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20 diciembre 2021

¿Por qué compramos arte? Descubre los diferentes tipos de coleccionistas.

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El interés por el arte es casi tan antiguo como la historia de la Humanidad. Posiblemente, el primer coleccionismo nació con la invención de la escritura.

Los primeros registros donde vemos ese deseo por la reunión de objetos, tuvieron lugar durante el reinado del rey asirio Asurbanipal, cuando bajo su mandato ordenó reunir todas las tablillas grabadas que existían en su imperio. 

Pero, ¿qué es el coleccionismo? 

El coleccionismo es la acción de recopilar objetos que tengan un denominador común, es decir, unas características propias. La Real Academia Española define la palabra colección como un conjunto ordenado de cosas, por lo común de una misma clase y reunidas por su especial interés y valor. La colección depende del deseo de cada coleccionista, de ahí que a día de hoy tengamos incontables colecciones y de tan diversas naturalezas, ya que responden a las necesidades de cada individuo. 

¿Qué motiva al coleccionista a comprar?

La psicología y el coleccionismo están estrechamente relacionados en el momento de adquirir una pieza. Los coleccionistas tienen sus propios intereses y motivaciones, sin embargo, y a rasgos generales, podemos diferenciar dos tipos de motivaciones: la motivación social y la individual. La motivación social se centra en el prestigio que va intrínseco en la obtención de esa pieza, mientras que la motivación individual se relaciona más con el deseo de posesión.  

Dejando a un lado la motivación del coleccionista, podemos afirmar que en el mercado del arte actual encontramos tres tipos de coleccionistas: 

  • Coleccionista tradicional: es el comprador que disfruta creando su colección dada la satisfacción que le proporciona la obra en sí misma. Es un amplio conocedor y amante del mundo del arte, pero no pierde de vista el valor de las obras dentro del mercado. 
  • Coleccionista por prestigio: se trata de otro de los motores del coleccionismo.  Su deseo es ser vistos con un mayor estatus frente a la sociedad. 
  • Coleccionista inversor: dada su naturaleza, no siempre nos encontramos ante colecciones homogéneas. Este tipo de comprador no se guía por el disfrute o "amor al arte" sino que apuesta por las obras en base al cálculo que hace por ellas. Es decir, busca una rentabilidad económica. 

Aida Vanrell Ramos

Fuentes:

Vico Belmonte, A., Palomo Martínez, J., y Laguna Sánchez, Mª Pilar (2016). La rentabilidad de las obras de arte: estudio de los entornos propicios para la venta de bienes artísticos y de colección. Madrid: Universidad Rey Juan Carlos. Dyckinson.