

Guía de las mejores palmeras de chocolate en Madrid

La palmera de chocolate es una de esas pequeñas grandes alegrías que mejora cualquier paseo por la ciudad.
Parece un bollo sencillo, pero reúne técnica, materia prima y tradición: capas de hojaldre laminado hasta conseguir un crujiente que se deshace en la boca, una fina caramelización de azúcar y, por supuesto, el baño de chocolate que le da identidad.
En Madrid conviven pastelerías centenarias que conservan recetas, obradores de autor que reinventan la pieza y nuevas propuestas que la elevan a producto contemporáneo. Esta guía recorre direcciones representativas para distintos perfiles de consumo, desde quienes buscan nostalgia hasta quienes privilegian la innovación o el producto gourmet. Acompáñame en un paseo por vitrinas, aromas de mantequilla y texturas que hablan de paciencia y oficio.
Antes de iniciar, si eres un amante de la gastronomía, echa un vistazo a nuestras ferias o eventos gastronómicos que se celebran en IFEMA MADRID.
Palmeras con historia
La Duquesita
La Duquesita es, para muchos, sinónimo de tradición pastelera en Madrid. Con una estética que recuerda a las confiterías de principios del siglo XX, su palmera de chocolate cuida especialmente el hojaldre, mantequilla de calidad, laminado paciente y una cocción que da ese crujiente exterior con un interior más tierno. El chocolate acompaña sin acaparar, y el resultado es una palmera equilibrada que viaja entre la nostalgia y la eficacia técnica.
Dirección: C/ de Fernando VI, 2.
Horno San Onofre
Horno San Onofre, con su historia vinculada al oficio panadero, mantiene un perfil tradicional con atención a la materia prima. Su palmera destaca por un hojaldre robusto y por un baño de chocolate con personalidad, aporta grasa y sabor sin enmascarar la mantequilla del laminado. Comprar temprano suele asegurar piezas más frescas y crujientes.
Dirección: C/ de San Onofre, 3, 28004 Madrid.
Pastelerías de autor
Moulin Chocolat
Moulin Chocolat muestra cómo un dominio del chocolate puede transformar una palmera. Aquí el chocolate no es solo cobertura, se controla el porcentaje de cacao, el templado y la afinación del aroma para lograr un equilibrio entre la intensidad del cacao y la dulzura. El hojaldre suele ser fino y delicado para que el chocolate tome protagonismo sin aplastar la estructura.
Dirección: C/ Alcalá, 77.
Pastelería Nunos
Pastelería Nunos apuesta por la artesanía y la honestidad en el producto. Su palmera es más cercana a lo casero, con un laminado que demuestra oficio y un baño de chocolate aplicado con sentido, evitando excesos. Es una parada perfecta para quienes quieren una palmera con carácter artesano y buen equilibrio entre hojaldre y cobertura.
Dirección: C/ de Narváez, 63.
Nuevos referentes
Ciento Treinta Grados
Ciento Treinta Grados, con un nombre que evoca control técnico, sorprende por su cuidado en la fermentación y la cocción. Su enfoque en pan y tostado se traslada a la pastelería: el hojaldre se trabaja con precisión, las capas quedan limpias y la caramelización se maneja con criterio. A menudo juegan con contrastes de presentación (por ejemplo, cubrir solo una mitad) para enfatizar la textura.
Dirección: C/ Sánchez Pacheco, 20.
Panod
Panod es un obrador contemporáneo que destaca por la sencillez bien ejecutada. Su palmera se caracteriza por un laminado marcado, una mantequilla aromática y un glaseado de chocolate que complementa la pieza sin ocultarla. Las piezas suelen ser uniformes y bien cocidas, con un punto de caramelo en los bordes.
Dirección: C/ de Prim, 1.
Opciones gourmet
Pomme Sucre
Pomme Sucre trabaja la palmera como si fuera una pequeña delicatessen, porciones más contenidas, cuidado estético y una atención exquisita al templado del chocolate. Sus piezas son elegantes, con un laminado fino que permite un bocado ligero y una cobertura que brilla en la vitrina. Es la opción de quienes buscan una palmera con presentación refinada.
Dirección: C/ del Barquillo, 49 - C/Fuencarral, 129.
Estela Hojaldre
Estela Hojaldre pone el foco en la pureza del laminado, croissants, caracolas y palmeras muestran una mantequilla destacada y una técnica depurada. Su palmera suele respetar la esencia del producto, hojaldre crujiente, capas bien diferenciadas y una cobertura de chocolate que acompaña sin competir. Para los puristas del laminado, Estela ofrece piezas que permiten apreciar la complejidad de la técnica.
Dirección: Plaza de Jesús, 5.
Cómo elegir la palmera perfecta
Para escoger la palmera ideal, valora tres aspectos comprobables a simple vista y en el primer bocado:
- Textura del hojaldre: capas visibles y crujiente exterior.
- Equilibrio del baño: chocolate bien templado y brillante sin una capa excesiva.
- Sabor a mantequilla y control del azúcar: que el dulzor no tape la grasa y el aroma del laminado. Según estas señales, sabrás si te apetece una palmera más tradicional, una técnica o una refinada.
Consejos para comerla en su punto
Comer la palmera el mismo día de compra es la regla de oro. Si la quieres crujiente, un golpe corto en el horno a baja temperatura (3–5 minutos) puede recuperar la textura. Evita el microondas porque ablanda la masa y afecta al chocolate. Acompáñala con un café filtrado o un chocolate caliente ligero para que el contraste complemente la experiencia sin taparla.
Variantes y sostenibilidad
Muchas pastelerías proponen versiones con baño de chocolate con flor de sal, toques cítricos o inclusiones de frutos secos. Si te importa la trazabilidad, pregunta en el mostrador sobre el origen del cacao, cada vez más obradores informan sobre la procedencia y el porcentaje de cacao que usan.