Proteger vidas, una de las muchas aplicaciones de la impresión en 3D
La utilidad de las impresoras en tres dimensiones está llegando a campos inimaginables hace unos años. Ya han ayudado en estos últimos meses a proteger vidas contra el coronavirus. Incluso piezas creadas por este sistema forman ya parte del complejo engranaje de los aviones.
IMPRESORAS QUE LUCHAN CONTRA EL CORONAVIRUS
La impresión en tres dimensiones tiene también mucho que decir en la crisis sanitaria actual. En concreto, ya se ha probado su repercusión positiva en áreas como la medicina personalizada de precisión, entre muchas otras.
Por ejemplo, en la Unidad de Medicina y Cirugía Experimental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón se produjeron más de 12.000 componentes en 3D durante los primeros meses de la pandemia, de acuerdo con datos hechos públicos por esta entidad.
Los componentes construidos han sido varios: ventiladores mecánicos de emergencia, conectores, viseras de protección personal o componentes de circuitos de ventilación mecánica, entre otros.
Es decir, toda una serie de aportaciones que ayudan a proteger y salvar vidas. Una función que casi parecía de ciencia ficción cuando la impresión en tres dimensiones daba sus primeros pasos y que ahora es una realidad tangible y medible. Y lo que es más importante: ayuda a salvar vidas.