ESNE presenta la colección NUDES en Green Patio, en el marco de MBFWMadrid

El desfile se celebrará en Green Patio, una de las últimas fábricas antiguas ubicadas en el centro de Madrid (Calle Salamanca, esquina con Infanta Mercedes) y un edificio que albergó una imprenta que daba vida a la historia latente del siglo XX.

Renovado con materiales nobles que respetan su pasado, la principal característica del inmueble son sus infinitas paredes vistas de ladrillo -con más de nueve metros de altura- y los suelos de azulejos hidráulicos hechos a mano en España. La restauración se ha basado en la reutilización de elementos procedentes del edificio original, dando una segunda vida a la arquitectura olvidada por la conversión industrial de las últimas décadas y haciendo de este inmueble un edificio 100% sostenible.

La colección Otoño-Invierno 2021/2022 de ESNE tiene como punto de partida el desnudo, un concepto arraigado a la corriente naturalista en la que se posiciona la naturaleza como eje central único de la realidad.

Así, los alumnos del Grado en Diseño de Moda de ESNE han construido su propio universo intimista, generando temáticas fluctuantes entre la visibilización de temas sociales con la mirada propia de quien desnuda una realidad y la normalización histórica del nudismo proveniente de Alemania y su incorporación a nivel nacional. 

Los cambios sociales, incrementados por la crisis pandémica, han generado la oportunidad de mostrar problemáticas contemporáneas y naturalizar, a través del desnudo, la transexualidad, las nuevas masculinidades y la descategorización de roles y cánones perpetuados, implícitamente, a nivel social. Asimismo, la relevancia en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles se visibiliza con críticas a las políticas greenwashing ejercidas por grandes grupos empresariales. 

Las colecciones presentadas por los estudiantes dan respuesta a la inspiración mediante una combinación de siluetas que evidencian, ocultan o enfatizan las corporeidades. La artesanía constituye un eje central sobre el que gira el constante deseo de la recuperación de técnicas manuales, evidenciado a través de la generación de texturas como el craquelado o el marmoleado aplicado a los textiles. La paleta de color evoluciona desde los tonos neutros, abarcando los tonos tierra hasta la inclusión de puntos de color saturados visibilizados por el rosa blush, el amarillo biscotti y el morado eggplant. Los tejidos se contraponen entre los más pesados como el paño de lana, los guateados o la gabardina, para la construcción corpórea, y los más ligeros como el popelin, el tul y la batista de algodón para las prendas con mayor fluidez.