

José María Zarzuela (AEDICI): Las instalaciones de C&R tienden hacia la digitalización y la sostenibilidad

Las instalaciones de climatización y refrigeración tienden hacia la digitalización, la eficiencia energética, la sostenibilidad, la descarbonización de los edificios y la integración con los sistemas de control, como apunta en la siguiente entrevista José María Zarzuela Fernández, presidente de la Asociación Española de Ingenierías e Ingenieros Consultores de Instalaciones (AEDICI). Este experto analiza también las tendencias del mercado y la importancia del diseño, la ejecución y el control de explotación y mantenimiento.
¿Cuáles son las últimas tendencias tecnológicas en la ingeniería de instalaciones de climatización y refrigeración?
En estos últimos años, las tendencias en el ámbito de la ingeniería de instalaciones son la digitalización, la eficiencia energética, la sostenibilidad, la descarbonización de los edificios y la integración con sistemas de control. Destacan especialmente el empleo de las bombas de calor de alta eficiencia, tanto aire-agua como geotérmicas, incluso en edificios con grandes demandas; la monitorización en tiempo real mediante plataformas BMS avanzadas y gemelos digitales, que permiten optimizar la operación desde el primer día; y el uso de inteligencia artificial para ajustar parámetros de funcionamiento en función del comportamiento real del edificio y del clima exterior.
También destacan la aplicación de sistemas de recuperación de energía en ventilación de alto rendimiento; el uso de refrigerantes naturales y artificiales con bajo GWP; y el empleo de bombas de calor con refrigerantes que alcanzan temperaturas superiores a los 70º C, que las hacen susceptibles de sustituir a las calderas de combustibles fósiles
¿Qué otras tendencias de mercado se están imponiendo en la actualidad?
Los promotores, con el objetivo de dar un valor adicional a sus edificios, van demandando cada vez más diseños basados en criterios medioambientales, sociales y de gobernanza, así como certificaciones tipo Wealth, Breeam o Leed, que valoran no sólo la eficiencia sino también el impacto ambiental a lo largo del ciclo de vida; y la descarbonización activa de edificios existentes, donde las actuaciones en climatización son clave para reducir la huella de carbono.
También demandan cada vez más una apuesta por el mantenimiento predictivo y la explotación de datos para alargar la vida útil de las instalaciones; y un creciente protagonismo de la refrigeración industrial y logística como sectores estratégicos, donde las exigencias de eficiencia, control y fiabilidad son extremas.
¿Qué cuestiones hay que tener en cuenta en el diseño y la ejecución de las instalaciones?
El diseño debe partir de tener una visión integral del edificio y del uso al que se destinará. No basta con cumplir con los reglamentos vigentes, que son de mínimos, sino que hay que anticiparse a la situación actual, tener en cuenta la flexibilidad futura y garantizar la interoperabilidad entre equipos.
Algunos aspectos clave son los siguientes: ajustar las potencias reales con una ingeniería bien calculada, sin sobredimensionamientos; estudiar bien las zonas de confort, usos variables, orientaciones y cargas internas; tener en cuenta la acústica, las corrientes de aire y los gradientes de temperatura; prever la accesibilidad a equipos, espacios de mantenimiento, puntos de drenaje, etc.; y mantener una coordinación con arquitectura, estructura y resto de instalaciones desde fases tempranas.
¿Por qué es tan importante el control de la explotación y mantenimiento de las instalaciones?
Porque el rendimiento real de las instalaciones no depende solo de un buen diseño, sino de cómo se gestionan las instalaciones en el día a día. Un sistema puede ser excelente sobre el papel, pero ineficiente en la práctica si no se monitoriza, ajusta y mantiene correctamente. Cuando a veces monitorizamos instalaciones, en las que hemos participado desde el diseño hasta la integración en el BMS, nos encontramos con unidades de climatización arrancadas en festivos sin ninguna operatividad del edificio.
El control permite optimizar el consumo energético; detectar fallos o desviaciones a tiempo; adaptar el funcionamiento a ocupaciones reales o condiciones exteriores; y cumplir con las exigencias normativas y medioambientales durante todo el ciclo de vida del edificio. Además, en un entorno cada vez más digitalizado, el mantenimiento deja de ser reactivo para convertirse en predictivo y basado en datos, lo que supone una mejora radical en costes y fiabilidad.
¿Cuáles son las apuestas de AEDICI sobre el sector?
Desde AEDICI apostamos por la profesionalización del sector, con una ingeniería de instalaciones cada vez más especializada, conectada con los retos de la transición energética, la digitalización y la calidad del ambiente interior.
También estamos impulsando un reconocimiento más claro de los proyectos parciales de instalaciones, esenciales en la edificación moderna, pero a menudo infravalorados frente a los proyectos globales. Su correcta integración desde el principio marca la diferencia entre un edificio eficiente y uno problemático.