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Fecha de publicación
06 octubre 2025

Electrificación y redes, ejes para la sostenibilidad del sistema en España

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4 min.
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El Congreso anual de aelēc subraya la electrificación y la inversión en redes de distribución como pilares para alcanzar los objetivos de descarbonización y reforzar la competitividad de la economía española.

La electrificación y el refuerzo de las redes emergen como las grandes prioridades del Congreso de aelēc para articular una transición energética que sea tanto sostenible como viable desde el punto de vista económico y social. En el evento celebrado en los últimos días, la presidenta de la asociación, Marina Serrano, defendió que “la electrificación y las redes son la clave para garantizar un futuro sostenible, competitivo y con empleo de calidad para nuestro país”.

Los participantes recordaron que España afronta compromisos exigentes en el marco europeo, como reducir las emisiones en un 55 % para 2030 y lograr la neutralidad climática en 2050. El contexto favorece a España, apuntaron, por su creciente peso en generación renovable, lo que potencia la posibilidad de que la electrificación y las redes se conviertan en un motor industrial y estratégico.

Durante su intervención, Serrano insistió en que “necesitamos inversiones que den respuesta a la magnitud del desafío. De esas inversiones dependerá que la demanda y la capacidad vayan de la mano y que ningún proyecto se quede sin concretar por atascos evitables”. Esa sincronía entre demanda efectiva y capacidad de red, enfatizó, es esencial para evitar cuellos de botella en el despliegue energético.

Junto a ella, el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, planteó una advertencia a tener en cuenta: “antes de plantear nuevas inversiones en redes, hay que asegurar que aprovechamos al máximo las existentes”. Con esa premisa, subrayó que muchas de las solicitudes de acceso a red ya aprobadas —cerca de 43 GW, cifra equiparable al pico de demanda actual en España— deberían transformarse en proyectos firmes que aporten valor al territorio.

Groizard también aludió al reciente apagón ocurrido el 28 de abril, afirmando que “lo que pasó no debe volver a ocurrir”y apelando a la corresponsabilidad de todas las partes implicadas. En su diagnóstico, el secretario de Estado planteó que la infraestructura eléctrica existente aún tiene margen para atender correctamente nuevas demandas si se gestiona con criterios de eficiencia y planeamiento.

El Congreso reiteró que la electrificación va más allá de una meta ambiental: es una estrategia de modernización industrial. Sustituir combustibles fósiles por electricidad renovable en transporte, industria y edificios posibilita una disminución directa de emisiones, una mejora en la eficiencia energética y una reducción de costes estructurales en el medio plazo.

No obstante, esas transformaciones dependen de un sistema de red robusto. Las redes de distribución son el eslabón crítico para integrar generación renovable, impulsar el autoconsumo, habilitar almacenamiento y soportar una demanda creciente y descentralizada. Sin una infraestructura preparada, advirtieron, muchos proyectos pueden quedar pendientes o retrasados por limitaciones en el acceso.

La estabilidad regulatoria y la previsibilidad normativa fueron otro de los ejes centrales del mensaje del Congreso. En palabras de Serrano, “la falta de desarrollo de las redes de distribución impide que la industria se beneficie de la reducción de los precios de la electricidad”.

Por último, el Congreso subrayó que la electrificación y las redes pueden generar empleo de calidad, reforzar cadenas industriales y atraer inversiones, siempre que las infraestructuras acompañen el ritmo de la transición energética.

En conclusión, el mensaje fue inequívoco: electrificación y redes no son solo objetivos, sino infraestructuras estratégicas cuya concreción exige decisiones inmediatas. Con la combinación de ambición inversora, regulación adecuada y uso eficiente de la red existente, España puede aspirar a liderar la transición energética en Europa.