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07 octubre 2021

Iluminación de piscinas: hola led, adiós halógenos

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Desde el pasado 1 de septiembre ha entrado en vigor el Reglamento UE 2019/2020, sobre requisitos de diseño ecológico para productos de iluminación, por el cual la venta de luces halógenas para piscinas en países de la Unión Europea queda prohibida. Ello quiere decir que desde esa fecha se prohíbe la colocación de lámparas halógenas en las piscinas y deben sustituirse por led.

Según el nuevo reglamento europeo de etiquetado energético para lámparas y proyectores, no solo se debe pasar de proyectores halógenos a bombillas led para cualquier proyecto nuevo o de renovación de piscinas, sino que incluso se prohíbe la venta de luces halógenas para piscinas en el mercado de la Unión Europea, además del Reino Unido. Esta norma atiende a las necesidades de mejora de la eficiencia energética, que es uno de los pilares de la transición hacia una economía baja en emisiones.

Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el 11,75% del consumo eléctrico de los hogares se destina a iluminación, por lo que las decisiones de eficiencia energética del usuario en este ámbito suponen un importante ahorro en su factura. En el caso de las piscinas residenciales, este cambio puede suponer hasta un 90-95% de ahorro en el consumo energético, además de las 50.000 horas de vida útil que tienen las lámparas led, una 50 veces más que las halógenas.

Nuevo etiquetado energético

La nueva normativa también señala un nuevo etiquetado energético de fuentes de iluminación (fundamentalmente bombillas y lámparas). Como se aprecia en la imagen, el nuevo etiquetado de productos eléctricos elimina las clases energéticas A+, A++ y A+++, volviendo a una escala de clasificación que va de la A a la G, donde la A se asigna a los productos de menor consumo y mayor eficiencia energética, y la G a los de mayor consumo y menor eficiencia energética. De esta forma, la etiqueta mantiene siete clases diferentes. Las nuevas etiquetas también deben incorporar un código QR exclusivo para que el consumidor pueda acceder, a través de su smartphone, a las características y datos específicos de cada modelo dentro de una nueva base de datos a escala europea denominada EPREL (European Product Database for Energy Labelling).

El objetivo de este cambio es fomentar el desarrollo tecnológico y ampliar el rango de elección de productos a los consumidores según su eficiencia energética. En los últimos años, las categorías A+ y superiores se han saturado de modelos, y los nuevos desarrollos tecnológicos no han encontrado un hueco para diferenciarse adecuadamente dentro de la escala de eficiencia establecida.