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Fecha de publicación
23 mayo 2025

MERCOSUR y Europa: acuerdos comerciales, impacto y desafíos

Autor
Esteban Manuel Carneros, periodista agroalimentario
Tiempo de lectura
10 min.
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En los últimos tiempos vivimos una gran agitación geopolítica con guerras, cambios de alianzas entre países, una globalización que se repiensa y un cambio en las estructuras económicas con las nuevas tecnologías como protagonistas.

El mundo se viene configurando en grandes bloques económicos que luchan entre sí por ser protagonistas y preeminentes. Y lo que parecían alianzas consolidadas desde hace décadas, basadas en la comunión cultural, se resquebrajan, como es el caso de Europa y Estados Unidos. Este país es ahora más proteccionista, China sigue empujando como gran potencia mundial, la Unión Europea es un gran mercado que intenta avanzar, hay otros grupos económicos de países como Mercosur en Sudamérica o diferentes grupos en África. Al G7 -al que pertenecen las principales economías liberales del mundo con régimen democrático- se responde con otras alianzas como el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Lo que está claro es que el mundo camina hacia más bloques económicos más fuertes y la Unión Europea es uno de los más importantes con unos 17 billones de euros de PIB (producto interior bruto) y 450 millones de habitantes. Mantiene relaciones económicas con otros mercados y en estos meses se encuentra afectadas -como otros países- por el giro en la nueva Administración estadounidense presidida por Donald Trump. Este nuevo proteccionismo con cambios de opinión continuos ha devenido en amenazas arancelarias que han acelerado las gestiones para buscar nuevos acuerdos comerciales como el caso de Mercosur.

¿Qué es el MERCOSUR?

Cómo y por qué nació

Mercosur (Mercado Común del Sur) es una organización supranacional que se fundó en 1991 en Asunción y que comenzó a operar en 1995. Los países fundadores buscaban una mayor cooperación económica en una región con gran potencial, sobre todo en actividades agropecuarias. Ya estaban funcionando otras comunidades económicas, como es el caso de la actual Unión Europea, formada entonces por doce países (hoy 27; España ingresó en 1986) y cada vez más se prodigaban acuerdos entre regiones, como es el caso de América del Norte (Estados Unidos con Canadá y México), por ejemplo. En Sudamérica ya había acuerdos comerciales y de amistad entre países vecinos.

Tratado de Asunción (1991): el inicio de MERCOSUR

Así pues, cuando en 1991 se fundó en Asunción (capital de Paraguay), el objetivo principal era “propiciar un especio común que generara oportunidades comerciales y de inversiones a través de la integración competitiva de economías nacionales” y su interrelación con el mercado internacional.

Económicamente, Mercosur se encarga de coordinar y supervisar las relaciones económicas entre sus países asociados a la vez que también negocia con otros países o comunidades económicas; en este sentido, podría ser el equivalente a una Unión Europea a la sudamericana con libre circulación, eliminación de trabas internas, adopción de políticas macroeconómicas conjuntas o negociación con terceros, según sus fines, pero con menor integración política. Pero, además cuenta con otros instrumentos para fomentar la participación y cooperación, como es el caso del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM), el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH), el Instituto Social del Mercosur (ISM) o el Parlasur, un órgano de representación parlamentaria con atribuciones, pero aún menos desarrollado que su homólogo europeo.

Mercosur suma cerca de 5 billones de euros de PIB y un mercado de unos 300 millones de habitantes, considerando todos los países.

Países miembros y su rol en el comercio internacional

En Mercosur se distingue entre estados parte (implican mayor integración) y estados asociados, con los que se mantiene cooperaciones menores.

Miembros fundadores del MERCOSUR

Una de las características de Mercosur es que sus países miembros iniciales tienen continuidad de fronteras, pero hay una gran diferencia en el peso entre ellos. Los miembros fundadores son Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, que son estados parte y que son los que mayor integración mantienen ahora mismo.  

Como en todos los procesos de integración entre estados soberanos con continuados cambios políticos, ha habido momentos de mayor o menor avance e intensidad de relaciones. Así, la incorporación de Bolivia está en proceso como estado parte desde 2015, a pesar de que forma parte nominalmente de este grupo, y Venezuela está suspendida desde hace años.

Países asociados y observadores

Como países asociados figuran Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Surinam, Perú y Panamá, es decir, todos los países sudamericanos están relacionados en mayor o menor medida con Mercosur

Volviendo a los cuatro principales, según datos del Banco Mundial relativos a 2023, el PIB nominal de Brasil (211,1 millones de habitantes) fue de 2,173 billones de dólares, mientras que el de Argentina (45,5 millones de habitantes) ascendió a 0,646 billones de dólares, el de Uruguay (3,3 millones de habitantes) a 0,077 billones y el de Paraguay (6,8 millones de habitantes) a 0,042 billones. Es decir, Brasil representa el 79,15% de la población y el 73,94% del PIB.

Protocolos y acuerdos clave

Desde su fundación, Mercosur ha ido dando pasos hacia una mayor integración, compromisos que a veces son difíciles de ejecutar por la anteposición de intereses nacionales; Brasil pertenece a Mercosur, BRICS y el G20, por ejemplo. Aunque en diferentes años se han ido adoptando acuerdos, he aquí los principales hitos.

Protocolo de Ouro Preto (1994)

Tras el acuerdo inicial de Asunción, el siguiente gran paso fue el protocolo de Ouro Preto en 1994, que articulaba la base institucional de la organización, como, por ejemplo, una presidencia rotatoria del Consejo del Mercado Común, el Grupo del Mercado Común (más ejecutivo) o la Comisión del Mercado de Mercosur, órgano de seguimiento. También se habló de la asamblea parlamentaria (2005) o un Tribunal Permanente de Revisión. Mercosur era ya un sujeto del derecho internacional.

Protocolo de Ushuaia (1998)

En 1998, el Protocolo de Ushuaia condicionó la existencia de órdenes y compromisos democráticos como condición para pertenecer a la organización; de hecho, Venezuela está suspendido como estado parte precisamente por los problemas políticos internos que padece.

Protocolo de Montevideo (2010)

En 2010, el Protocolo de Montevideo fijaba las normas del comercio de servicios en Mercosur.

Acuerdos comerciales entre Mercosur y Europa

Historia de las negociaciones entre MERCOSUR y la Unión Europea

Ya desde la constitución de Mercosur se iniciaron los contactos con la Unión Europea, que han tenido altibajos. Las negociaciones se estancaron en 2006 y en 2012 y se reactivaron nuevamente en 2016. Fue en 2019 cuando se hablaba de un principio de acuerdo que no terminó de culminar hasta finales de 2024. Sin embargo, todavía queda camino, puesto que ahora tiene que pasar todo el proceso establecido en la arquitectura constitucional de la Unión Europea (UE) con muchas negociaciones y fechas por delante, con reticencias en muchos países.

Como objetivo geopolítico se trata de establecer una alianza comercial entre dos bloques económicos que supone un mercado de más de 700 millones de personas y el 20% del PIB mundial. Entre los puntos, el acuerdo afecta a todos los sectores económicos con supresión de aranceles y restricciones mutuas. Los grandes beneficiados, el sector industrial y de servicios.  A un nivel más técnico, el acuerdo contempla muchos apartados: aranceles, reglas de origen, barreras técnicas al comercio (como en materia agraria las sanitarias y fitosanitarias), servicios, licitaciones públicas, propiedad intelectual, desarrollo sostenible y pymes.

Principales puntos del Acuerdo MERCOSUR-UE

Mercosur supone el quinto mercado mundial para la UE (lo que más exportó fue maquinaria, químicos y equipos de transporte, más del 60%); y Europa supone el segundo destino para Mercosur, tras China. Más de un 30% de los envíos al continente son productos alimentarios, con la soja a la cabeza.

Concretamente en el ámbito agroalimentario, la reducción arancelaria puede rondar el 90%. Para España puede suponer oportunidades de negocio para sectores como el aceite de oliva, el vino o algunos productos hortofrutícolas, según el Ministerio de Agricultura. Según datos de la Comisión Europea, en 2023, la UE exportó 253 millones de euros en el capítulo de preparaciones de fruta, frutos secos y vegetales; 215 millones en frutas y frutos secos; o 122 en hortalizas, en todos los casos con un fuerte incremento en los últimos años. En sentido contrario, lo importado desde Mercosur fue de 9.898 millones de euros en soja y otras semillas; 1.770 millones en frutos secos y frutas; o preparación a partir de frutas 1.230.

Otro de los productos hortícolas especificados en el acuerdo es el ajo, con una cuota de 15.000 toneladas en 7 años. Manzanas, peras, melocotón, cerezas, ciruelas, frutos secos o uva de mesa se liberalizarían desde el primer día. En cítricos frescos, frutas rojas, hortalizas en conserva como tomate y melocotón o mermeladas, la liberalización estaría entre 4 y 10 años. Todos estos datos responden a un análisis de Cooperativas Agroalimentarias de España.

Sin embargo, a nadie se le escapa que Argentina y Brasil son grandes potencias agrarias, por lo que tendrán mejor acceso al mercado europeo. Hay amenazas para sectores como el vacuno, el pollo, el arroz o el zumo de naranja. Lo cierto es que la UE es claramente muy deficitaria con Mercosur en el sector agroalimentario.

Y luego está la letra pequeña con las problemáticas sobre los estándares de seguridad, calidad, normativas laborales y su reciprocidad, que pueden suponer una desigualdad en la competencia leal entre bloques. Está claro que nuevamente el sector primario tendría que adaptarse a este nuevo marco en un nuevo ejercicio de resiliencia.

Mercosur y relaciones con otras regiones

Como se ha indicado, el proceso de integración y las relaciones internas dentro de Mercosur son dispares y van a diferente velocidad. De hecho, a nivel exterior incluso se han negociado, a lo largo de los años, acuerdos comerciales país por país, principalmente con sus vecinos de la Comunidad Andina (Colombia, Perú, Ecuador… países que no son estados parte de esta organización). Bolivia es miembro de la Comunidad Andina y está en proceso de integración con miembro de Mercosur.

También ha firmado acuerdos comerciales con la Unión Aduanera del África Meridional, India, Israel, Turquía, la República de Corea, Chile, México o Canadá, a distintos niveles y para distintos sectores

Resumen

Mercosur y la Unión Europea constituyen dos principales áreas económicas mundiales. En un mundo con una situación geopolítica inestable que parece que se va a mantener en el tiempo, un acuerdo puede ayudar al crecimiento económico mutuo. Unos sectores se verán más beneficiados que otros, precisamente en el agroalimentario es uno de los más afectados, con fuerte impacto en muchos productos. Y más allá de la pura transacción económica está la reciprocidad en la aplicación de las normas y estándares para una competencia justa y homologable. En definitiva, impactos y desafíos de un acuerdo comercial para el que aún queda camino para ratificarse.