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Fecha de publicación
03 julio 2025

Detectores en viviendas y vías de evacuación para mejorar la prevención de incendios

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4 min.
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Adrián Gómez, presidente de Tecnifuego, ha advertido que los avances hacia la sostenibilidad “pueden entrar en conflicto con la seguridad si no se tienen en cuenta los riesgos”. Además, ha recordado que cada año se registran en España alrededor de 1.200 siniestros graves por incendio, sin que exista una campaña pública de prevención equiparable a la de la seguridad vial. Por ello, defiende medidas sencillas y asequibles como la instalación de detectores en viviendas, así como la mejora de las vías de evacuación en los edificios.

La Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios (Tecnifuego) celebró una nueva edición de su ciclo de jornadas técnicas del ‘Día del Fuego’, centrado en los desafíos de la protección contra incendios en un entorno marcado por la sostenibilidad, la electrificación y la transición energética. En el evento, celebrado en la Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Málaga, se abordaron los riesgos más relevantes en el contexto actual. Entre ellos, el incremento en la instalación de paneles fotovoltaicos y los riesgos que conllevan para la protección contra incendios.

Según quedó expuesto en la jornada, la generación de energía fotovoltaica representa un gran paso en la transición energética, pero también plantea ciertos desafíos en relación con la protección contra incendios, especialmente en entornos industriales que no fueron diseñados originalmente para integrar estos sistemas. En este sentido, los expertos señalaron la importancia de realizar una instalación profesional y con los materiales adecuados, establecer medidas de prevención adecuadas, llevar a cabo un mantenimiento constante e inspecciones periódicas y aplicar tecnologías avanzadas para la detección y control de posibles incendios.

El riesgo de las baterías

Otro de los temas tratados fue el de las baterías de ion‑litio, uno de los principales desafíos de la prevención actual por sus riesgos de autoignición o las dificultades de extinción que presentan sus incendios. El crecimiento exponencial en la utilización de baterías de ion-litio en hogares, industrias y vehículos ha puesto sobre la mesa nuevos desafíos para la protección frente al riesgo de incendio que conllevan y al hecho de que estos sean virulentos y de difícil control. Ante este panorama, los especialistas apuntaron la necesidad de adoptar tecnologías de protección activas (rociadores, mantas...) y pasivas (sectorización, ventilación e ignifugación), poniendo especial énfasis en las zonas de aparcamiento donde se recargan los coches eléctricos. Asimismo, se comentaron los últimos avances en las formas de extinción de estos siniestros, llamando también a mejorar la detección temprana.

Por último, se examinó la situación de una tipología arquitectónica en expansión: los edificios en altura y de alto riesgo, como hospitales o residencias de ancianos. En este sentido, se planteó si el mero cumplimiento de la normativa es suficiente para maximizar la protección contra incendios en este tipo de edificios. Y se observó que la normativa española podría avanzar más en cuestiones como, por ejemplo, la prevención de la propagación de los incendios por las fachadas. Además, se subrayó la importancia de la protección activa frente al humo en las escaleras o cuestiones relacionadas con los sistemas de alarma y evacuación, siempre teniendo en cuenta las características propias de este tipo de edificios y su uso.