

Las inteligencias múltiples en el aula

Begoña Ibarrola hablará sobre las inteligencias múltiples en el aula, en la Sala de Conferencias de SIMO Educación 2014
"Las ideas de Howard Gardner, Profesor de psicología de la Universidad de Harvard y de neurología en la de Boston, así como presidente del comité gestor del Project Zero (Escuela Superior de Educación de Harvard), han obligando a muchos profesionales a repensar numerosas asuntos relativos al aprendizaje y las capacidades humanas, que se creían bien resueltos. Sus líneas de investigación se han centrado en el análisis de las capacidades cognitivas a partir del cual ha formulado la teoría de las 'inteligencias múltiples'(Frames of Mind, 1983).
Estamos acostumbrados a pensar en la inteligencia como una capacidad unitaria o como un concepto que abarca varias capacidades. Sin embargo, en oposición a esos enfoques, Gardner propone un enfoque de inteligencias múltiples. Hoy en día y gracias a sus investigaciones, es posible hablar de una noción no-cognitiva de la inteligencia, referida a las habilidades de manejo emocional, personal y social, paralelas y tan importantes como las habilidades cognitivas conocidas.
El aspecto principal la teoría de Inteligencias Múltiples de H. Gardner, consiste en reconocer la existencia de nueve inteligencias diferentes e independientes que interactúan y se potencian recíprocamente. La existencia de una de ellas, sin embargo, no predice necesariamente la existencia de alguna de las otras.
Naturalmente todos tenemos las nueve inteligencias en mayor o menor medida. Al igual que con los estilos de aprendizaje no hay tipos puros, y si los hubiera les resultaría imposible funcionar.
Sin embargo, cuando analizamos los programas de enseñanza actuales, vemos que se limitan a concentrarse en el predominio de las inteligencias lingüística y matemática dando mínima importancia a las otras posibilidades del conocimiento. Aquí el por qué muchos alumnos que no destacan en el dominio de las inteligencias académicas tradicionales, no tienen reconocimiento y se diluye así su aporte al ámbito cultural y social. Incluso pensamos que han fracasado, cuando en realidad estamos suprimiendo sus talentos.
En síntesis, Gardner nos conduce a redimensionar la importancia de los componentes racionales, invitándonos a reconocer y valorar otras expresiones de la persona y su experiencia, que no guardan relación directa con logros cognitivos.
La educación para la diversidad es pues un fundamento pedagógico de la escuela del siglo XXI y el reconocimiento de esta diversidad hace más compleja la comprensión de la experiencia y el aprendizaje humanos. Estas diferencias desafían un sistema educativo que supone que todos pueden aprender las mismas cosas, del mismo modo y a la misma velocidad, y que basta con una medida uniforme y universal, para valorar el potencial de un alumno."
Begoña Ibarrola, psicóloga y formadora de profesorado y familias. Experta en inteligencias múltiples y emocionales.