La tecnología 5G comunica al coche con los usuarios, infraestructuras y demás vehículos
Una de las tecnologías que más está revolucionando el mundo del automóvil es la conectividad que posibilita la interacción entre vehículos y de estos con las infraestructuras de la carretera. La 5a generación de conectividad de red nos permite prever el futuro y evitar los conflictos potenciales antes de que se originen.
Para los usuarios, el 3G supuso por primera vez un ancho de banda de alta velocidad para conectarse a Internet desde sus teléfonos móviles. La llegada del 4G multiplicó esa velocidad y permitió consumir vídeos online y archivos más grandes. Ahora, con el 5G, que incrementa drásticamente el ancho de banda, la capacidad de la red y reduce los tiempos de respuesta, veremos finalmente tomar forma al Internet de las cosas.
La conectividad 5G ofrece información predictiva a los conductores para agilizar y mejorar sus decisiones. Hasta ahora, el coche sólo ofrecía la información que el conductor podía ver. Ahora, gracias a la tecnología 5G, el coche recibirá información del entorno urbano antes de que la vea el automovilista. El coche conectado 5G es capaz de detectar peatones, ciclistas y obstáculos, de modo que los conductores obtienen información predictiva que les permite agilizar y mejorar sus decisiones.
Este coche se comunica con los dispositivos de la infraestructura. Así, los peatones son detectados mediante sensores de presencia conectados a los semáforos. La información se envía a la red 5G y, a continuación, al vehículo para que éste avise al conductor. En el caso de los ciclistas, puesto que se desplazan más rápido, utilizamos otras tecnologías. Se añaden dispositivos electrónicos a la bici y pequeños indicadores a la infraestructura urbana que permiten detectar con precisión la presencia de la bicicleta.
Una de las características de la tecnología 5G es el escaso tiempo que tarda la red en responder a una orden. Por ejemplo, el ser humano tarda por encima de los 150 milisegundos en reaccionar ante un estímulo externo ya sea táctil, auditivo o visual. La conectividad 5G tiene la capacidad de bajar el tiempo de reacción de la red y de aviso al conductor a los 5 milisegundos.
La eficacia de los coches que cuentan con tecnología 5G depende del resto del ecosistema de ciudad conectada. Tanto la infraestructura pública como la de telecomunicaciones tienen que adaptarse a estas nuevas necesidades. La evolución de las redes hacia el 5G permitirá acercar capacidad de procesado al usuario y así reducir el tiempo de respuesta de la red. Gracias a esto, se podrá ofrecer avisos al conductor y gestionar el tráfico en tiempo real.
Según datos de la UE, más del 80% de los atropellos a peatones y ciclistas está causado por vehículos de motor, como coches, camiones y autobuses. Con la llegada de la tecnología 5G, el riesgo de accidentes se podría reducir hasta un 68 %, según estudios de la asociación internacional 5GAA (5G Automotive Association).