

El capital privado pone el foco en el campo español
La crisis global provocada por la COVID-19 llegó de manera imprevista, pero el trabajo y esfuerzo realizado por agricultores y empresas españolas en el sector agroalimentario en los últimos 30 años ha sido el escudo, la palanca, el impulso necesario para poder responder a ella. La vocación exportadora, la creatividad, el desarrollo logístico, la innovación y la estrategia seguida para convertirse en uno de los principales actores internacionales de este sector han sido claves para que ciudadanos de toda Europa y terceros países hayan podido acceder durante este periodo tan convulso a los productos españoles.
Joan Mir, Director General de ANECOOP, pone en valor la fortaleza empresarial del sector para responder con eficiencia ante esta complicada situación: “Hemos sido capaces de trabajar con fluidez a pesar de las dificultades que se han ido sucediendo a lo largo de las semanas desde que se decretó el estado de alarma. Gracias a la agilidad de nuestras estructuras, acostumbradas a gestionar muy rápidamente cambios en las condiciones del mercado y a instaurar y garantizar el cumplimiento de protocolos muy exigentes, lo hemos ido consiguiendo. Por último, disponemos de uno de los estándares de seguridad alimentaria más altos del mundo, lo que ha contribuido a mantener la confianza del consumidor”
El importante desarrollo evolutivo en los últimos años, el liderazgo exportador, la creciente profesionalización y un gran potencial inversor y de innovación solo son algunas de las características que confieren al sector hortofrutícola un innegable atractivo para el capital privado.
“En los últimos tres años mi consultora ha trabajado en más de 15 operaciones de inversión de capital privado en el sector agrario solo en la Región de Murcia”. Una de las fuentes consultadas para la redacción de este reportaje, David Marco Cloquell, socio-director de PwC Tax & Legal Services y responsable de zona en Comunidad Valenciana y Murcia, ejemplifica el creciente interés que los inversores, muchos de ellos de capital extranjero y con presencia en una amplia variedad de sectores, vienen mostrando por el campo español.
Marco Cloquell cree que el éxito del sector hortofrutícola español durante la pandemia no es el origen de este interés, pero sí ha ayudado a afianzar su atractivo de cara a nuevos inversores: “El sector hortofrutícola español ya antes de la pandemia era un actor de atracción de fondos privados extranjeros porque ya era un sector solido, muy consolidado, y porque existía un exceso de liquidez en los mercados”. El buen comportamiento de las empresas hortofrutícolas, que en opinión de David Marco Cloquell “ha logrado superar con nota las inmensas dificultades provocadas por esta crisis” ha sido clave para “afianzar su atractivo y colocarse junto a los sectores ligados a la digitalización y a las telecomunicaciones como uno de los ámbitos más interesantes para el capital privado”.
El papel que juegan las consultoras especializadas en estas operaciones es, en numerosas ocasiones, el nexo que sirve de vaso comunicante entre los fondos de inversión y las empresas. El asesoramiento que ofrecen a sus clientes es integral y comprende todo el engranaje jurídico de la operación, el diseño y ejecución de una due diligence (una investigación o auditoría elaborada por consultores externos, que examinan con detalle las distintas áreas de la empresa para determinar si cumple con sus obligaciones con la ‘diligencia debida’ y no existen riesgos legales sustanciales derivados de su actividad), la supervisión de todo tipo de contratos…y también asesoramiento financiero, donde entra el juego el departamento de corporate finance: “Son precisamente estos profesionales lo que se acercan a una empresa con un mandato de compra o a un fondo de inversión con un mandato de venta”.
¿Qué pasos deben seguir y qué estrategia deben diseñar las empresas hortofrutícolas que quieran contactar con fondos de inversión? David Marco Cloquell tiene una recomendación muy clara para ellos: “Desde nuestro punto de vista es imprescindible contar con un profesional de corporate finance que sea capaz de destacar, fomentar y mejorar áreas de la empresa para que sea más atractiva para nuevos inversores, como pueden ser aspectos como proyectos de I+D+i, una apuesta clara por la internacionalización o un plan continuo de digitalización. El objetivo siempre va ser el mismo: maximizar el valor de una transacción u operación”.
La agricultura española no está viviendo solo un momento concreto de auge, según expertos consultados para este artículo, sino que se trata de un sector con un presente valioso y un futuro prometedor como foco de interés para los fondos de inversión. Borja de Roda, consejero delegado de Beka Asset Management, defiende que los buenos resultados del sector agroalimetario español durante el último año han influido en un mayor interés por parte de fondos de inversión: “La pandemia ha sido un estímulo evidente para que el capital privado fluya en mayor medida hacia el sector agrícola atendiendo tanto a su naturaleza primaria, como a la visibilidad y estabilidad de algunas partes de la cadena de valor existentes en dicho sector”. Es más, hay recorrido por delante: “Del mismo modo que se habla de inmobiliario o infraestructuras, posiblemente, y como sucede en otras regiones, dentro de no demasiado tiempo estaremos hablando de la agricultura como una clase de activo más”
Una de las últimas actuaciones de Beka Asset Managemen ha sido la creación de Beka & Bolschare Iberian Agribusiness Fund, un fondo que tiene como objetivo gestionar 10.000 hectáreas en España dedicadas al cultivo de ciertas variedades de frutos secos. De Roda explica que “gracias a las idóneas condiciones geográficas y climáticas de las que gozamos en la Península Ibérica, consideramos que este proyecto, en el que primará un modelo agronómico caracterizado por su eficiencia y el uso de energía limpia, cuenta con una ventaja competitiva por el mero hecho de estar invertido en España y Portugal”.
Ante la pregunta de qué esperan realmente los inversores que confían en este proyecto, Borja de Roda añade una de las claves del interés que está generando el campo español entre el capital privado: “La voluntad del fondo no es otra que proporcionar a los inversores una rentabilidad anual recurrente que ,además de resultar atractiva, sea una solución que ayude a descorrelacionar y mitigar el riesgo de una cartera de activos financieros tradicionales, todo ello con un elevado componente en materia de factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG)”.