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12 febrero 2020

Seis razones para comprar un eléctrico

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Ni CO2 ni partículas contaminantes en la atmósfera. La sostenibilidad puede ser la razón principal para conducir un coche 100% eléctrico, pero ni mucho menos la única. Además de los beneficios para el planeta, hay también otros para el conductor. Ponerse al volante de un eléctrico en las grandes ciudades supone un gran ahorro de tiempo y de dinero.

  1. Adiós atascos.  

    Esquivar las habituales retenciones es uno de los incentivos con los que cada vez más ayuntamientos premian a los usuarios del coche eléctrico. En muchas ciudades europeas se les permite circular por el carril bus. Un caso realmente notorio es el de Madrid, donde se puede ir por un carril especialmente reservado para vehículos que vayan llenos o para híbridos y eléctricos, aunque circulen con un solo ocupante. Viviendo en las afueras, gracias a esta medida, ahorras mucho tiempo al día al ir y volver del trabajo. Para muchos usuarios es la razón fundamental por la que han optado por un eléctrico.

2. Estacionar fácilmente. Otro gran reto diario de los conductores en la inmensa mayoría de las ciudades es encontrar aparcamiento. Por eso, cada vez hay más municipios que ofrecen facilidades a los conductores de vehículos eléctricos, como plazas reservadas con descuentos o gratuitas, como de nuevo en el caso de Madrid.  Se puede estacionar en zona azul y verde sin pagar un céntimo y sin límite de tiempo. Ni siquiera hace falta pasar por el parquímetro para sacar el ticket.

3. Acceso al corazón de las ciudades. Casi 300 ciudades europeas cuentan con zonas de bajas emisiones. Y va en aumento. La ley española de cambio climático, por ejemplo  insta a obligar a todos los municipios de más de 50.000 habitantes a  crear zonas de bajas emisiones, y restricciones al tráfico con más emisiones, antes del año 2023. El vehículo eléctrico es la solución a las restricciones en las ciudades.

4. Cargando y en marcha.  En Europa ya hay más de 150.000 puntos públicos de recarga. Y es sólo el principio porque las administraciones han tomado conciencia de que deben facilitar la creación de infraestructura de recarga pública, así como incentivarla instalación de puntos de recarga en los hogares y empresas.

Además, hoteles, restaurantes y centros comerciales ofrecen plazas con recarga como cortesía para los clientes. Así, por ejemplo, mientras se realiza la compra, se puede cargar gratis. Algunas App permiten conocer a distancia a través del móvil el nivel de batería en todo momento. 

5. Más lejos, por menos. A su vez, los vehículos eléctricos cada vez disponen de una mayor autonomía. Con la distancia que recorre habitualmente una persona podría desplazarse varios días sin recargar. Si además tiene la posibilidad de recargar cada noche en el garaje, el nivel de la batería nunca es una preocupación.

Por otro lado, el gasto en consumo es sensiblemente inferior en un coche eléctrico. Y a esto se le suma que no necesita tanto mantenimiento. A priori la compra de un eléctrico es más cara, pero si se  calculan todos los gastos durante la vida del vehículo, sale a cuenta.

6. Ayudas a la compra, menos  impuestos. El coche eléctrico, en general, todavía es más caro que el de combustión, por eso son clave las ayudas directas a su compra que van de los 3.000 a los 5.000 euros, dependiendo del país.  Por otro lado, existen bonificaciones en las diferentes tasas. Por ejemplo en España, un 75% en el impuesto de circulación en numerosos municipios, en Portugal, los propietarios de un eléctrico están totalmente exentos de esta tasa y de la de registro y en Gran Bretaña no pagan el canon por congestión.

Para ver la nota “Los Ford conectados avisan a los conductores de posibles peligros  a la vuelta de la esquina:

https://www.ifema.es/mobility-car-experience/noticias/ford-conectados-mobilitycarexperience-2020