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10 febrero 2014

Un año sabático: la pesadilla de muchos padres

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En Europa es una tendencia más que aceptada, no tanto en España, donde deberíamos empezar a tenerla muy en cuenta.

Hoy en día muchos estudiantes optan por un "año sabático" entre la secundaria y la universidad. Por lo general a los padres no les parece tan buena idea, creen que no es la mejor decisión que su hijo adolescente podría tomar. ¿O sí? Los padres temen que su hijo desconecte de los estudios, pierda el hábito y nunca retome la universidad. Pero antes de que vosotros, padres, empecéis a flipar, echemos un vistazo a algunas de las razones por las que tu hijo debería contar con tu apoyo.

¿Crees que los estudiantes que optan por un año sabático después de la secundaria sólo piensan en salir de fiesta y vaguear todo el día? Puede ser. Pero no me negaréis que no es lo mismo un año sabático en casa de papá que un año sabático adquiriendo experiencia en el extranjero. De hecho, esta experiencia hace que en muchos casos los estudiantes maduren y se centren más, les permite también ganar confianza y seguridad en sí mismos para descubrir qué es lo que realmente quieren hacer con su vida. ¿Quién sabía a los 18 lo que quería hacer? Yo desde luego no.

Si nos remitimos a los hechos (porque me ha resultado imposible encontrar cifras concretas y que no bailasen cantosamente), muchos estudiantes cambian de carrera porque no saben qué estudiar. ¿Quién no conoce algún caso? Estas circunstancias les llevan a invertir, al menos, uno o dos años más para terminar sus estudios, el tiempo que destinó a decidir qué era lo que realmente quería estudiar. Empezar la universidad sin estar realmente preparado puede convertirse en una auténtica pesadilla. Las cifras también demuestran que los estudiantes mejor preparados, y no nos referimos sólo a preparación académica, son los que consiguen mejores resultados en la universidad.

Empieza a haber, incluso, universidades prestigiosas como Harvard y Princeton que buscan estudiantes que haya disfrutado de un año sabático antes de comenzar sus estudios, así se garantizan alumnos más específicos, experimentados y seguros con su trayectoria académica.

Un año Gap, su nombre en inglés, pueden llevarse a cabo con infinidad de programas y en una gran variedad de destinos. Si ya te has convencido de las bondades que puede suponer para tu hijo, a continuación te comento algunos detalles que también debes tener en cuenta. La planificación del año sabático es casi tan importante como el año sabático en sí. ¿Qué mejor comienzo para que tu hijo empiece a ser responsable de sí mismo?

Tema económico

En ésta vida nada es gratis y un año sabático cuesta dinero. Cursos de idiomas, High School en el extranjero, becas o programas de voluntariado cuestan dinero. Siempre puedes escoger una opción que te permita combinar estudios de idioma y trabajo o ahorrar durante el verano, pero, en la mayoría de los casos sigue siendo necesaria una la ayuda de los padres. Además, más vale prevenir que curar, ¿no?

Elige tu sueño

Un año sabático puede convertirse en el viaje de su vida. A tu hijo le enseñará quién es y le descubrirá aquello que realmente quiere ser en su vida. Para hacer esto posible es importante elegir el programa adecuado. Existen infinidad de websites con diferentes programas sobre años sabáticos, por lo que no será tarea fácil decidirse. Infórmate bien antes de decidirte por algo que no estés seguro si encaja contigo.

La planificación es la clave

Suena un poco cursi, pero sí es necesario para planear todo esto. Asegúrate de conocer los plazos, cuidar el tema de los seguros, incluso planificar vacunas o comprar pastillas, que serán necesarias para tu destino, y pensar en un plan B en caso de que tu elección no esté disponible. Y, por supuesto, ¡no te olvides de los plazos de solicitud de las universidades para el año siguiente!

Y si aún dudas de los beneficios de un año sabático en el extranjero o te preocupan los precios, considera la siguiente cita:

"Un viaje es lo único que vas a comprar y te va a hacer más rico".