Entrevista a Javier Sánchez-Prieto, Presidente de IBERIA
El Global Mobility Call debe ser un punto de encuentro que nos va a servir a reorientarnos en nuestro doble objetivo de este año; por un lado, la recuperación post pandémica y, por otro, la transición ecológica de nuestro sector
1.- ¿Qué importancia tiene para IBERIA la celebración de Global Mobility Call y qué se espera de su participación en el mismo?
Del Global Mobility Call esperamos que sea el germen para una movilidad sostenible que, al mismo tiempo, deber ser el eje del cambio económico y social que estamos viviendo. Y para Iberia, el Global Mobility Call debe ser un punto de encuentro que nos va a servir a reorientarnos en nuestro doble objetivo de este año; por un lado, la recuperación post pandémica y, por otro, la transición ecológica de nuestro sector.
2.- ¿Qué lugar ocupa IBERIA en el ecosistema de la movilidad sostenible?
Iberia es la principal aerolínea de este país, la compañía líder entre Europa y América Latina y hemos desarrollado en el aeropuerto de Madrid nuestro principal centro de conexiones. El 80% de los turistas que llegaron a España en 2019, lo hicieron en avión y es vital que trabajemos en un modelo de movilidad sostenible que garantice también la viabilidad de un sector tan relevante para nuestro país e impulse el desarrollo económico.
3.- Desde su punto de vista, ¿qué pasos deben darse para lograr el objetivo de hacer de España un “hub” de la movilidad sostenible?
En primer lugar, creo que se requiere de una radiografía exhaustiva de las necesidades reales de movilidad de nuestro país, que está rodeado de mar salvo por los Pirineos, tiene dos archipiélagos y dos ciudades autónomas en otro continente.
También es necesario un planteamiento realista de nuestro potencial como hub mundial de la movilidad sostenible, aprovechando nuestra privilegiada situación geográfica y nuestro papel como nudo de conexiones entre Europa y América Latina.
Y, por último, es vital una hoja ruta, el compromiso de todos los actores y la colaboración del sector público y privado para poder avanzar y transformarnos hacia un nuevo concepto de movilidad que sea sostenible en el más amplio sentido de la palabra: que asegure nuestra conectividad y, al mismo tiempo, tenga el mínimo impacto posible en nuestro entorno; una intermodalidad sostenible que nos permita elegir en cada momento el modo de transporte más eficiente.
4.- Son recientes los convenios de IBERIA con REPSOL y CEPSA en materia de I+D para generar combustible menos contaminante, ¿qué resultados puede dejar esta suma esfuerzos?
Los acuerdos que mantenemos con Repsol y Cepsa buscan, sobre todo, promover la investigación, el desarrollo y la producción de combustibles de origen sostenible en cantidad suficiente y con un precio asequible para que se conviertan en una realidad para las compañías aéreas.
Estamos convencidos de que, en el corto y medio plazo, los combustibles de origen sostenible serán la clave para avanzar en la descarbonización del sector, porque no requieren ningún cambio tecnológico ni en los aviones ni en las infraestructuras de abastecimiento, y podemos incorporarlos fácilmente a nuestra operación.
5.- ¿Qué tan lejos estamos de que el avión eléctrico sea la normalidad en la aviación internacional?, ya se tienen pruebas de este tipo de aeronaves.
Todo apunta a que en la próxima década la electrificación podría ser una solución para aviones pequeños y distancias cortas, pero aquí la gran contradicción es que, si se prohíben los vuelos domésticos, operados en aviones pequeños, es realmente difícil que se invierta en esta tecnología.
Estamos en plena transformación del sector; por ejemplo, se han hecho pruebas también con drones de pasajeros y estamos viendo que los saltos tecnológicos que antes llevaban varias décadas, ahora se producen mucho más rápidamente. El sector aéreo ha liderado muchos cambios en el mundo y lleva muchos años trabajando para ser más eficiente; ahora estoy seguro también de que volverá a ponerse a la vanguardia para lograr su descarbonización.
6.- IBERIA también tiene medidas para reducir la contaminación en otras áreas que no son la electrificación y el combustible, ¿cuáles serían las más destacables?
La mayor aportación que las aerolíneas podemos hacer a la protección del medio ambiente es la renovación de la flota: con nuestros Airbus A350 estamos reduciendo un 35% las emisiones de CO2 y los A320neo son un 50% más silenciosos y emiten también un 50% menos de NOx. Al mismo tiempo, estamos llevando a cabo la electrificación de los equipos tierra que utilizamos en los aeropuertos para asistir a los aviones.
También estamos trabajando para que nuestras instalaciones sean lo más sostenibles posible y uno de los grandes hitos de este año ha sido la puesta en funcionamiento de la mayor planta de autoconsumo que hemos instalado sobre la cubierta de nuestro taller de motores, y que generará 80 millones de kilovatios hora, el equivalente al consumo de 800 hogares. Esta es la primera fase de un proyecto que alcanzará un total de 10MW de potencia en los próximos tres años, y una producción de más de 13 millones de kwh, equivalente al consumo de más de 4.000 hogares.
Nuestro objetivo para el corto y medio plazo es poder ofrecer también a nuestros clientes una experiencia de viaje más sostenible, eliminando gradualmente los plásticos a bordo, con la implantación de un sistema de gestión de residuos, sirviéndonos de la tecnología para digitalizar procesos y con iniciativas que permitan, al mismo tiempo, personalizar la experiencia de viaje y optimizar recursos, ofreciendo a cada cliente lo que realmente le aporta valor.
7.- ¿El desarrollo científico y tecnológico, así como BIGDATA, ¿qué están aportando a todo este proceso en el caso de la aviación y en concreto a IBERIA?
El desarrollo científico y tecnológico están siendo herramientas muy valiosas para avanzar con todas las iniciativas de sostenibilidad.
El papel de la investigación es vital en la descarbonización del sector, en el desarrollo de los combustibles de origen sostenibles y de nuevas tecnologías como el hidrógeno. Nuestra pequeña aportación en este sentido es el desarrollo de la Cátedra Iberia junto a la universidad Politécnica de Madrid, para colaborar en proyectos de investigación que impulsen una aviación más sostenible.
La inteligencia artificial y el BIGDATA también están siendo clave para desarrollar muchas de las mejoras que estamos implantando a lo largo de toda la experiencia del cliente y, durante la pandemia, nos ha permitido acelerar, por ejemplo, la comprobación de los requisitos para viajar.
8.- ¿Cómo toman los inversores y clientes las acciones de esta estrategia para la sostenibilidad de la compañía?, ¿qué feedback reciben?
Los inversores y clientes exigen cada vez más que las empresas tengamos un propósito y que, además de generar riqueza y crear empleo -que es nuestra primera obligación- seamos capaces también de tener un impacto positivo en la comunidad donde desarrollamos nuestra actividad.
Creo que durante la pandemia Iberia ha hecho una buena labor con los vuelos de repatriación, de carga sanitaria y colaborando en el transporte de vacunas; y que todo ello ha sido valorado positivamente por los clientes.
En cuanto a nuestra estrategia de sostenibilidad, sin duda que tenemos un gran camino que recorrer. El sector aéreo ha sido uno de los más azotados por las críticas, pero yo espero que seamos capaces de trasladar a la opinión pública los esfuerzos que hemos hecho hasta ahora y también que sepamos comunicar que nuestro compromiso con la descarbonización de nuestra actividad es firme.
En el caso concreto de Iberia y, como parte del Grupo IAG, hemos sido los primeros en comprometernos a lograr cero emisiones netas en 2050, y a operar un mínimo de un 10% de nuestros vuelos con combustibles de origen sostenible en 2030, unos objetivos realmente exigentes en los que ya estamos trabajamos.
9.- El transporte aéreo es a veces señalado de ir más lento que otros sectores en su proceso de descarbonización, ¿qué obstáculos afronta el sector en esta transición?
La realidad es que el sector aéreo es solo responsable de entre el 2 y el 3 por ciento de las emisiones globales y, de ese 2 por ciento, el 80 por ciento proviene de vuelos de largo radio para los que, a día de hoy, no existe una alternativa viable.
Eso no significa que las compañías aéreas estemos de brazos cruzados: nuestro sector está continuamente haciendo ingentes inversiones en flota, en aviones de nueva generación con los que hemos reducido drásticamente las emisiones en los últimos sesenta años. Esto requiere de un gran esfuerzo económico que hemos mantenido, incluso, durante la mayor crisis de nuestra historia, pero sabemos que no es suficiente.
Necesitamos el apoyo del sector público para que el desarrollo, producción y distribución de los combustibles de origen sostenible a precios asequibles y en cantidad suficiente para abastecer a las aerolíneas sea una realidad cuanto antes.
Necesitamos también el apoyo del Gobierno para un Cielo Único, para que las rutas aéreas, al menos en España, y en Europa también, sean más directas y que podamos ahorrar a nuestra atmósfera centenares de kilos de CO2 en cada vuelo.
10.- ¿Los Fondos Next Generation UE y el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia de España, qué oportunidades ofrece al sector aéreo y a IBERIA en concreto?
Los fondos europeos son una oportunidad única que tenemos la obligación de aprovechar al máximo con proyectos que nos permitan superar las deficiencias que ha evidenciado nuestra economía en los últimos años, recuperar el impulso necesario tras la crisis del COVID y, sobre todo, transformarnos y poner las bases de la economía del futuro, sobre un modelo más sostenible, digital, innovador y socialmente responsable.
Para el sector aéreo, los fondos NEXT GENERATION son también una oportunidad única para impulsar la actividad aeronáutica como sector industrial; para lograr una mayor cohesión social y territorial y potenciación del hub de Madrid a través de la multimodalidad, consolidando nuestro país como la puerta de entrada a Europa para América Latina y como nudo de conexiones entre Asia y Latinoamérica; y para avanzar en la transición ecológica hacia un modelo de aviación más sostenible, mejorando nuestras infraestructuras aéreas y promoviendo la investigación del hidrógeno y otras tecnologías que, a más largo plazo, permitan una descarbonización total de la aviación.