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Fecha de publicación
27 octubre 2025

La sustitución de agentes químicos peligrosos en las empresas es una acción prioritaria

Tiempo de lectura
4 min.
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Francisco Alberto Vicente de la Peña, del Centro Nacional de Nuevas Tecnologías del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), recuerda en una guía de buenas prácticas publicada recientemente que la sustitución de agentes químicos peligrosos en las empresas por otros menos o no peligrosos debe considerarse una acción prioritaria, según lo establece la legislación vigente desde los principios de la acción preventiva. El objetivo es eliminar o reducir los riesgos a los que están expuestas las personas en su lugar de trabajo.

La nota técnica de prevención elaborada por Francisco Alberto Vicente de la Peña sustituye a la NTP 712, dedicada a la descripción del modelo de columnas alemán, para la sustitución de agentes químicos peligrosos, con el objetivo de adaptarla al Reglamento sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas (CLP) y a la última versión del Modelo de Columnas del Instituto de Salud y Seguridad en el Trabajo del Seguro Social de Accidentes de Alemania (IFA). Esta herramienta describe una metodología sencilla, dirigida a pequeñas empresas, para comparar los peligros de dos o más sustancias con la finalidad de seleccionar una sustancia que resulte menos peligrosas.

En la introducción de la guía, De la Peña destaca que la sustitución de agentes químicos peligrosos por otros menos peligrosos o no peligrosos debe considerarse una acción prioritaria, aunque también reconoce que el proceso de sustitución de un agente químico es complejo. “Desde el ámbito de la normativa de comercialización de sustancias químicas, el Reglamento (CE) nº 1907/2006 de Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de sustancias y mezclas químicas (REACH) y el Reglamento CLP, se ha contemplado este aspecto y, por ejemplo, el REACH a través de sus procesos de autorización y restricción ya limita la comercialización o solicita más requisitos para que las sustancias más peligrosas se manejen de una manera segura y las medidas de control sean más eficaces”.

Pasos a seguir

La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), facilita información y herramientas sobre los pasos que hay que tener en cuenta, a la hora de realizar una sustitución”. En concreto, menciona los siguientes pasos: identificación, búsqueda y análisis de alternativas, pruebas e implementación, y transmisión de información.  

El primer paso para llevar a cabo con éxito la sustitución es identificar las sustancias peligrosas que se utilizan y priorizar aquellas que podrían ser candidatas para su sustitución. Una vez hecho esto, se deben buscar alternativas. “Se recomienda explorar una amplia gama de opciones, incluyendo sustancias, técnicas y diseños de productos. Para que una alternativa sea viable, debe haber suficiente información sobre sus propiedades. La propia ECHA ofrece recursos y herramientas para facilitar esta búsqueda, incluyendo la base de datos del catálogo de clasificación y etiquetado de sustancias”.

Cuando se identifiquen las posibles alternativas, se deben comparar y seleccionar aquellas que mejor se ajusten al proceso y cuyo resultado final sea el esperado. “En esta etapa se deben valorar los riesgos y peligros, funcionalidad, viabilidad económica y otros posibles impactos, con el fin de evitar resultados indeseados o que se sustituyan unos riesgos por otros”. Una vez realizado un análisis general, se profundizará en los criterios clave para la toma de decisiones. “Si se opta por una sustancia química alternativa, es esencial realizar una evaluación de los riesgos potenciales asociados y consultar bases de datos de información toxicológica y de exposición. También es necesario evaluar el rendimiento, considerando el ciclo de vida del producto y otros aspectos como las emisiones de gases de efecto invernadero”.

Una vez seleccionada la alternativa más adecuada, se deben realizar pruebas piloto para verificar y ajustar los cambios en el proceso necesarios para implementar la sustitución. “Si los resultados son satisfactorios, se procederá al escalado industrial”. Finalmente, una vez completada la sustitución, es necesario “comunicar este cambio a clientes y proveedores, en el caso de que tuviera implicaciones en sus procesos o productos”.