Cómo garantizar la seguridad en grandes eventos
Garantizar la seguridad es fundamental en la celebración de grandes eventos, debido al gran número de personas que suelen congregar. Se necesita contar con vías de evacuación; asegurar la estabilidad del inmueble; limitar la presencia de materiales peligrosos; disponer de equipos técnicos en buen funcionamiento y medios de auxilio de primera intervención, además de formar y dar instrucciones adecuadas al personal. La Directora de la Escuela de Prevención y Seguridad Integral de la UAB; la Directora de la Asociación Española de Empresas de Seguridad (AES), y el Presidente de Tecnifuego explican cómo actuar para no lamentar ninguna desgracia. Leer más
Ya sea en acontecimientos deportivos, conciertos u otras reuniones masivas, los grandes eventos necesitan un cuidado especial en materia de seguridad y emergencias. Según Montserrat Iglesias, Directora de la Escuela de Prevención y Seguridad Integral, de la Universidad Autónoma de Barcelona, a la hora de garantizar la seguridad y la prevención en este tipo de celebraciones existen tres fases esenciales. La primera es la planificación: “hay que estudiar cuáles son los elementos de riesgo susceptibles de producirse durante el evento y diseñar todas las acciones de seguridad que los prevenga”.
La segunda es la intervención. “En ella se llevará a cabo el plan de seguridad elaborado previamente. Esta segunda fase es dinámica, por lo que los profesionales que estén interviniendo tienen que seguir analizando el evento para adecuar las medidas en caso de que fuera necesario”. Y la tercera etapa es la de evaluación: “es muy importante reflexionar y analizar la gestión realizada para poder mejorar la efectividad de cara a futuras intervenciones”.
Principales medidas
Paloma Velasco, Directora Ejecutiva de la Asociación Española de Empresas de Seguridad (AES), advierte que en los grandes eventos hay que vigilar que las medidas de seguridad necesarias estén operativas. Como enumera el Consejo de la Unión Europea, éstas son las siguientes: “vías de evacuación seguras, indicadas claramente, que permanezcan abiertas y libres de todo obstáculo; garantizar la estabilidad del inmueble durante el tiempo necesario para permitir a los ocupantes salir sanos y salvos; limitar la presencia en el inmueble de componentes o materiales peligrosos, como los materiales inflamables; que los equipos y aparatos técnicos se encuentren en buen funcionamiento; sistemas de evacuación en buen funcionamiento; consignas de seguridad y planos de evacuación expuestos en cada habitación ocupada; buen funcionamiento de los medios de auxilio de primera intervención, y que el personal reciba instrucciones y formación adecuadas”.
AES cree que la seguridad no debe ser una cuestión de coste, sino de principios. “Es necesaria una labor de concienciación y de convencimiento sobre la implantación real de una cultura empresarial de prevención y seguridad. Y un compromiso firme por parte de las Administraciones, que son las que deben velar por el cumplimiento permanente de todas las medidas de seguridad recogidas en el plan de autoprotección”.
Incendios, los riesgos más comunes
Adrián Gómez, presidente de Tecnifuego (Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios), apunta que los incendios son uno de los riesgos más comunes en espacios de ocio o grandes eventos, cuando se reúnen miles de personas en un edificio, campo de fútbol, sala de conciertos. “Si bien en la mayoría de los casos no pasa de conato -que se apaga con los sistemas disponibles y cuyo coste asume sin problemas la compañía de seguros-, en otros las graves consecuencias, incluidas muertes, hacen mantener activa la preocupación y ejecución correcta del diseño, la instalación y los mantenimientos de protección contra incendios (PCI)”.
La mejor forma de protección, en cada caso, la diseña la empresa especialista en PCI. Obligatoriamente, en España los centros de ocio tienen que instalar una serie de medidas de seguridad exigidas por el Código Técnico de la Edificación, CTE-DBSI, reglamentos de la comunidad autónoma y, en muchos casos, ordenanzas municipales. “Destaca la debida compartimentación y habilitación para la evacuación, y en superficies de más de 10.000 m2 la instalación de sistemas de detección, rociadores automáticos y sistemas de evacuación de humos y, por supuesto, extintores, BIE, puertas cortafuego, hidrante exterior para uso de los bomberos, etc.”.
Por su parte, las empresas que realizan los trabajos de instalación y mantenimiento “tienen que cumplir los requisitos que exige el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios, RIPCI, como disponer de un certificado de calidad del sistema de gestión; los proyectos han de cumplir con los requisitos de la norma UNE 157001; inspecciones reglamentarias; seguro de responsabilidad civil, etc.”.
Por otra parte, la seguridad contra incendios es un conjunto de acciones y equipamientos, que requiere especialización en el diseño, la instalación y el mantenimiento. “Queremos incidir en este último aspecto, a veces descuidado, ya que estas instalaciones, al no activarse sino en caso de incendio, deben cumplir escrupulosamente el mantenimiento para asegurar su eficacia. Los ‘incendios matan’, pero con las medidas adecuadas y su correcto mantenimiento la protección es posible en los grandes eventos de congregación humana”.