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Fecha de publicación
14 agosto 2025

La importancia del etiquetado y marca en frutas y hortalizas

Autor
María Serrano, abogada de Anove
Tiempo de lectura
6 min.
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Descubre por qué identificar bien tipo, variedad y marca en frutas y hortalizas es clave para proteger la innovación y ofrecer transparencia al consumidor.

Mucho más que una caja bonita: la marca también es parte del producto

En el mundo de las frutas y hortalizas, lo que vemos a simple vista —color, forma, envase— es solo una parte de la historia. Detrás de cada producto hay mucho más: innovación, mejora vegetal, estrategias comerciales y, sobre todo, nombres que importan. Porque las frutas y hortalizas no son solo su sabor o su aspecto: también son su variedad y, en ocasiones, su marca.

Para arrojar luz sobre esta cuestión, la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) ha lanzado una campaña informativa que tiene un objetivo claro: explicar por qué es tan importante etiquetar bien las frutas y hortalizas, y usar correctamente las marcas registradas en el punto de venta.

Una campaña con vocación didáctica, dirigida a mayoristas, minoristas y consumidores, que quiere resolver dudas, evitar errores y poner en valor el trabajo de quienes innovan desde el campo hasta el lineal.

¿Por qué es importante esta campaña de ANOVE?

En el día a día del mercado, no es raro ver confusiones entre nombres de marcas, variedades y tipos de frutas y hortalizas. A veces, por reutilizar cajas o por desconocimiento, se acaba vendiendo un producto bajo una marca que no le corresponde, o se etiqueta una variedad como si fuera otra más conocida.

Aunque la mayoría de las veces no hay mala fe, estas prácticas tienen consecuencias: desde posibles infracciones legales, hasta la pérdida de valor de la marca o la desinformación para el consumidor.

ANOVE, que agrupa a las empresas y centros de investigación que desarrollan nuevas variedades vegetales, ha detectado esta necesidad y ha querido poner orden, aclarar conceptos y defender el valor de la innovación.

Confusiones frecuentes entre marcas y variedades

Ejemplos hay muchos. Uno de los más conocidos es el del tomate negro vendido como "Kumato", aunque no lo sea. Kumato® es una marca registrada que solo puede usarse para una variedad específica y comercializada bajo ciertas condiciones. Sin embargo, su fama ha llevado a muchos puntos de venta a usar ese nombre como si se tratara de un tipo de tomate.

También es frecuente ver envases reutilizados de marcas conocidas, usados para contener fruta de otras procedencias. Aunque pueda parecer inofensivo, la ley es clara: si hay riesgo de confusión con una marca registrada, se puede estar cometiendo una infracción, aunque esa no sea la intención.

Otros casos comunes incluyen errores en el etiquetado de la variedad por descuido o falta de actualización, uso de logos similares a marcas registradas, o la supresión parcial de etiquetas sin autorización del titular.

¿Qué diferencia hay entre tipo, variedad y marca?

Tipo: la categoría general del producto

El tipo es una categoría general, por ejemplo, “tomate cherry” o “manzana golden”, que ayuda al consumidor a orientarse, pero no tiene protección legal.

Variedad: el fruto de la innovación vegetal

La variedad es el resultado del trabajo de los obtentores, es decir, una combinación genética específica con características concretas (resistencia, sabor, productividad…), y que se puede proteger con derechos de propiedad industrial.

Marca: el signo distintivo que construye confianza

La marca es el signo distintivo comercial (nombre, logo, color, diseño) que identifica el producto en el mercado y que está protegida por la Ley de Marcas (*).

Confundir estos tres conceptos puede generar desde simples errores hasta casos de infracción que dañan la reputación de un producto o pueden llegar a confundir, sin querer, al comprador.

Consecuencias legales del mal uso de marcas

Lo que dice la Ley de Marcas en España

La Ley de Marcas en España protege el uso exclusivo de las marcas registradas. En sus artículos 34.2 y 34.6 se recoge que:

No se puede utilizar una marca registrada o un signo similar para productos del mismo tipo si existe riesgo de confusión.

No se pueden reutilizar envases o materiales de una marca sin el consentimiento del titular.

Los titulares pueden impedir que se suprima o modifique su marca sin permiso.

Casos de infracción más comunes

Estas infracciones no siempre se cometen con intención, pero pueden tener consecuencias legales y dañar la reputación del producto y de la empresa. Respetar las marcas registradas protege la innovación y garantiza transparencia al consumidor.

Un enfoque constructivo para mejorar el sector

Desde ANOVE se apuesta por un enfoque constructivo y cercano. El objetivo no es señalar errores, sino acompañar al sector hacia un uso más claro, consciente y profesional del etiquetado y las marcas, promoviendo buenas prácticas que beneficien a todos los eslabones de la cadena.

Buenas prácticas para mayoristas y puntos de venta

La campaña se ha diseñado con materiales y recursos adaptados a los distintos actores del sector, especialmente los mayoristas, actores clave entre el productor y el punto de venta.

Se les anima a reforzar la identificación correcta de variedades y marcas, lo que mejora la trazabilidad, la información comercial y añade valor al canal.

El papel del consumidor informado

También se dirige a los consumidores, para que entiendan que hay distintas variedades y marcas, y que detrás de cada producto hay innovación, trabajo y calidad que merece ser reconocida.

Más transparencia, más valor para todos

Esta transparencia en el etiquetado contribuye a generar confianza, mejora la experiencia de compra y refuerza el prestigio del sector hortofrutícola.

Conclusión: saber lo que vendes, respetar lo que compras

En un entorno como Fruit Attraction, donde se dan cita los profesionales más relevantes del sector hortofrutícola, este mensaje resuena con fuerza: cuidar el etiquetado del producto no es un detalle, es una responsabilidad.

Porque cuando se respetan estos derechos, se protege la innovación, se da valor a la marca y se garantiza que el consumidor sepa exactamente lo que está comprando. Y en un mercado competitivo, donde la diferenciación es clave, esto puede marcar la diferencia entre ser uno más… o ser la marca que el cliente vuelve a buscar.

Esta campaña de ANOVE pone sobre la mesa un mensaje claro: el etiquetado de frutas y hortalizas importa. No solo por cumplir con la ley, sino porque detrás de cada marca y cada variedad hay años de trabajo, inversión y mejora continua.

Y si queremos un sector moderno, profesional y con futuro, ese trabajo debe ser reconocido, respetado y, por supuesto, etiquetado como se merece.

(*) Ley 17/2001, de 7 de diciembre, de Marcas