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12 diciembre 2023

Las claves del interiorismo de la panadería La Madrugada de Javier Moreno

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8 min.
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Onírico, surrealismo, artesano… son algunos de los conceptos que transmite el interiorismo firmado por Laura Ortín.

Laura Ortín, fundadora y directora del estudio Laura Ortín Architecture for Happiness

Javier Moreno, director técnico de la Selección Nacional de Panadería Artesana (Los Espigas), emprendió en 2019 su proyecto más personal: La Madrugada, una panadería de autor en Beniaján, muy cerca de Murcia capital. Un establecimiento en el que transmite la pasión que se vive en el obrador, no solo a través de su oferta de productos, sino también a partir del interiorismo firmado por el estudio de Laura Ortín.

Ortín, arquitecta y profesora del Máster en Interiorismo, Decoración y retail Designer en Instituto 42, ideó para Moreno una tienda que envuelve 360º al cliente, en un espacio que produce calma, sosiego y bienestar.

1.- ¿El interiorismo es un elemento fundamental en una panadería? ¿Puede ser un gancho para captar nuevos clientes?

Absolutamente sí. El producto no sólo tiene que ser bueno, sino parecerlo, y en eso el espacio, cómo se produce, cómo se muestra y cómo se vende, es clave.

El diseño de un espacio específico para un producto y oficio concretos incide enormemente en el éxito de ventas. Con un interiorismo adecuado, analizando cuáles son las claves, qué queremos conseguir y cómo lo vamos a lograr se produce el milagro de la seducción al cliente. Con estrategias organizativas, canalizando los esfuerzos (inversión económica y tiempo) y utilizando recursos de diseño arquitectónico, el espacio provoca en la experiencia del cliente una atracción total.

2.- ¿Cuáles son las claves para que el diseño de un local funcione?

En el estudio damos la misma importancia a dos cosas. Por un lado, el bienestar de los trabajadores. Esas personas pasan la mayor parte del día en ese local y nos preocupa mucho que estén a gusto. Que no haya zonas menos atendidas, y que sea igual de bonito donde está el público como la “trastienda”. Que sean espacios cómodos, fáciles de circular, de mantener y de organizar. Porque si un trabajador está a gusto en su lugar de trabajo, lo va a reflejar en la relación con los compañeros y la atención al público, así que no debemos olvidar esa parte nunca.

Por otro lado, la experiencia del cliente. Nos preocupamos mucho por esos tres primeros segundos de impacto visual que recibe el visitante al llegar por primera vez a la tienda. El olor, el sonido, el orden y que la atmósfera emocional le traiga memorias y recuerdos de algo bueno. Después, esa persona va a recorrer visualmente el local y atenderá a ciertos detalles cuidados que nunca antes había visto y es entonces cuando comprende que ese producto que se va a llevar es algo único, artesanal, hecho con mimo y cuidado. Y volverá a la tienda y la recomendará, por el producto, por supuesto, pero también por el espacio, porque le habrá gustado comprar allí, porque habrá sido una experiencia completa.

3.- ¿Cuáles son las tendencias actuales en el diseño de establecimientos panaderos? ¿Lujo? ¿Funcionalidad? ¿Locales modernos, rústicos, urbanos?

Afortunadamente, cada vez más panaderos se han dado cuenta de la importancia de que su local y obrador refleje sus valores. Si un producto es bueno hay que venderlo como se merece. La primera impresión es fundamental, la atracción, el flechazo, esa primera oportunidad. Por ello, las panaderías están siendo diseñadas ya por profesionales que atienden a todas esas cuestiones. Además, lo que está ocurriendo es que hay que destacarse del resto, ¿qué es lo que ofreces tú distinto al compañero de dos calles más abajo? En eso estamos especializadas, en hacer que tu local sea único en su especie.

Nos consideramos contemporáneas hasta la médula e intentamos no dejarnos llevar por las tendencias, sino crear la tendencia en todo caso. Y nos gusta pensar que nuestros proyectos son difíciles de etiquetar con un solo adjetivo. La clave para conseguirlo es atender de manera específica a esos valores de los que hablaba antes, si tu producto es artesanal, no puedes venderlo en un espacio con estética industrial. Si tu producto es local, no imites una boulangerie. Pero si tu producto es de vanguardia entonces tu espacio debe serlo, busca el cómo a través de un profesional que te de las herramientas para lograrlo.

Por ejemplo, ¿qué es el lujo? Para nosotras “lujo” no significa inalcanzable, todo lo contrario, lujo es poder comprarte un croissant riquísimo en un espacio agradable y bello y sentarte en un banco al sol a saborearlo. O llevarte una hogaza bajo el brazo para la cena con unos amigos. Tan sencillo como eso.

¿Funcionalidad? Siempre. A veces nos cuesta encontrar el equilibrio entre la innovación y lo práctico, pero trabajamos y reflexionamos mucho para conseguir el mix de ambas.

Caso de éxito: La Madrugada

Al crear el interiorismo, queríamos hacer algo sólo para Javier Moreno, panadero que trabaja desde la vanguardia recuperando la tradición. Queríamos una identidad y un espacio único para él.

La idea la originan entre Javier Moreno y Rubio y del Amo, que son diseñadores gráficos. Aparecen una serie de conceptos paralelos en torno a la noche, a un mundo onírico, al mundo de los sueños. Se habla de artesanía, de lo manual, del imaginario colectivo de la panadería tradicional, el panadero que madruga y trabaja de noche. Su leit motiv es: “Hacemos pan mientras sueñas”.

Un trabajo coral

Javier Moreno piensa que para hacer un trabajo bien hecho tienes que contar con los profesionales adecuados. Y eso es fantástico, un regalo para todos los que formamos el proyecto. Se rodeó de su dream team. Primero con los diseñadores gráficos, Rubio y del Amo, con los que creó la identidad. Y junto a ellos decidieron contar con una interiorista y nos llamaron. Nuestra misión era convertir en arquitectura esa identidad. Después trabajamos con una diseñadora de moda para crear el vestuario, Constanza Mas. La Madrugada es un producto holístico convertido en realidad de manera coral y eso se refleja en el éxito absoluto que está teniendo.

Trabajamos todos a una, complementándonos y apoyándonos. Eso hizo que todo fluyera y se tomaran buenas decisiones rápidamente. Proyecto y obra se realizaron en unos nueve meses aproximadamente.

De hecho, en breve se va a abrir otra tienda-obrador en Murcia y podemos adelantar que el interiorismo es totalmente distinto, y esto es importante porque la especificidad forma parte del negocio. ¿Dónde estás? ¿A quién vendes? ¿Qué es lo que vendes?

Espacio onírico y esponjoso

De la identidad gráfica extrajimos ideas como onírico, surrealismo, artesanal, los sueños, etc.

Entonces pensé en una masa esponjosa y en una hogaza de pan con sus oquedades y en cierto modo trasladé todas esas ideas al espacio de la tienda.

El obrador es un espacio amplio y grande que se llena de maquinaria, carros de bandejas con ruedas y grandes mesas enharinadas para amasar. Pese a las estrictas normativas sanitarias, fuimos capaces de realizar una estética bondadosa y nueva. Las paredes rectas y curvas se revistieron de azulejo color crema. El suelo es de terrazo tradicional, un material que amamos por su carácter fuerte y resistente, además de una estética tradicional imperecedera.

La tienda se proyectó como un vaciado. Techos, paredes y mobiliario forman un continuum curvilíneo que se reviste manualmente de microcemento color tierra suave. Esa espacialidad onírica, algo surrealista, hace que la tienda te envuelva 360º, su suavidad, su esponjosidad produce calma, sosiego, bienestar.

El mostrador curvo te recibe y te desliza por la amplia variedad de producto. Un flujo contínuo y amable que hace recorrer el local invadido de sensaciones y aromas familiares.

La panadería está cargada de sutiles mensajes que nos transportan a ese mundo de dualidad real-irreal. Al fondo, un trigal inventado, el origen, coronado por una lámpara de barro hecha a mano. Sorprende su ligereza, trabajada como filigrana, con miles de agujeros precisos que muestran la luz. Este espacio, no lo podemos negar, es nuestro favorito, es ese rincón en el que te encuentras a gusto, como en casa.