ITC y Aimplas desarrollan envases sostenibles para las tintas de decoración cerámica
El objetivo es reducir el impacto medioambiental que producen los más de dos millones de recipientes de plástico que se utilizan al año
La decoración de baldosas cerámicas mediante la tecnología digital de esmaltes y tintas por inyección (Inkjet) ha crecido exponencialmente en la industria cerámica por sus múltiples e importantes ventajas a lo largo de la última década. Sin embargo, esta nueva tecnología también conllevan algún inconveniente que el proyecto EcoFILLink, coordinado por el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE) con la participación del Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), trata de resolver.
El objetivo del proyecto es reducir el impacto ambiental generado por los envases de plástico de tintas Inkjet utilizadas para la decoración digital de baldosas cerámicas. Y es que en España se consumen más de 2 millones de envases de tintas cerámicas Inkjet en la etapa de la decoración cerámica que se distribuyen en envases de cinco kilos, un tamaño pequeño condicionado a las necesidades específicas de comercialización: por ejemplo, que puedan almacenarse con facilidad y sea factible su transferencia a lo largo de las líneas de producción, que resulte fácil agitarlas manualmente para evitar el sedimento antes de ser incorporadas a la impresora y que mientras tanto sigan manteniendo sus propiedades físicas y químicas estables y sin envejecimiento prematuro de las suspensiones. También se requiere que exista una facilidad de gestión y control del stock de la tinta disponible y la cantidad consumida. Por tanto, resulta necesario, por ejemplo, contar con un espacio amplio adecuado para el almacenamiento de envases para su rellenado en las fábricas de tintas Inkjet y en las de baldosas.
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Este formato de envasado produce 500 toneladas de residuos que hay que tratar y que generan unos elevados costes, así como inconvenientes y dificultades en los procesos de gestión y tratamiento. Además, el diseño actual del envase de las tintas retiene un 5% de las mismas después del vaciado, lo que se traduce en pérdidas de alrededor de 36 millones de euros, y su reciclado no es habitual debido a la baja calidad del material secundario y a la baja rentabilidad de las técnicas de reciclaje convencionales.
El proyecto EcoFILLink, propone un rediseño de los envases que se ha abordado desde Aimplas con el diseño de nuevas geometrías con el objetivo de mejorar el flujo de vaciado, minimizando los huecos y hendiduras que puedan propiciar que se retenga la tinta en la posición correspondiente. Este centro tecnológico también está trabajando en el desarrollo de un molde semiindustrial con una empresa valenciana líder en el sector del packaging para llevar a cabo tiradas cortas con diferentes proporciones de contenido en reciclado, además de gestionar los ensayos que se deben realizar para garantizar la reutilización, transporte y almacenamiento de estos nuevos envases ecodiseñados.
Aimplas también está trabajando en procesos de reciclado mecánico para mejorar la calidad del material secundario y reducir al máximo los inconvenientes técnicos de este proceso, mientras que desde ITC-AICE se avanza para recuperar tintas, distintos elementos y las aguas residuales generados en la limpieza de los envases para su reutilización y durante el proceso de reciclado.
FUENTE: Levante