

20 noviembre 2015
Madeira y Porto Santo, islas por descubrir
!Déjese fascinar por el contraste del azul profundo del mar con el verde esmeralda de las montañas!
El paraíso existe. El equilibrio entre el cuerpo y la mente, entre el hombre y la naturaleza está a solo una hora y media de distancia de Portugal Continental y a pocas horas del centro y norte de Europa.
Descubre la diversidad de Madeira, el extenso arenal dorado de la isla de Porto Santo y la riqueza de la flora y la fauna de las reservas naturales de las islas Desertas y de las islas Selvagens.
En Madeira, las montañas de perfil irregular y con una vegetación exuberante despuntan en el cielo, mientras que las bahías, playas y acantilados se unen con el mar cristalino de un azul intenso. Los contrastes armónicos combinan naturaleza con el aire cosmopolita de la capital de Madeira, donde impera el refinamiento y la animación. El mapa turístico y cultural de renombre internacional incluye eventos como el Carnaval, la Fiesta de la Flor, el Festival del Atlántico, la Fiesta del Vino de Madeira, el Festival de Colón, el Festival de la Naturaleza, las festividades de Navidad que culminan con el gran espectáculo de fuegos artificiales la noche del 31 de diciembre, reconocido en 2006 por el Guinness World of Records como el mayor espectáculo del mundo.
En el deporte, destacan el Rally Vinho Madeira, el Classic Car Rally y el Open de Golf de Madeira.
La cultura, las costumbres y las tradiciones de los madeirenses ganan vida al doblar cada esquina: en los museos históricos y contemporáneos, en el típico Mercado de los Labradores o en la industria del vino y del bordado. El pasado y el presente caminan de la mano.
Un SPA en pleno océano Atlántico
En el archipiélago de Madeira todo invita a relajarse. Una naturaleza inigualable, repleta de aire puro y balsámico, y un océano de aguas cálidas y cristalinas despiertan los sentidos.
Aprovecha los extractos de algas y plantas, el fresco aroma de las flores, el aire 100 por ciento puro asociado al clima templado y renueva tus energías. Descubre la fertilidad del terreno y la abundante fauna marítima, en comidas tan saludables como sabrosas y disfruta del contacto directo con la naturaleza, lejos de la rutina y de la vida estresante de las grandes ciudades.
Alimenta cuerpo, espíritu y mente en este «SPA Natural» que es el archipiélago de Madeira, donde el hombre recupera el contacto con las raíces ancestrales de la naturaleza.
Visita la isla de Porto Santo y descubre un paraíso dorado. Son nueve kilómetros de arena fina y suave, cuyas propiedades terapéuticas son un verdadero bálsamo para el cuerpo y para la mente.
En este ambiente de perfecta armonía entre la naturaleza y el hombre cobra sentido el proverbio «mente sana en cuerpo sano» porque aquí sentimos más paz y calma interior.
Porto Santo: El paraíso terrenal
Ha llegado el momento de conocer uno de los principales contrastes existentes en el archipiélago. Súbete a un avión o embarca en un barco de crucero, corre apenas 40 kilómetros y ven a conocer la isla de Porto Santo, descrita por los viajeros como un «Paraíso Terrenal».
Pasea por el extenso arenal dorado, sumérgete en las aguas cálidas y disfruta de la tranquilidad de una isla casi virgen. No te olvides del buceo, del golf, de la equitación, las veredas, el safari en jeep, el tenis, los paseos en calesa y la visita obligatoria a la casa donde vivió el navegante Cristóbal Colón.
Sin embargo, el gran secreto de la «isla Dorada» estuvo guardado durante siglos y no ha sido hasta ahora cuando los descubrimientos científicos han revelado lo que ya sabía desde hace mucho la sabiduría popular: las propiedades terapéuticas de la arena, con origen en el desmantelamiento de un arrecife de coral situado en una de las plataformas de la isla. Se trata de arena fina de características únicas, que poseen elementos químicos muy beneficiosos para la salud, a semejanza de lo que sucede con el agua del mar y el agua de las fuentes. Toda esta riqueza ya se está utilizando a favor del bienestar de residentes y visitantes a través del Centro de Talasoterapia.
Hostelería: Encanto y tradición
El refinamiento, el buen gusto, la calidad y la atención personalizada son la imagen de marca de la hostelería madeirense. La oferta es variada y el visitante puede optar por las ofertas hoteleras más modernas de la ciudad, por las centenarias «Quintas da Madeira» o por el turismo rural.
En la ciudad de Funchal encontramos los hoteles más modernos y contemporáneos de la región, la mayoría con certificados de calidad. Las habitaciones son lujosas, las vistas al mar y a la sierra son deslumbrantes, los restaurantes temáticos nos sumergen en el mundo de los sabores, y las piscinas, zonas para tomar el sol y los SPA's nos permiten relajarnos.
Algunos hoteles hacen alarde de una decoración minimalista y confortable, pero todos combinan refinamiento y bienestar.
Los más románticos podrán optar por las «Quintas da Madeira», donde durante siglos varias familias de la nobleza europea encontraron un refugio en forma de paraíso terrenal. Son pequeños palacios de arquitectura clásica madeirense rodeados de árboles centenarios, pequeños riachuelos que serpentean los jardines, ubicados en un entorno señorial por el que han pasado personalidades como Winston Churchill, el Emperador Austro-Húngaro, Carlos de Habsburgo y la princesa Sissi, entre otros. Las Quintas da Madeira, localizadas en zonas privilegiadas, encierran secretos, fragmentos de vida de otros tiempos. Un sueño que ahora está al alcance de todos. En estas casas señoriales, el lujo, el refinamiento y la tradición se suman a las nuevas comodidades, como son los casos de los SPA's, piscinas interiores y exteriores, restaurantes panorámicos con vistas al mar y a la sierra.
Si prefieres un ambiente más distendido y cercano a la naturaleza, el turismo rural es justo lo que necesitas. Son pequeños establecimientos hoteleros intimistas desde los cuales puedes partir a la aventura y descubrimiento de nuevos paisajes y sensaciones a través de veredas, levadas y otros itinerarios pedestres. A última hora del día podrás relajarse brindando con vino Madeira, porque seguirás inmerso en la naturaleza.
Actividades por mar, cielo y tierra
El clima suave que caracteriza a Madeira y Puerto Santo permite practicar todo tipo de actividades deportivas y de ocio al aire libre en cualquier época del año. Puedes elegir desde las modalidades náuticas hasta los deportes más radicales, pasando por los deportes tradicionales.
Para los amantes del mar, cuya temperatura varía entre los 17º C y los 25º C, se reúnen todas las condiciones para practicar snorkeling, buceo, vela, windsurf, surf y pesca deportiva durante todo el año. No renuncies a disfrutar de un tranquilo paseo por la costa a bordo de una embarcación, un catamarán o un velero, desde los que podrás observar delfines, ballenas y focas que surcan los mares de Madeira.
Los que buscan sensaciones más fuertes podrán encontrarlas en el cielo, en la tierra y en el agua. Sobrevuela la isla en parapente o ala delta, descubre el interior de Madeira practicando piragüismo (descenso de rápidos), escala los picos más altos, entra en un automóvil todo terreno, disfruta de la sensación de libertad que el kitesurfing proporciona o siente la adrenalina de una moto acuática.
Los que prefieren actividades más tranquilas deberán pasarse sin falta por los campos de golf de Madeira y de Porto Santo, que ofrecen condiciones sin igual para practicar esta modalidad, gracias a las excelentes condiciones climáticas y la calidad de los campos. El senderismo y los paseos a pie son otras excelentes alternativas, y tal vez las más solicitadas, para conocer más de cerca las características naturales del archipiélago.
Del comienzo de los tiempos al mañana
Madeira también es sinónimo de cultura y ocio. Prepárate para un viaje fascinante por la historia del archipiélago que empieza en la formación de la isla, en espacios como el «Madeira Story Center», y las «Grutas de São Vicente - Pabellón de Vulcanología». Después avanza hacia expresiones artísticas más cosmopolitas, que pueden apreciarse
en la «Casa das Mudas», ella misma un icono de la arquitectura contemporánea. Cuando crece la curiosidad sobre aquello que nos rodea nada mejor que visitar el Centro de Ciencia Viva de Porto Moniz, el Acuario de Madeira, el Madeira Magic (más pensado para los niños) y el Parque Temático de Santana.
Además, la oferta cultural incluye un gran abanico de museos entre los que destacan el Museo de Arte Sacro, el Museo de la Quinta das Cruzes, la Casa Museo Frederico de Freitas y el espacio cultural y cívico Universo de Memorias de João Carlos Abreu. El valor del patrimonio está reconocido a escala internacional, como son los casos de la Sé Catedral, la Iglesia del Colegio, la Capilla del Cuerpo Santo, entre otros monumentos esparcidos por la isla.
Gastronomía
La sencillez de la gastronomía del archipiélago de Madeira retrata el alma de un pueblo sencillo y generoso. De todos modos, existe una gran variedad de productos naturales que permiten elaborar infinidad de delicias gastronómicas, que van desde la cocina regional hasta la internacional.
Teniendo Madeira un contacto muy estrecho con el mar, en la mayoría de los restaurantes pueden degustarse excelentes platos de marisco y pescado fresco. Lapas, pulpo, langostinos, filete de atún y de pez espada, son solo algunos de los ejemplos de las delicias regionales. No pierdas las oportunidad de degustar la «brocheta» de carne de vaca, una brocheta de palo de laurel, y el bolo-do-caco, pan casero amasado con boniato; o de deleitarte con los deliciosos dulces madeirenses y prueba el típico Bolo-de-Mel, elaborado a base de ingredientes ricos, en concreto, especies y miel de caña de azúcar.
Descubre la fertilidad del terreno y la abundante fauna marítima, en comidas tan saludables como sabrosas y disfruta del contacto directo con la naturaleza, lejos de la rutina y de la vida estresante de las grandes ciudades.
Vino de Madeira
El suelo y el clima únicos de la isla de Madeira, tal como el proceso de producción y el tipo de uva cultivada, han contribuido a la distinción inigualable del Vino Madeira a lo largo del tiempo.
Elegido para celebrar la Independencia de EE. UU. el 4 de julio de 1776, elogiado por Shakespeare en algunas de sus obras, admirado por los reyes, príncipes, generales y exploradores, el Vino Madeira es sin duda alguna una reliquia.
Apreciado en todo el mundo y con un pasado histórico que se remonta más de cinco siglos atrás, este «néctar de los Dioses» es uno de los paradigmas de la isla de Madeira.
Contempla el verdadero espíritu constructivo de los madeirenses, patente a lo largo de los siglos, en las viñas cultivadas a mano, en pequeños recintos de tierra, conocidos como «poios», sustentados por paredes de tierra (terraços) en las laderas de las montañas, muchas veces de difícil acceso.
Son más de 30 las variedades de vino Madeira, sin embargo, las más nobles son la Sercial, Boal, Verdejo y Malvasia.
Entre los vinos secos destaca la variedad Sercial. Ideal como aperitivo, este vino de color claro es suave y muy aromático. El Verdejo encabeza los vinos semisecos. Delicado, bastante aromático y de color dorado, es el más indicado para acompañar la comida. La variedad Boal es semi-dulce, suave, noble, aterciopelado y de color dorado oscuro. Es la más recomendada para el asado y el postre. Entre comidas o en el postre son pocos los que se resisten a la variedad Malvasia, que representa el vino dulce, con cuerpo, de aroma intenso y color rojo.
Los amantes de este «arte» deberán visitar Madeira en septiembre para asistir y participar en las vendimias y en la Fiesta del Vino Madeira, que constituye un homenaje a este producto ancestral y reconocido más allá de sus fronteras.
Qué comprar
Mientras paseas, tendrás muchas oportunidades de comprar regalos originales. La capital, Funchal, ofrece un ambiente acogedor y cosmopolita. Para conocerla, nada mejor que pasear por sus calles pintorescas repletas de flores, apreciar sus antiguas
plazas de calzada portuguesa y descubrir tesoros arquitectónicos que datan de la época de los Descubrimientos.
Aquí existe un abanico muy diversificado de tiendas y espacios comerciales en los que encontrarás ese recuerdo tan especial, para marcar este momento único.
Cuando pasees por las calles del centro de Funchal, no olvides hacer una visita breve para conocer un poco mejor la riqueza de la artesanía madeirense, y pásate por una de las fábricas de bordado Madeira para conocer mejor estas delicadas obras de arte.
Visita la bodega de vino Madeira más antigua y descubre la historia que esconde este auténtico néctar de los Dioses. Descubre la variada oferta de productos regionales en el Mercado de los Labradores, desde la variedad de especias y aromas perfumados de sus flores que a todos deslumbra, hasta otros artículos típicos como: fruta exótica, típicas botas rústicas o incluso artículos de mimbre.
Laurisilva: Patrimonio natural mundial
La ciudad de Funchal escala las montañas y limita con el Parque Natural, que ocupa dos tercios de la isla, y donde se encuentra uno de los principales iconos de belleza genuina de la isla: «Laurisilva», el bosque autóctono de Madeira que se remonta al Período Terciario, y que fue declarado por la UNESCO Patrimonio Natural Mundial en 1999.
Esta herencia natural adquiere más color gracias al amplio abanico de plantas exóticas que convierten a Madeira en uno de los lugares del mundo con mayor índice de fitodiversidad, lo cual significa que la isla posee una elevada diversidad de plantas por metro cuadrado, algunas autóctonas, otras importadas a lo largo de los años.
Aventura: Un paseo por la naturaleza
Es un bosque encantado pero no prohibido. Intégrate en la naturaleza y descúbrela en su estado más puro. Ponte un calzado cómodo y adéntrate en las famosas «levadas» de Madeira que serpentean los bosques exuberantes o en las veredas que te pueden llevar hasta los 1.862 m de altitud.
Las «levadas», cursos de agua que empezaron a construirse en el siglo XVI, son actualmente una de las principales atracciones turísticas de la región. Cruzan las montañas llevando el agua del Norte al Sur, con el objetivo de regar los terrenos agrícolas más inaccesibles.
La belleza de estos cursos de agua es indescriptible. Por eso, nada mejor que dejar envolverse y caminar por uno de los múltiples trayectos existentes. Los más conocidos son los que llevan del Rabaçal en dirección a las 25 Fontes, de las Queimadas hasta el Caldeirão Verde, del Pico do Areeiro al Pico Ruivo y del Ribeiro Frio a Portela. También existe un paseo especialmente preparado para personas de movilidad reducida de poca dificultad, pero igualmente deslumbrante, que es el recorrido entre el Pico das Pedras y las Queimadas.
Islas Desertas y Selvagens: El encanto de una naturaleza equilibrada
El archipiélago también integra pequeñas islas deshabitadas a la distancia de un viaje en barco: las islas Desertas (a unas 8 horas) y las islas Selvagens (a aproximadamente 12 horas). Las primeras constituyen una reserva biogenética desde 1992, estatuto concedido por el Consejo de Europa debido a la presencia de mamíferos marinos únicos. El último reducto de la foca monje (Monachus monachus), la foca más amenazada del mundo, se ubica a unas 22 millas al sudeste de Funchal. Se han impuesto algunas restricciones en esta reserva para conservar la vida salvaje, como la prohibición de practicar pesca submarina y de navegar en la parte Sur. Para fondear o visitar las islas Desertas se necesita una autorización previa del Parque Natural de Madeira.
Las islas Selvagens, consideradas un «santuario ornitológico» por el elevado número de especies de aves marinas que nidifican en la isla, se sitúan a 180 millas de Madeira.
Constituidas por dos grupos de pequeñas islas, la Salvaje Grande y la Salvaje Pequeña ostentan el estatuto de Reserva Natural desde 1971, siendo este subarchipiélago una de las reservas portuguesas más antiguas.
Estación marítima internacional del puerto de Funchal
La estación marítima internacional del puerto de Funchal fue inaugurada en junio de 2010 confiriendo, tanto a la ciudad de Funchal como a la Región Autónoma de Madeira, una infraestructura de referencia en el turismo de cruceros. De esta manera, esta obra constituye una plusvalía en un segmento de mercado cada vez más competitivo y exigente.
Este reciente edificio arquitectónico, localizado en el muelle del Cais da Pontinha, ha contribuido a dotar a Madeira, y al elevado número de pasajeros de barcos de crucero que visitan la región, de mejores condiciones y accesos de confort y seguridad, posibilitando una mayor rapidez y eficacia en las operaciones de embarque y desembarque y optimizando el cumplimiento de las medidas de seguridad internacionales.
Marinas: Una puerta de entrada para regatistas
El litoral de Madeira y de Porto Santo resulta atractivo para los regatistas, que encuentran en el archipiélago puertos donde cobijarse de excelente calidad.
En la costa sur madeirense, donde el mar está más tranquilo, se encuentra la Marina do Funchal, la más antigua de la región, la moderna y acogedora Marina da Calheta y la Marina da Quinta do Lorde, situada en el extremo Este de Madeira. En Porto Santo, los amantes del mar también son bien recibidos gracias a las buenas condiciones que ofrece el puerto deportivo local.
Playas: El despertar de los sentidos
El archipiélago abraza el mar y no hay nada como darse un baño, tomar el sol y sumergirse en aguas cristalinas. Elige entre las decenas de playas de constitución rocosa, formadas por cantos rodados de basalto o por los modernos complejos balnearios salpicados por Madeira. Si optas por las playas podrás elegir entre la Playa Formosa, Playa de Calheta, Playa de los Reis Magos, Playa del Jardim do Mar, Playa de Madalena do Mar o la Playa de Porto Santo, situada en la isla vecina.
Los complejos balnearios de las Poças do Governador, del Club Naval, de la Doca do Cavacas, de la Barreirinha o de las Piscinas Naturales de Porto Moniz combinan el frescor del mar con las piscinas, zonas para tomar el sol, restaurantes, bares, balnearios y aparcamiento.
Buceo: El vibrante mundo subacuático
En Madeira, la naturaleza no vibra solo en la superficie del agua sino también en sus profundidades. El origen volcánico de este archipiélago que ha dado lugar a interesantes formaciones rocosas, la abundante y variada fauna y flora marina, además de la excelente temperatura y limpidez de las aguas, convierten este destino en un paraíso para el buceo.
En el mundo del silencio se encuentra la Reserva Natural Marina de Garajau y la Reserva Natural Marina de Rocha do Navio. Ponte un traje de buceo, calza las aletas, colócate una máscara y sal a descubrir la misteriosa vida subacuática.
La Reserva Parcial do Garajau, creada en 1986 y situada en la costa Sur de la isla, es el lugar ideal para practicar snorkeling y buceo con botella de oxígeno. Aquí, además de un sin fín de especies costeras, pueden observarse peces como el mero (Epinephelus marginatus), la morena (Muraena helena) e interesantes colonias de anguilas jardineras (Taenioconger longissimus).
Al igual que en Garajau, también en Rocha do Navio el buceo es libre, pero está prohibido cazar y pescar. Esta reserva, situada en el municipio de Santana, es conocida por ser el hábitat de la foca monje (Monachus monachus), también conocida como lobo marino.
Conexiones aéreas
Existen dos aeropuertos en el archipiélago: el Aeropuerto Internacional de Madeira y el Aeropuerto de Porto Santo.
Además de las conexiones aéreas oriundas de Portugal continental (Lisboa, Oporto y Faro), y de las Azores (Ponta Delgada), existen conexiones aéreas directas desde las principales capitales europeas. Un vuelo a Madeira dura aproximadamente 1:30 h partiendo de los aeropuertos portugueses, y algo más de 2 horas desde los principales aeropuertos del centro de Europa. Los vuelos entre Madeira y Porto Santo duran 15 minutos.
Para ampliar la información, consulta el sitio oficial del Aeropuerto de Madeira – www.ana.pt
Conexiones marítimas
Los puertos de Funchal y Porto Santo, visitados con frecuencia por barcos de crucero, sirven de punto de llegada a las islas y de punto de partida a otros destinos.Las conexiones diarias entre la isla de Madeira y la de Porto Santo se realizan en aproximadamente 2:15 h, desde el puerto de Funchal, en el transbordador «Lobo Marinho» de Porto Santo Line, que también permite transportar vehículos.
Informaciones útiles:
Pagina Web: www.visitmadeira.pt
Facebook Turismo de Madeira - www.facebook.com/turismodamadeira
Twitter Turismo de Madeira - https://twitter.com/madeira_islands
You Tube Turismo de Madeira - http://www.youtube.com/user/APMadeira
Flickr Turismo de Madeira - http://www.flickr.com/photos/apmadeirapt/collections
Issuu Turismo de Madeira - http://issuu.com/apmadeirapt
Virtual Visit Madeira - http://virtual.visitmadeira.pt/
APM – Asociación de Promoción de Madeira - http://www.ap-madeira.pt
Descubre la diversidad de Madeira, el extenso arenal dorado de la isla de Porto Santo y la riqueza de la flora y la fauna de las reservas naturales de las islas Desertas y de las islas Selvagens.
En Madeira, las montañas de perfil irregular y con una vegetación exuberante despuntan en el cielo, mientras que las bahías, playas y acantilados se unen con el mar cristalino de un azul intenso. Los contrastes armónicos combinan naturaleza con el aire cosmopolita de la capital de Madeira, donde impera el refinamiento y la animación. El mapa turístico y cultural de renombre internacional incluye eventos como el Carnaval, la Fiesta de la Flor, el Festival del Atlántico, la Fiesta del Vino de Madeira, el Festival de Colón, el Festival de la Naturaleza, las festividades de Navidad que culminan con el gran espectáculo de fuegos artificiales la noche del 31 de diciembre, reconocido en 2006 por el Guinness World of Records como el mayor espectáculo del mundo.
En el deporte, destacan el Rally Vinho Madeira, el Classic Car Rally y el Open de Golf de Madeira.
La cultura, las costumbres y las tradiciones de los madeirenses ganan vida al doblar cada esquina: en los museos históricos y contemporáneos, en el típico Mercado de los Labradores o en la industria del vino y del bordado. El pasado y el presente caminan de la mano.
Un SPA en pleno océano Atlántico
En el archipiélago de Madeira todo invita a relajarse. Una naturaleza inigualable, repleta de aire puro y balsámico, y un océano de aguas cálidas y cristalinas despiertan los sentidos.
Aprovecha los extractos de algas y plantas, el fresco aroma de las flores, el aire 100 por ciento puro asociado al clima templado y renueva tus energías. Descubre la fertilidad del terreno y la abundante fauna marítima, en comidas tan saludables como sabrosas y disfruta del contacto directo con la naturaleza, lejos de la rutina y de la vida estresante de las grandes ciudades.
Alimenta cuerpo, espíritu y mente en este «SPA Natural» que es el archipiélago de Madeira, donde el hombre recupera el contacto con las raíces ancestrales de la naturaleza.
Visita la isla de Porto Santo y descubre un paraíso dorado. Son nueve kilómetros de arena fina y suave, cuyas propiedades terapéuticas son un verdadero bálsamo para el cuerpo y para la mente.
En este ambiente de perfecta armonía entre la naturaleza y el hombre cobra sentido el proverbio «mente sana en cuerpo sano» porque aquí sentimos más paz y calma interior.
Porto Santo: El paraíso terrenal
Ha llegado el momento de conocer uno de los principales contrastes existentes en el archipiélago. Súbete a un avión o embarca en un barco de crucero, corre apenas 40 kilómetros y ven a conocer la isla de Porto Santo, descrita por los viajeros como un «Paraíso Terrenal».
Pasea por el extenso arenal dorado, sumérgete en las aguas cálidas y disfruta de la tranquilidad de una isla casi virgen. No te olvides del buceo, del golf, de la equitación, las veredas, el safari en jeep, el tenis, los paseos en calesa y la visita obligatoria a la casa donde vivió el navegante Cristóbal Colón.
Sin embargo, el gran secreto de la «isla Dorada» estuvo guardado durante siglos y no ha sido hasta ahora cuando los descubrimientos científicos han revelado lo que ya sabía desde hace mucho la sabiduría popular: las propiedades terapéuticas de la arena, con origen en el desmantelamiento de un arrecife de coral situado en una de las plataformas de la isla. Se trata de arena fina de características únicas, que poseen elementos químicos muy beneficiosos para la salud, a semejanza de lo que sucede con el agua del mar y el agua de las fuentes. Toda esta riqueza ya se está utilizando a favor del bienestar de residentes y visitantes a través del Centro de Talasoterapia.
Hostelería: Encanto y tradición
El refinamiento, el buen gusto, la calidad y la atención personalizada son la imagen de marca de la hostelería madeirense. La oferta es variada y el visitante puede optar por las ofertas hoteleras más modernas de la ciudad, por las centenarias «Quintas da Madeira» o por el turismo rural.
En la ciudad de Funchal encontramos los hoteles más modernos y contemporáneos de la región, la mayoría con certificados de calidad. Las habitaciones son lujosas, las vistas al mar y a la sierra son deslumbrantes, los restaurantes temáticos nos sumergen en el mundo de los sabores, y las piscinas, zonas para tomar el sol y los SPA's nos permiten relajarnos.
Algunos hoteles hacen alarde de una decoración minimalista y confortable, pero todos combinan refinamiento y bienestar.
Los más románticos podrán optar por las «Quintas da Madeira», donde durante siglos varias familias de la nobleza europea encontraron un refugio en forma de paraíso terrenal. Son pequeños palacios de arquitectura clásica madeirense rodeados de árboles centenarios, pequeños riachuelos que serpentean los jardines, ubicados en un entorno señorial por el que han pasado personalidades como Winston Churchill, el Emperador Austro-Húngaro, Carlos de Habsburgo y la princesa Sissi, entre otros. Las Quintas da Madeira, localizadas en zonas privilegiadas, encierran secretos, fragmentos de vida de otros tiempos. Un sueño que ahora está al alcance de todos. En estas casas señoriales, el lujo, el refinamiento y la tradición se suman a las nuevas comodidades, como son los casos de los SPA's, piscinas interiores y exteriores, restaurantes panorámicos con vistas al mar y a la sierra.
Si prefieres un ambiente más distendido y cercano a la naturaleza, el turismo rural es justo lo que necesitas. Son pequeños establecimientos hoteleros intimistas desde los cuales puedes partir a la aventura y descubrimiento de nuevos paisajes y sensaciones a través de veredas, levadas y otros itinerarios pedestres. A última hora del día podrás relajarse brindando con vino Madeira, porque seguirás inmerso en la naturaleza.
Actividades por mar, cielo y tierra
El clima suave que caracteriza a Madeira y Puerto Santo permite practicar todo tipo de actividades deportivas y de ocio al aire libre en cualquier época del año. Puedes elegir desde las modalidades náuticas hasta los deportes más radicales, pasando por los deportes tradicionales.
Para los amantes del mar, cuya temperatura varía entre los 17º C y los 25º C, se reúnen todas las condiciones para practicar snorkeling, buceo, vela, windsurf, surf y pesca deportiva durante todo el año. No renuncies a disfrutar de un tranquilo paseo por la costa a bordo de una embarcación, un catamarán o un velero, desde los que podrás observar delfines, ballenas y focas que surcan los mares de Madeira.
Los que buscan sensaciones más fuertes podrán encontrarlas en el cielo, en la tierra y en el agua. Sobrevuela la isla en parapente o ala delta, descubre el interior de Madeira practicando piragüismo (descenso de rápidos), escala los picos más altos, entra en un automóvil todo terreno, disfruta de la sensación de libertad que el kitesurfing proporciona o siente la adrenalina de una moto acuática.
Los que prefieren actividades más tranquilas deberán pasarse sin falta por los campos de golf de Madeira y de Porto Santo, que ofrecen condiciones sin igual para practicar esta modalidad, gracias a las excelentes condiciones climáticas y la calidad de los campos. El senderismo y los paseos a pie son otras excelentes alternativas, y tal vez las más solicitadas, para conocer más de cerca las características naturales del archipiélago.
Del comienzo de los tiempos al mañana
Madeira también es sinónimo de cultura y ocio. Prepárate para un viaje fascinante por la historia del archipiélago que empieza en la formación de la isla, en espacios como el «Madeira Story Center», y las «Grutas de São Vicente - Pabellón de Vulcanología». Después avanza hacia expresiones artísticas más cosmopolitas, que pueden apreciarse
en la «Casa das Mudas», ella misma un icono de la arquitectura contemporánea. Cuando crece la curiosidad sobre aquello que nos rodea nada mejor que visitar el Centro de Ciencia Viva de Porto Moniz, el Acuario de Madeira, el Madeira Magic (más pensado para los niños) y el Parque Temático de Santana.
Además, la oferta cultural incluye un gran abanico de museos entre los que destacan el Museo de Arte Sacro, el Museo de la Quinta das Cruzes, la Casa Museo Frederico de Freitas y el espacio cultural y cívico Universo de Memorias de João Carlos Abreu. El valor del patrimonio está reconocido a escala internacional, como son los casos de la Sé Catedral, la Iglesia del Colegio, la Capilla del Cuerpo Santo, entre otros monumentos esparcidos por la isla.
Gastronomía
La sencillez de la gastronomía del archipiélago de Madeira retrata el alma de un pueblo sencillo y generoso. De todos modos, existe una gran variedad de productos naturales que permiten elaborar infinidad de delicias gastronómicas, que van desde la cocina regional hasta la internacional.
Teniendo Madeira un contacto muy estrecho con el mar, en la mayoría de los restaurantes pueden degustarse excelentes platos de marisco y pescado fresco. Lapas, pulpo, langostinos, filete de atún y de pez espada, son solo algunos de los ejemplos de las delicias regionales. No pierdas las oportunidad de degustar la «brocheta» de carne de vaca, una brocheta de palo de laurel, y el bolo-do-caco, pan casero amasado con boniato; o de deleitarte con los deliciosos dulces madeirenses y prueba el típico Bolo-de-Mel, elaborado a base de ingredientes ricos, en concreto, especies y miel de caña de azúcar.
Descubre la fertilidad del terreno y la abundante fauna marítima, en comidas tan saludables como sabrosas y disfruta del contacto directo con la naturaleza, lejos de la rutina y de la vida estresante de las grandes ciudades.
Vino de Madeira
El suelo y el clima únicos de la isla de Madeira, tal como el proceso de producción y el tipo de uva cultivada, han contribuido a la distinción inigualable del Vino Madeira a lo largo del tiempo.
Elegido para celebrar la Independencia de EE. UU. el 4 de julio de 1776, elogiado por Shakespeare en algunas de sus obras, admirado por los reyes, príncipes, generales y exploradores, el Vino Madeira es sin duda alguna una reliquia.
Apreciado en todo el mundo y con un pasado histórico que se remonta más de cinco siglos atrás, este «néctar de los Dioses» es uno de los paradigmas de la isla de Madeira.
Contempla el verdadero espíritu constructivo de los madeirenses, patente a lo largo de los siglos, en las viñas cultivadas a mano, en pequeños recintos de tierra, conocidos como «poios», sustentados por paredes de tierra (terraços) en las laderas de las montañas, muchas veces de difícil acceso.
Son más de 30 las variedades de vino Madeira, sin embargo, las más nobles son la Sercial, Boal, Verdejo y Malvasia.
Entre los vinos secos destaca la variedad Sercial. Ideal como aperitivo, este vino de color claro es suave y muy aromático. El Verdejo encabeza los vinos semisecos. Delicado, bastante aromático y de color dorado, es el más indicado para acompañar la comida. La variedad Boal es semi-dulce, suave, noble, aterciopelado y de color dorado oscuro. Es la más recomendada para el asado y el postre. Entre comidas o en el postre son pocos los que se resisten a la variedad Malvasia, que representa el vino dulce, con cuerpo, de aroma intenso y color rojo.
Los amantes de este «arte» deberán visitar Madeira en septiembre para asistir y participar en las vendimias y en la Fiesta del Vino Madeira, que constituye un homenaje a este producto ancestral y reconocido más allá de sus fronteras.
Qué comprar
Mientras paseas, tendrás muchas oportunidades de comprar regalos originales. La capital, Funchal, ofrece un ambiente acogedor y cosmopolita. Para conocerla, nada mejor que pasear por sus calles pintorescas repletas de flores, apreciar sus antiguas
plazas de calzada portuguesa y descubrir tesoros arquitectónicos que datan de la época de los Descubrimientos.
Aquí existe un abanico muy diversificado de tiendas y espacios comerciales en los que encontrarás ese recuerdo tan especial, para marcar este momento único.
Cuando pasees por las calles del centro de Funchal, no olvides hacer una visita breve para conocer un poco mejor la riqueza de la artesanía madeirense, y pásate por una de las fábricas de bordado Madeira para conocer mejor estas delicadas obras de arte.
Visita la bodega de vino Madeira más antigua y descubre la historia que esconde este auténtico néctar de los Dioses. Descubre la variada oferta de productos regionales en el Mercado de los Labradores, desde la variedad de especias y aromas perfumados de sus flores que a todos deslumbra, hasta otros artículos típicos como: fruta exótica, típicas botas rústicas o incluso artículos de mimbre.
Laurisilva: Patrimonio natural mundial
La ciudad de Funchal escala las montañas y limita con el Parque Natural, que ocupa dos tercios de la isla, y donde se encuentra uno de los principales iconos de belleza genuina de la isla: «Laurisilva», el bosque autóctono de Madeira que se remonta al Período Terciario, y que fue declarado por la UNESCO Patrimonio Natural Mundial en 1999.
Esta herencia natural adquiere más color gracias al amplio abanico de plantas exóticas que convierten a Madeira en uno de los lugares del mundo con mayor índice de fitodiversidad, lo cual significa que la isla posee una elevada diversidad de plantas por metro cuadrado, algunas autóctonas, otras importadas a lo largo de los años.
Aventura: Un paseo por la naturaleza
Es un bosque encantado pero no prohibido. Intégrate en la naturaleza y descúbrela en su estado más puro. Ponte un calzado cómodo y adéntrate en las famosas «levadas» de Madeira que serpentean los bosques exuberantes o en las veredas que te pueden llevar hasta los 1.862 m de altitud.
Las «levadas», cursos de agua que empezaron a construirse en el siglo XVI, son actualmente una de las principales atracciones turísticas de la región. Cruzan las montañas llevando el agua del Norte al Sur, con el objetivo de regar los terrenos agrícolas más inaccesibles.
La belleza de estos cursos de agua es indescriptible. Por eso, nada mejor que dejar envolverse y caminar por uno de los múltiples trayectos existentes. Los más conocidos son los que llevan del Rabaçal en dirección a las 25 Fontes, de las Queimadas hasta el Caldeirão Verde, del Pico do Areeiro al Pico Ruivo y del Ribeiro Frio a Portela. También existe un paseo especialmente preparado para personas de movilidad reducida de poca dificultad, pero igualmente deslumbrante, que es el recorrido entre el Pico das Pedras y las Queimadas.
Islas Desertas y Selvagens: El encanto de una naturaleza equilibrada
El archipiélago también integra pequeñas islas deshabitadas a la distancia de un viaje en barco: las islas Desertas (a unas 8 horas) y las islas Selvagens (a aproximadamente 12 horas). Las primeras constituyen una reserva biogenética desde 1992, estatuto concedido por el Consejo de Europa debido a la presencia de mamíferos marinos únicos. El último reducto de la foca monje (Monachus monachus), la foca más amenazada del mundo, se ubica a unas 22 millas al sudeste de Funchal. Se han impuesto algunas restricciones en esta reserva para conservar la vida salvaje, como la prohibición de practicar pesca submarina y de navegar en la parte Sur. Para fondear o visitar las islas Desertas se necesita una autorización previa del Parque Natural de Madeira.
Las islas Selvagens, consideradas un «santuario ornitológico» por el elevado número de especies de aves marinas que nidifican en la isla, se sitúan a 180 millas de Madeira.
Constituidas por dos grupos de pequeñas islas, la Salvaje Grande y la Salvaje Pequeña ostentan el estatuto de Reserva Natural desde 1971, siendo este subarchipiélago una de las reservas portuguesas más antiguas.
Estación marítima internacional del puerto de Funchal
La estación marítima internacional del puerto de Funchal fue inaugurada en junio de 2010 confiriendo, tanto a la ciudad de Funchal como a la Región Autónoma de Madeira, una infraestructura de referencia en el turismo de cruceros. De esta manera, esta obra constituye una plusvalía en un segmento de mercado cada vez más competitivo y exigente.
Este reciente edificio arquitectónico, localizado en el muelle del Cais da Pontinha, ha contribuido a dotar a Madeira, y al elevado número de pasajeros de barcos de crucero que visitan la región, de mejores condiciones y accesos de confort y seguridad, posibilitando una mayor rapidez y eficacia en las operaciones de embarque y desembarque y optimizando el cumplimiento de las medidas de seguridad internacionales.
Marinas: Una puerta de entrada para regatistas
El litoral de Madeira y de Porto Santo resulta atractivo para los regatistas, que encuentran en el archipiélago puertos donde cobijarse de excelente calidad.
En la costa sur madeirense, donde el mar está más tranquilo, se encuentra la Marina do Funchal, la más antigua de la región, la moderna y acogedora Marina da Calheta y la Marina da Quinta do Lorde, situada en el extremo Este de Madeira. En Porto Santo, los amantes del mar también son bien recibidos gracias a las buenas condiciones que ofrece el puerto deportivo local.
Playas: El despertar de los sentidos
El archipiélago abraza el mar y no hay nada como darse un baño, tomar el sol y sumergirse en aguas cristalinas. Elige entre las decenas de playas de constitución rocosa, formadas por cantos rodados de basalto o por los modernos complejos balnearios salpicados por Madeira. Si optas por las playas podrás elegir entre la Playa Formosa, Playa de Calheta, Playa de los Reis Magos, Playa del Jardim do Mar, Playa de Madalena do Mar o la Playa de Porto Santo, situada en la isla vecina.
Los complejos balnearios de las Poças do Governador, del Club Naval, de la Doca do Cavacas, de la Barreirinha o de las Piscinas Naturales de Porto Moniz combinan el frescor del mar con las piscinas, zonas para tomar el sol, restaurantes, bares, balnearios y aparcamiento.
Buceo: El vibrante mundo subacuático
En Madeira, la naturaleza no vibra solo en la superficie del agua sino también en sus profundidades. El origen volcánico de este archipiélago que ha dado lugar a interesantes formaciones rocosas, la abundante y variada fauna y flora marina, además de la excelente temperatura y limpidez de las aguas, convierten este destino en un paraíso para el buceo.
En el mundo del silencio se encuentra la Reserva Natural Marina de Garajau y la Reserva Natural Marina de Rocha do Navio. Ponte un traje de buceo, calza las aletas, colócate una máscara y sal a descubrir la misteriosa vida subacuática.
La Reserva Parcial do Garajau, creada en 1986 y situada en la costa Sur de la isla, es el lugar ideal para practicar snorkeling y buceo con botella de oxígeno. Aquí, además de un sin fín de especies costeras, pueden observarse peces como el mero (Epinephelus marginatus), la morena (Muraena helena) e interesantes colonias de anguilas jardineras (Taenioconger longissimus).
Al igual que en Garajau, también en Rocha do Navio el buceo es libre, pero está prohibido cazar y pescar. Esta reserva, situada en el municipio de Santana, es conocida por ser el hábitat de la foca monje (Monachus monachus), también conocida como lobo marino.
Conexiones aéreas
Existen dos aeropuertos en el archipiélago: el Aeropuerto Internacional de Madeira y el Aeropuerto de Porto Santo.
Además de las conexiones aéreas oriundas de Portugal continental (Lisboa, Oporto y Faro), y de las Azores (Ponta Delgada), existen conexiones aéreas directas desde las principales capitales europeas. Un vuelo a Madeira dura aproximadamente 1:30 h partiendo de los aeropuertos portugueses, y algo más de 2 horas desde los principales aeropuertos del centro de Europa. Los vuelos entre Madeira y Porto Santo duran 15 minutos.
Para ampliar la información, consulta el sitio oficial del Aeropuerto de Madeira – www.ana.pt
Conexiones marítimas
Los puertos de Funchal y Porto Santo, visitados con frecuencia por barcos de crucero, sirven de punto de llegada a las islas y de punto de partida a otros destinos.Las conexiones diarias entre la isla de Madeira y la de Porto Santo se realizan en aproximadamente 2:15 h, desde el puerto de Funchal, en el transbordador «Lobo Marinho» de Porto Santo Line, que también permite transportar vehículos.
Informaciones útiles:
Pagina Web: www.visitmadeira.pt
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