gatos y su prevención

Son muchas las causas por las que un gato sufre sobrepeso. Normalmente esto tiene lugar porque se da un desequilibrio entre el consumo de energía y la ingesta. Otros factores también están implicados en este tipo de situaciones. Hay que tenerlos todos claros para poder prevenir el problema lo antes posible. 

Aporte de energía excesivo

Consumir demasiada energía es uno de los principales motivos por lo que aparece la obesidad en gatos. Es bastante difícil para estos animales compensar el exceso de energía que consumen con ejercicio. La razón es que, por ejemplo, en un piso apenas se mueven, que es donde suelen vivir estos animales. ¿Cuál sería la solución en estos casos?

  • No es aconsejable que un gato tenga acceso ilimitado a la comida, puesto que a veces se alimentan sin tener hambre. Es mejor hacer raciones a lo largo del día para controlar realmente lo que comen o no.
  • Es necesario apostar por una comida que no tenga demasiadas calorías. Cada vez que se compra un producto, pueden verse los niveles de grasa que posee. Así, por ejemplo, los gatos que solo comen pienso, que tiene una densidad calórica mayor respecto a la que posee la comida húmeda, suelen tender más al sobrepeso. 
  • La comida humana no es recomendable para estos animales, pues suele tener más grasa que la que se recomienda para ellos. 

La actividad física

La actividad física suele variar mucho entre un gato u otro. Normalmente, un gato que tiene menos de dos años suele moverse más que los felinos adultos, pues su interés por jugar o moverse es mayor. Sin embargo, lo más recomendable es analizar cuánto se mueve cada animal para calcular, de esta manera, cuántas calorías puede consumir de forma particular. Si el gato no se mueve, la solución es muy sencilla: jugar con él o comprarle juguetes interactivos para que se entretenga solo cuando no hay nadie en casa. Esto le inspirará a la hora de hacer ejercicio y le ayudará a evitar el sobrepeso. 

La castración

La castración es otro de los motivos por el que los gatos sufren sobrepeso. Teniendo en cuenta la importancia de la esterilización, en estos casos lo mejor es apostar por los consejos anteriores. Es la única forma de evitar que el animal engorde demasiado.