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18 marzo 2024

Cómo decorar combinando mueble antiguo y moderno

Autor
Daniel Alvarado Santiago y Ada Ji Azuaga Carretero
Tiempo de lectura
8 min.
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Aprende a decorar tu hogar combinando muebles y objetos antiguos y modernos y dota a tus espacios personales de una destacada personalidad.

Aprende y juega a combinar tus muebles

La combinación de muebles antiguos y modernos puede originar una mezcla única de encanto antiguo y sofisticación contemporánea. Con el paso del tiempo, el arte ha ido conquistando todos los espacios domésticos. Tanto diseñadores, como artistas y arquitectos incluyen en sus producciones bienes artísticos y de colección con el objetivo de aportar un aspecto de diseño más personal, sofisticado y cálido a estos espacios.

En la actualidad, no son pocos los coleccionistas y amantes del arte que decoran sus hogares con piezas originales adquiridas en ferias de arte, negocios de anticuario y almoneda o galerías, pero también con reproducciones fidedignas de las grandes obras de la historia del arte. De esta manera, el arte sale de los espacios museísticos para formar parte de la decoración habitual de nuestros hogares y reflejar nuestra personalidad, estilo y carácter a los demás a partir de aquel artista o corriente artística con el que hayamos conectado profundamente.  

Una breve introducción al mueble

El sector de las antigüedades se caracteriza por tener en el mueble antiguo uno de los volúmenes de negocio más preponderantes del sector al tratarse de piezas realizadas con materiales de una gran calidad mediante técnicas de trabajo artesanales, perdidas en muchas ocasiones en el transcurso del tiempo, y con elementos ornamentales únicos. En cuanto a sus parámetros estilísticos, estos son tan extensos como las propias tendencias artísticas que encontramos a lo largo de la historia del arte, fluctuando según la evolución del gusto y la moda del momento en una retroalimentación directa entre ambos.

Aunque la historia del mueble es casi tan antigua como la civilización, su recorrido como bien de colección comienza principalmente a partir de su desarrollo en el Gótico flamígero del siglo XV, aunque no es hasta el Renacimiento italiano cuando encontramos un interés por lo ornamental y la estética de las piezas. De este modo, en el mercado internacional del arte encontramos numerosos ejemplos desde el siglo XVII en adelante.

En el mercado español, el mueble de origen inglés goza de un destacado éxito, tanto en casas de subastas como en ferias, debido a su relación calidad-precio. Asimismo, prevalece el interés coleccionista por el mueble francés estilo Imperio y los estilos generados durante los reinados de Luis XIII y XIV.  En cuanto al mobiliario popular español, este suele aparecer con mayor frecuencia en subastas a través de pequeños objetos, y no tanto de mesas, bargueños y gabinetes. Estos últimos se utilizaban para almacenar y exhibir objetos de gran valor presentes en el hogar, situándose en estancias de recepción.

Por su parte, el mueble moderno, surgido a raíz del desarrollo profesional del diseño valiéndose de las nuevas vanguardias del siglo XX, se caracteriza por una férrea unión entre funcionalidad y diseño para hogares y espacios más reducidos como son los actuales. Durante los comienzos del siglo pasado, el Movimiento Moderno en torno al diseño y la arquitectura se denominó también como Estilo Internacional, participando en ello nombres tan destacados como Le Corbusier, Charlotte Perriand, Pierre Jeanneret, Lily Reich, Eileen Gray o Charles Mackintosh, entre otros, cuya influencia sigue vigente en los gustos actuales de los coleccionistas y en el desarrollo del diseño por parte de diseñadores contemporáneos y emergentes.

La importancia del color

De la misma manera que combinamos nuestros muebles para que se produzca una sensación armónica a nuestro alrededor, también debemos tener esta idea como base a la hora de escoger los colores, al ser ellos los que acabarán por definir la personalidad de nuestro hogar. El color en sí mismo, es un constructo científico, pero que aplicado al diseño de interiores se transforma en una forma de lenguaje no verbal y que acabará influyendo en tu estancia y en la de aquellos que te visiten.

Si bien es cierto que los colores están íntimamente ligados a los gustos de cada persona, existe un pensamiento generalizado en donde cada color, según su naturaleza, puede suscitar una emoción o una sensación distinta. Por esta cuestión, será importante nuestra elección cromática para hacer de nuestro hogar el primer lugar en el que queramos estar.

En primer lugar, tendremos que jugar con el espacio y con la ubicación de nuestras habitaciones, valiéndonos de tres tipos de colores: los principales, los secundarios y los de acento. Los del primer tipo se aplican mayoritariamente en las paredes, techos y suelos, caracterizados por ser los colores neutros que acabarán por conformar los extras de tonalidad del resto.

El segundo tipo, los secundarios, se aplican en el mobiliario de la estancia (sofás, mesas, estanterías) y, de lo contrario al primero, éstos poseerán colores más llamativos, pero no tanto como los colores de acento, que destacarán especialmente en accesorios como los cojines, alfombras y jarrones, en accesorios móviles muchos más fáciles de intercambiar y sustituir. De este modo, el color nos ayuda a crear un foco de interés en aquellos elementos que queremos destacar y así favorecer la interacción entre las estancias, mobiliario y complementos.

Pese al auge de los últimos años, el diseño de interiores ha sido un carácter constante a lo largo de la historia debido a que hay multitud de colores y modalidades decorativas que han sido seña de identificación de un periodo histórico o movimiento artístico. Por simple cambio de modas, estos difieren de los movimientos contemporáneos, por lo que, a la hora de combinar mobiliarios de diferente índole cronológica, deberemos contar con que habrá que armonizar sus características con las variables más actuales: quién habita ese espacio, la iluminación que posee y las dimensiones que cuenta.

La clave está en elegir el espacio idóneo

Seleccionar el espacio perfecto es una tarea complicada, pero llena de posibilidades para sacar el máximo potencial a tu hogar. Un ejemplo perfecto puede ser a través de la integración y combinación de diversos estampados y texturas, como tapices, alfombras y cortinas con las que poder añadir al mismo tiempo profundidad. Los muebles y objetos antiguos, con más de 100 años, suelen contener características únicas que les permiten resaltar frente a otro tipo de objetos más estandarizados. Por su parte, las líneas rectas de los muebles modernos contrastan y conjugan a la perfección con el lenguaje propio y único de las antigüedades.

Un mueble de corte clásico puede funcionar como punto central de un determinado espacio, apoyándose a su vez de elementos externos de estilo moderno que puedan ir integrándose y estableciendo un diálogo armónico. O un gabinete antiguo puede servir a su vez como mueble bar o como soporte para televisores y equipos de música modernos y vintage.  Asimismo, a través de muebles pequeños, como aparadores o sillones, y objetos decorativos podemos crear pequeños espacios con encanto que transmitan comodidad y calidez.

A la hora de situar un mueble antiguo, especialmente aquellos con maderas de tonalidades oscuras, debemos tener en cuenta el ubicarlos dentro de espacios iluminados y luminosos para que estos no queden anticuados ni recargados ante la posible falta de luz. De igual manera, debemos equilibrar a partir de texturas, estilos y materiales, si el mueble es de madera, puede ser interesante combinarlo con otras piezas de otros materiales como el metal, el cristal o el textil, tanto antiguas como modernas.

Por otro lado, agrupar piezas y objetos, como platos o jarrones antiguos, en torno a pequeñas colecciones puede ayudarnos a que su esencia esté presente en todos los rincones posibles de nuestro hogar. Los motivos florales de tipo modern vintage, en tendencia en los últimos años junto a los motivos geométricos y psicodélicos procedentes de los años 60 y 70, nos permiten también una combinación fácil, divertida y vistosa que juega a la perfección desde lo retro con los colores sólidos y elegantes habituales en los muebles modernos.

En cualquier caso, lo más importante es impregnar de tu propio estilo y gusto tus espacios, en un diálogo perfecto, integrador y original entre diferentes cronologías, entre el lenguaje antiguo y moderno de tus objetos.  

Daniel Alvarado Santiago y Ada Ji Azuaga Carretero