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24 mayo 2021

Las nuevas necesidades de refrigeración en la industria química

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La normativa europea ERP ha aumentado los valores mínimos de eficiencia en las máquinas para reducir el consumo energético y mejorar el medio ambiente. En este contexto, la industria química está dirigiendo la mirada hacia nuevas soluciones como los compresores de Levitación Magnética y la utilización de nuevos gases refrigerantes ecológicos.

En los últimos años, los sistemas HVAC (ventilación, calefacción y aire acondicionado) en la industria química se han declinado por valores como la eficiencia energética, la ecología, la fiabilidad, la flexibilidad y la modularidad. Ahora, la nueva normativa ERP (Energy Related Product) ha endurecido aún más los valores mínimos de eficiencia energética de las máquinas instaladas en el territorio europeo para reducir el consumo energético, con las consiguientes ventajas económicas y medioambientales.

En este nuevo contexto, los compresores de Levitación Magnética se están imponiendo como una de las soluciones más acertadas para la industria química. “Su gran eficiencia, mínimo coste de mantenimiento y confiabilidad hacen de esta tecnología la mejor opción en este sector, superando de forma acentuada los valores exigidos por la nueva normativa ERP”, afirma Rubén Serrano, Director Comercial de Geoclima Ibérica, una empresa que lleva más de 10 años trabajando en esta tecnología.

Gases refrigerantes

Otro punto que preocupa al sector es la utilización de refrigerantes ecológicos. “Los impuestos de los gases, incrementando los costes en los mantenimientos o la futura desaparición de algunos de ellos, han provocado la búsqueda de nuevas alternativas como el HFO1234ze, un gas de casi 0 impacto en la atmósfera y GWP igual a 1, asegurando unos niveles de eficiencia muy altos junto con un impacto ambiental mínimo”.

Las instalaciones en el sector químico deben diseñarse con sumo cuidado y han de refrigerar de manera confiable y eficiente. “La enfriadora no sólo debe garantizar la continuidad del proceso, sino que también debe adaptar su potencia de refrigeración lo más rápidamente posible a las fluctuaciones de la demanda del sistema, permitiendo un control perfecto de la temperatura en cualquier momento y en todas las condiciones imaginables”.