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04 abril 2018

Arte de culturas como la China, Gandhara, Khmer, entre otras

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Ganesha, el dios de la sabiduría con cabeza de elefante, una de las divinidades más populares del panteón hinduista, da nombre a esta galería dedicada al arte asiático antiguo.
Galería Ganesha, formada por tres galerías españolas dedicadas al comercio de arqueología – arte antiguo, con más de treinta años de experiencia, nace para difundir el arte de culturas como la China, Gandhara, Khmer y otros grupos del sureste asiático.
Se trata de un campo poco cultivado en nuestro país, que buen seguro tendrá una gran aceptación. Nuestra premisa es que se trata de obras antiguas originales de buena época, y que tengan una elevada calidad artística.

www.galeriaganesha.com
Instagram: @galeriaganesha

En esta edición, destacará su buena selección, primando los criterios siempre importantes de calidad y antigüedad, de obras escultóricas tanto en piedra como en cerámica de esculturas funerarias y de culto representando diferentes deidades de las culturas de la antigüedad en Asia, como son la Gandhara, Khmer, China y de la India.

Algunas piezas destacadas:

1.- Diosa Ganesha. Khmer, Camboya. Periodo Pre-Angkor, segunda mitad siglo VII d.C. Piedra arenisca. 52 cm de altura. Se trata de una importante escultura de la deidad con un paralelo exacto expuesto en el Metropolitan Museum of Art de New York. Precio: 18.000 euros.

Ganesha es la deidad de cabeza de elefante hindú que elimina los obstáculos y, por lo tanto, es el dios del éxito; en este sentido, es un dios de gran importancia para la existencia cotidiana. Fue el primero venerado, antes de que el devoto se volviera hacia los otros dioses, a fin de eliminar los obstáculos potenciales entre el adorador y lo divino. En el sudeste asiático, Ganesha tiene un estatus más independiente que en la India; sus imágenes a menudo se encontraban en templos separados como íconos principales de adoración. Aquí, Ganesha se muestra con una falda corta envolvente (sampot), cuya parte frontal cae por el centro en una serie de pliegues que se reflejan en el estilo de Prasat Andet.

2.- Estela del dios Surya. India, zona noreste (Bihar, Bengal oeste o Bangladesh). Período Pala, siglo X - XI d.C. Piedra negra. 108 cm de altura y 52 cm de anchura. Precio: 28.000 euros.

En el marco del hinduismo, Surya, es el dios del Sol, en su triple aspecto de deidad bienhechora que alumbra, vivifica y alimenta. Fue adorado durante siglos en templos dedicados especialmente a él. Eventualmente su posición dentro del panteón hindú fue eclipsada por Visnú, por lo que ahora en los tiempos modernos, Surya tiene un lugar modesto entre otros dioses que están asociados con los planetas y los cuerpos celestes.

Esta estela simétrica está coronada por Kirtimukha. Surya se encuentra situado en el centro, a mayor tamaño, en una pose frontal, sobre una flor de loto, en su carro, simbólicamente representado como una sola rueda en el centro inferior de la estela. El carro recorre el cielo tirado por siete caballos, uno de los cuales se muestra frontalmente dentro de la rueda y los otros seis están a los lados. Lo acompañan sus dos consortes, a menor tamaño, Usha (el amanecer) y Chaya (la sombra). Detrás de ellas, dos asistentes masculinos Danda (el medidor, que sostiene una espada) y Pingala (escriba o grabador, barrigón, barbudo y sosteniendo una pluma y un tintero). Y delante, a menor tamaño, dos arqueros.

3.- Pareja de Lokapalas. China, Dinastía Tang, 618 - 907 d.C. Terracota y pigmentos. 79 y 77 cm de altura. Precio: 22.000 euros.

 Famosamente conocidos como Lokapalas, estas figuras representan guardianes de tumbas. Están modelados en el extravagante estilo de alto Tang. Vestidos con armadura de cuerpo completo, elaboradamente ejecutados con mangas de boca de dragón, con rastros del original brillante coloreado con pigmentos. Sus cabezas están cubiertas con cascos adornados con fénix de cola alta. Cada uno aplasta un malvado espíritu malhumorado bajo sus pies. Se sustentan sobre una base cilíndrica plana.

Las tumbas de la elite Tang a menudo estaban amuebladas con figuras feroces. Estos guardianes fueron colocados cerca de la entrada de la cámara del difunto y de los tesoros, impidiendo así la entrada de los espíritus malignos. Derivan de los Lokapalas budistas y tienen los rasgos faciales típicos de Oriente Medio, como el bigote y los ojos grandes y redondos. Estos elementos fueron considerados la combinación terrorífica perfecta para asustar a los espíritus malignos y así proteger a los difuntos.

**El precio ronda desde los 1.500 euros por figuras de guerreros de la antigua China, de época Han situada entre el 206 a.C. y 220 d.C. hasta los 30.000 euros por una figura esculpida en piedra arenisca roja de la diosa elefante Ganesha, procedente de la India, del siglo VIII a.C.