Sofia Lanusse
Opening Lisboa
Opening
Arcolisboa 2025
Hace dieciocho años un usuario de YouTube llamado «unboxit» publicó un video titulado Unboxing Ceremony of Nokia E61. Fue el primer video de un unboxing del que tenemos constancia. Durante un minuto y veintiséis segundos un hombre abre la caja de un teléfono móvil último modelo y muestra su contenido. Este acto tan sencillo, abrir un producto nuevo ante la cámara, dio inicio a una tendencia que se extendió por el mundo tecnológico, donde las personas estaban ansiosas por ver los últimos gadgets antes de comprarlos. A medida que el formato fue creciendo, se amplió a otros ámbitos como la moda, los juguetes y los artículos de lujo, con vídeos cada vez más elaborados y atractivos. Alrededor de 2010, los vídeos de unboxing ya eran muy populares. La gente disfrutaba de la sensación de experimentar algo nuevo sin tener que comprarlo ellos mismos.
Hoy en día, estos videos han adquirido un tono más abstracto. Ya no son simplemente reseñas de productos, sino que se enfocan en mostrar la excitación que causa desvelar el objeto. En lugar de presumir el último modelo de un teléfono, muchos videos se centran en objetos desconocidos u olvidados como mystery boxes, correo perdido o paquetes devueltos. Lo importante es descubrir qué ocultan en su interior.
Lo cierto es que un unboxing es, en esencia, una ceremonia del misterio. Abrir uno de estos crípticos paquetes desarticula las estructuras simbólicas que definen la idea de anticipación y el atractivo de lo desconocido. La sorpresa, junto con la comida, el sueño y el amor, podría considerarse como otra necesidad básica del ser humano, ya que es el combustible que aviva el pensamiento y amplía nuestras expectativas. La revelación no sólo tiene que ver con el objeto oculto, sino con la arquitectura emocional en torno al suspense y el descubrimiento.
Gran parte del esfuerzo artístico depende del desempaquetado de las expectativas, que frecuentemente asociamos con la «frescura» o «novedad» de una obra y que relacionamos con la juventud. Sin embargo, el concepto de «novedad» es enormemente complejo, difícil de definir y resistente a cualquier tipo de estandarización. En el arte lo «nuevo» no se puede considerar como un simple adjetivo, sino que debemos pensarlo como una fuerza en movimiento, como una oscilación pendular que nos arrastra como el ir y venir de las olas. La sensación de novedad va más allá de la cantidad, la edad o las categorías. Basta pensar, por ejemplo, en cómo conceptualizamos constantemente el pasado en términos de futuro al recuperar a artistas que fueron olvidados o subestimados en su época, pero cuya obra sigue vibrando con un sentido de relevancia, reinvención o innovación tardía.
En contextos con exceso de estímulos, como en una feria de arte, detectar algo como la «novedad» puede resultar difícil, ya que la atención se pierde ante la abrumadora densidad de información visual y conceptual. La sección Opening busca contrarrestar este efecto ofreciendo un espacio de encuentro más pausado e intencionado, un área diseñada para la proximidad. Es por ello que la sección se sitúa en un edificio adyacente a la feria principal, separada desde el punto de vista físico y conceptual. Forma parte del conjunto, pero lo rodea intencionalmente, como una cámara de eco para obras que se alimentan de los matices, la intimidad y la revelación gradual. De este modo, la sección Opening refleja el propio ritual de unboxing: un portal en el que lo «nuevo» no es evidente de inmediato, sino que se va revelando a través de la atención, los gestos y la emoción de no saber todavía qué es lo que tenemos delante.
Con una selección de 17 expositores internacionales, 3 de los cuales ya expusieron el año pasado y 14 que participan por primera vez, Opening es un espacio que se resiste a la premura. En un mundo acelerado, inundado de imágenes y estímulos constantes, nos invita a desacelerar, a observar y a profundizar la experiencia.
Comisarios:
As Formas do Oceano
¿Cuántas formas tiene el agua salada que forma el océano Atlántico? ¿Qué ocurre cuando artistas de distintos puertos del Atlántico ocupan un espacio central en la ciudad de Lisboa?
Estas y otras preguntas forman parte de las muchas cuestiones que surgen a partir de la presencia de un conjunto de galerías provenientes de las diferentes Áfricas, Américas y Europas.
Lo que las formas del océano parecen revelar es una producción artística de extrema sofisticación que, desde su surgimiento, coquetea con una dimensión que va más allá de los límites nacionales y se expande de forma transaccional, reuniendo experiencias que afirman la centralidad de las poéticas negras en el escenario del arte contemporáneo internacional.
Durante Arco Lisboa, agentes de diferentes partes del entorno artístico global tendrán la oportunidad de profundizar su relación con una producción artística que inevitablemente nace con la lengua y el lenguaje del océano, que de muchas maneras inventó la experiencia moderna occidental. Que esto ocurra desde Portugal es una prueba más de que las formas del océano son, al mismo tiempo, bravas y poéticas.
Reunir artistas y galerías que conectan la noción de América Negra con una perspectiva más amplia de la dimensión Atlántica del mundo es una de las propuestas que permiten comprender las diferentes formas de elaboración de la experiencia poética de personas negras. Existen, indiscutiblemente, prácticas artísticas de extremo rigor que se presentan aquí tanto por sus proximidades como por sus particularidades.
Esta curaduría parte del diálogo entre dos curadores y busca abordar estas (des)conexiones en el ámbito de las artes visuales —intercambios poéticos entre artistas africanos, afro-diaspóricos y brasileños. Está concebida pensando en las relaciones afroatlánticas de forma expandida, no limitada únicamente por territorio y geografía.
Paula Nascimento & Igor Simões
Comisarios: