cabecera noticias cabecera noticias móvil
Fecha de publicación
09 diciembre 2025

La agrovoltaica avanza en España y se consolida como una pieza clave para la transición energética

Tiempo de lectura
4 min.
ES Español
Secciones de la noticia

La combinación de agricultura y energía solar se perfila como una solución estratégica que compatibiliza producción agraria y generación renovable, reforzando los objetivos de descarbonización.

La agrovoltaica avanza con paso firme en España y empieza a consolidarse como un modelo clave para la transición energética y el desarrollo sostenible del medio rural. El interés creciente por esta tecnología, que combina la producción agrícola con la generación de energía solar en una misma superficie, se ha reflejado en diversos encuentros del sector, donde agricultores, empresas energéticas e instituciones han destacado su potencial para incrementar la eficiencia del territorio sin sacrificar uso agrario.

Desde la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), su director general, José Donoso, recuerda que “no existe la dicotomía entre agricultura o fotovoltaica”, subrayando que la planificación del PNIEC deja disponible el 99% del suelo agrícola exclusivamente para usos agrarios y que “ambos usos del suelo son compatibles y simbióticos gracias a la agrovoltaica”. Esta visión es compartida cada vez por más profesionales del sector agrario, que ven en este modelo una oportunidad para mejorar la resiliencia de los cultivos frente al cambio climático, optimizar el uso del agua y reducir el estrés térmico gracias a la sombra parcial generada por los paneles.

El interés creciente también responde a la aparición de estudios, ensayos y experiencias piloto que muestran beneficios tangibles para diferentes tipos de cultivos. En explotaciones donde se han probado sistemas agrovoltaicos, los agricultores han observado mejoras en la retención de humedad del suelo, aumentos en la productividad en determinadas condiciones climáticas y una reducción del impacto de olas de calor cada vez más frecuentes. Este tipo de resultados está contribuyendo a derribar la idea de incompatibilidad entre agricultura y renovables, y ha impulsado un diálogo técnico entre investigadores, empresas y administraciones para diseñar soluciones adaptadas a las necesidades específicas del campo español.

A este impulso sectorial se suma el respaldo institucional, especialmente a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y del IDAE. En su última convocatoria de ayudas, el IDAE ha destinado 148,5 millones de euros a 199 proyectos pioneros en energías renovables innovadoras, entre los que destacan de forma notable los proyectos de agrovoltaica con almacenamiento. Esta línea específica cuenta con 77,1 millones de euros repartidos en 62 proyectos, la mayoría vinculados a explotaciones agrícolas dedicadas a cultivos arbóreos y hortícolas. Esta inversión pública, financiada con fondos europeos del Plan de Recuperación, impulsa instalaciones que permiten compatibilizar las actividades del campo con la generación de electricidad renovable, gracias al uso de estructuras elevadas o diseños que permiten mantener e incluso mejorar la producción agrícola.

El avance del sector no es únicamente tecnológico o económico, sino también organizativo. Diversas entidades agrarias y energéticas han puesto en marcha iniciativas de difusión y colaboración para promover este modelo, reforzando el conocimiento técnico y ayudando a estructurar un mercado que, aunque todavía emergente, muestra signos claros de expansión. A ello se suma el hecho de que España se está convirtiendo en uno de los países de referencia en Europa por su apuesta por el desarrollo de proyectos agrovoltaicos con impacto real en explotaciones agrícolas. La publicación del primer mapa nacional de iniciativas en esta materia, impulsado por el Ministerio y entidades del sector, confirma que la agrovoltaica ya cuenta con una presencia relevante y creciente en diversas regiones del país, especialmente en territorios con fuerte actividad agraria.

Este impulso conjunto sitúa a la agrovoltaica como una de las tendencias más significativas en el camino hacia la descarbonización. Su capacidad para integrar energía renovable y actividad agrícola, optimizar el uso del suelo, reforzar la soberanía energética y generar oportunidades en el medio rural la convierte en una tecnología especialmente relevante para los próximos años. Su evolución será también protagonista en la Semana Internacional de la Electrificación y la Descarbonización, donde el sector energético y el agrícola analizarán cómo seguir avanzando hacia un modelo más eficiente, sostenible e integrador.