

El sector de infraestructuras de recarga podría alcanzar los 3.500 millones de facturación hasta 2030

El sector de infraestructuras de recarga podría alcanzar los 3.500 millones de facturación hasta 2030
La Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) ha presentado el informe “Industria de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos en España. Perspectivas 2025-2030”, que cifra en 3.500 millones de euros la facturación acumulada que alcanzará este sector en nuestro país en el próximo lustro. Se trata de una estimación que refleja tanto la rápida penetración del vehículo eléctrico como la necesidad de reforzar el ecosistema de recarga para acompañar la transición hacia una movilidad más limpia, conectada y sostenible.
El documento subraya que la electrificación del transporte no puede entenderse sin un despliegue ágil y equilibrado de puntos de carga, tanto en el ámbito privado como en el público. Los 47.500 puntos de recarga operativos en España al cierre del primer semestre de 2025 (un 4,7% más que a finales de 2024) son un indicador positivo, pero insuficiente para responder al crecimiento esperado de la flota eléctrica. En este contexto, los cargadores de alta potencia (50-250 kW) y los de ultra-rápida recarga (más de 250 kW) son los que presentan mayores crecimientos porcentuales, revelando la importancia de asegurar tiempos de recarga reducidos y la posibilidad de cubrir trayectos de larga distancia.
Más allá de las cifras de facturación, AEDIVE insiste en el valor añadido que esta industria aporta al tejido económico y tecnológico nacional. Según su análisis, el desarrollo de infraestructuras de recarga supone nuevas oportunidades de negocio para fabricantes de equipos, instaladores, operadores de red, gestores de carga y empresas vinculadas al software de gestión energética. Asimismo, genera una cadena de valor con alto potencial de creación de empleo cualificado y de innovación vinculada al almacenamiento energético, la digitalización y la interoperabilidad.
El informe también señala que para que estas proyecciones se materialicen será imprescindible abordar retos regulatorios y administrativos. La simplificación de trámites para la instalación de puntos de recarga, la armonización normativa entre comunidades autónomas y la definición de un marco estable que dé seguridad a los inversores aparecen como elementos clave. Junto a ello, AEDIVE advierte de la necesidad de impulsar modelos inteligentes de gestión de la carga, que permitan optimizar la demanda eléctrica, evitar sobrecargas de la red y mejorar la experiencia del usuario final.
Este análisis cobra una relevancia especial en el marco de la Semana Internacional de la Electrificación y la Descarbonización, organizada por IFEMA MADRID y que unirá del 18 al 20 de noviembre a GENERA y MATELEC. La industria de la recarga eléctrica, representada en AEDIVE, tendrá un papel destacado en un evento que busca precisamente mostrar cómo la electrificación es un vector transversal que conecta movilidad, energías renovables, eficiencia energética y redes inteligentes. El informe de la asociación aporta datos que serán punto de referencia para los debates, ponencias y encuentros que se celebren en torno a la movilidad eléctrica durante esos días.
El mensaje de AEDIVE es claro: el despliegue de infraestructuras de recarga no es solo un reto tecnológico, sino una oportunidad de país. En los próximos cinco años, esta industria no solo impulsará la electrificación del transporte, sino que también reforzará la competitividad económica, la reducción de emisiones y la independencia energética, pilares fundamentales de la transición hacia un modelo más sostenible.