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Fecha de publicación
28 febrero 2022

El mejor momento para abrir una franquicia

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3 min.
ES Español
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Septiembre es un mes que, al margen de licencias, es uno de los mejores periodos para abrir un negocio. Otra buena fecha para emprender en cadena es enero.

Septiembre es un mes que, al margen de licencias, es uno de los mejores periodos para abrir un negocio. Se cumplen varias condiciones que hacen que sea propicio: regreso de las vacaciones y es la época previa a la Navidad, cuando el consumo repunta de forma intensa. durante el periodo vacacional, los emprendedores tienen tiempo para plantearse cuestiones vitales que les empujen a montar el negocio.

Otra buena fecha para emprender en cadena es enero. El inicio de año es un momento de toma de decisiones trascendentes, como ir al gimnasio, seguir una dieta, dejar de fumar o, por qué no, abrir una franquicia. Además, a partir de este mes se suceden una serie de eventos, que pueden impulsar las aperturas. Por contra, no es recomendable abrir una enseña en agosto –aunque no siempre es así– ni en diciembre. En estas fechas la gente desconecta.

Pero más allá de cuestiones vitales, hay que valorar otros factores, como el manejo de los tempos. Hay que abrir la enseña dos o tres meses antes de la máxima afluencia prevista al local. Por mucha formación que tengan los empleados, necesitan unos meses de rodaje, sobre todo en el sector de la hostelería y restauración. Agosto, en este sentido, es una buena fecha para abrir. Los empleados necesitan, como mínimo, tres meses, tras la apertura del establecimiento, para hacerse con la dinámica del trabajo. En cualquier caso, una persona no está perfectamente ‘cuajada’ hasta pasados seis meses de la inauguración.

Como observamos, esto de abrir según qué mes va por barrios -sectores-… Existen segmentos que, por su propia estacionalidad, requieren momentos muy puntuales. Las franquicias con una demanda importante en verano, como las heladerías, deberían abrir en marzo–abril. Lo cierto es que han de estar preparadas antes de que llegue el momento culminante, en junio–julio. Del mismo modo, una agencia de viajes abriría sus puertas antes del verano, para aprovechar la afluencia de clientes en esa época.

En cuanto al segmento textil, que se mueve –aunque cada vez menos– por las temporadas primavera-verano y otoño-invierno: febrero, por ejemplo, sería un buen momento para comenzar la campaña primavera-verano.