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17 febrero 2021

Claves del proceso de elaboración del plan de inversión para abrir una franquicia

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Elaborar un plan de negocio es un proceso con varias incógnitas que nos obligan a tomar decisiones arriesgadas o conservadoras. La inversión es un concepto más dinámico de lo que a priori puede parecer. Entender este dinamismo y sus reglas es muy importante antes de empezar. Por supuesto que lo más importante de todo este proceso está en cuantificar con exactitud cada una de las partidas que hemos descrito anteriormente. Sobre todo, aquellas que dependen de elementos o situaciones indeterminadas o variables

En este sentido, la obra civil y las necesidades de circulante son las partidas que más quebraderos de cabeza pueden originar en caso de que se cuantifiquen de manera poco rigurosa, porque nos pueden generar desviaciones de más del 20% sobre los presupuestos originales. Disponer de un local es imprescindible para tener una aproximación realista de las necesidades de inversión. Conocer su estado, y que éste sea evaluado por un profesional que determine el trabajo que se requiere para adaptarlo a la imagen corporativa.

Elaborar un escenario de flujos de caja, teniendo en cuenta variables de ese negocio tales como períodos de pago a proveedores, períodos de cobro de clientes, curva de facturación, estacionalidad del negocio o gastos mensuales (fijos y variables). En definitiva, hay que seguir un plan basado en identificar y determinar todas las salidas de dinero que se van a producir para montar una franquicia.

Peligros a la hora de montar una franquicia

Hay una serie de peligros a la hora de montar un negocio que conviene tener en cuenta. El primer peligro es dar por bueno todo lo que nos traslada el franquiciador en su información inicial. No porque sea falso o incorrecto, ni mucho menos, sino más bien por dos razones: estos escenarios se basan en un estándar que no tiene por qué coincidir con el nuestro, y que de hecho no lo va a hacer (tamaño de local, su estado, zona de implantación. Y, por otro lado, es posible que dicho planteamiento no recoja todas las partidas que suponen un desembolso económico.

Otro de los peligros es obviar alguna de las partidas definidas. Sobre todo, las que suponen un porcentaje más voluminoso sobre el total, como las fianzas o el IVA. Otro peligro se encuentra en cuantificar de manera errónea cada una de las partidas de inversión anteriores, especialmente las más variables, como la obra civil o el capital circulante.

Por último, es importante que prestemos especial atención a los tiempos de ejecución de trabajos de terceros. Especialmente cuando se ha negociado carencia en el arrendamiento. Los retrasos nos pueden ocasionar que tengamos que empezar a pagar el alquiler sin que el negocio esté todavía generando ingresos.

Consejos prácticos para abrir una franquicia

Por todo lo anterior y para evitar que un error en esta fase comprometa el futuro del negocio, es necesario apoyarse en expertos que estén acostumbrados a realizar planes de inversión y a cuantificar partidas que requieren de una especial dificultad en su determinación, sobre todo en temas en los que carecemos de experiencia.

Es importante que contemos como punto de partida con la información que nos proporciona el franquiciador. Si bien ya advertido de cómo hay que manejarla, aunque en determinados conceptos es absolutamente fiable, sobre todo cuando se trabaja “llave en mano”.

Preparar una lista de todos los conceptos que van a suponer una salida de dinero con independencia de que se encuentren en el plan de inversiones que nos proporciona el franquiciador. Cuantificar esa lista sobre la base de los consejos anteriores, validando la información proporcionada por el franquiciador, o modificándola según proceda de los análisis o de los escenarios concretos.

Comparar presupuestos en aquellas áreas en las que el franquiciador no nos proporciona una solución cerrada. Conocer si las opciones que estamos barajando están en línea de mercado. Por supuesto, solicitando el visto bueno del franquiciador que siempre nos proporcionará orientación.

Cerrar los presupuestos para evitar sorpresas. Especialmente en lo referente a la obra civil, así como fijar los tiempos para incurrir en costes adicionales. Por ejemplo, el pago del alquiler cuando el negocio todavía no ha abierto sus puertas.

Siguiendo todos estos pasos, estaremos en condiciones de poder preparar nuestro plan de inversiones con un grado de desviación mínimo. Podremos determinar si con los fondos de que disponemos, además de la financiación que podemos conseguir, estamos en condiciones de afrontar la implantación del negocio.