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10 octubre 2014

Presente y futuro de la Educación en España: la comunidad educativa opina

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¿Cómo es actualmente la enseñanza en nuestro país? ¿De qué manera debería ser dentro de seis años? ¿Qué papel juega la tecnología? Como acción previa a la mesa redonda que GlobalNet Solutions y EducaNet-IesFácil organizarán durante SIMO Educación (pabellón 6, estands D18 y E17 ) con el título “Hay que revolucionar la Educación en España”, hemos trasladado estas y otras preguntas a un profesor, un director de colegio, una madre, al presidente de una asociación y al director general de una plataforma educativa para tener una visión completa de un tema tan importante como la formación de nuestros hijos.

El tema del estand que tienen GlobalNet Solutions y EducaNet-IesFácil en SIMO Educación es el Aula del futuro y para hablar de ella, nada mejor que averiguar la opinión que tienen sobre la enseñanza actual y la de 2020 todos los implicados.

Una visión 360º de la tecnología en los centros educativos y su función actual.

Gabriel Álvarez, como profesor técnico de Equipos Electrónicos, responsable TIC de centro en el proyecto de innovación Tecnológica del IES Salvador Allende y formador de cursos Moodle, además de asesor de EducaNet-IesFácil, considera que las TIC son importantes en el aula porque “las nuevas generaciones han vivido su infancia entre ordenadores y juegos que estimulaban su afán por alcanzar retos y conocer nuevas pantallas”. Por lo tanto, el profesor “debe adaptarse a las inquietudes de conocer del alumnado y debe de ser el alumno aventajado que va a guiar en la selecc ión de recursos didácticos que existen, para la formación de los contenidos curriculares a impartir en el aula y enseñar a discriminar todo aquello que pueda ser nocivo en el proceso de aprendizaje”.

En esta misma línea, José Ramiro Martínez, fundador y director general de GlobalNet Solutions Educación, Formación e Innovación, destaca que “los centros educativos deben hablar el mismo idioma que sus alumnos; no debería haber una ruptura entre lo que los jóvenes necesitan y lo que reciben”. Es decir, los colegios no pueden permanecer al margen “no pueden ni deben renunciar a entrar en la Educación 3.0., en el uso de nuevos dispositivos y de contenidos digitales, y en un cambio de modelo educativo que se base en la investigación, en la búsqueda continua de información y en el aprender/haciendo".

Leandro Quevedo, director del Centro Educativo La Amistad de Fuenlabrada, está totalmente de acuerdo con las palabras de José Ramiro y considera que las escuelas han de disponer de las últimas tecnologías, tanto en el aula como en la gestión del centro, porque “son el punto de partida de la transmisión de valores, de contenidos, de iniciativas y llegar a ellos comporta una adecuación a los nuevos tiempos. Un centro educativo es una pequeña ciudad en la que se mezclan enseñanzas y gestión, totalmente integradas e implementar estos conceptos se simplifica con un buen programa que alcance tanto los aspectos inherentes a la propia enseñanza cuanto los de gestión de una empresa educativa”.

Como madre de cuatro hijos, tesorera de la FAPA Giner de los Ríos y miembro del consejo escolar de la Comunidad de Madrid, Arancha Ventura cree que no basta con que los colegios tengan la última tecnología sino que también deben utilizarla, y pone un ejemplo: “nos encontramos con centros que tienen pantallas digitales sin sacar de las cajas por diversos motivos: no ha llegado el dinero para la formación o falta el soporte”. Además, señala, “la comunicación va a depender del centro y del docente. Algunos te facilitan su correo electrónico, trabajan con blogs...”.

Alfonso González, presidente de la Asociación Educación Abierta, opina que más allá de disponer de las últimas tecnologías, “lo importante es que los colegios tengan proyectos educativos capaces de atender las inquietudes de los niños y jóvenes, de ofrecerles una educación personalizada que posibilite el desarrollo de sus capacidades. Lo importante es que los centros tengan claro que tienen que formar a sus alumnos en la competencias que exige la sociedad del siglo XXI”. Sin embargo, afirma Alfonso, “resulta imposible unir aprendizaje competencial y personalizado sin un uso intensivo de la tecnología. La transformación que demanda la sociedad del sistema educativo debe pensarse y ejecutarse desde el conocimiento tecnológico de que disponemos”.

Cómo ayudan las tecnologías aplicadas al aula

Alfonso es rotundo y crítico: “la tecnología puede ayudar en todo, o en nada. Si lo que hacemos es tecnificar las aulas manteniendo los procesos y las lógicas vigentes de la enseñanza, la tecnología entorpecerá el aprendizaje. La mayor parte de las políticas educativas de los últimos 30 años han ido en esta dirección. Los únicos beneficiados han sido los políticos y los vendedores de tecnología. Si escolarizamos la tecnología, si cambiamos los procesos de aprendizaje y de enseñanza y buscamos la personalización y el aprendizaje competencial, entonces las posibilidades que se nos abren con el uso de la tecnología son enormes. La integración del aprendizaje informal y no formal, no es opción, es una consecuencia necesaria del cambio educativo. Sin tecnología no hay cambio, con sólo tecnología sólo hay negocio y manipulación política”.

Arancha, por su parte, destaca que la tecnología motiva al alumno a aprender: “hay chavales que no conectan y les mandas hacer un blog por ejemplo y te das cuenta del talento que tienen. Si conseguimos que se diviertan van aprender mucho más, su mente se abre. Estoy convencida que el profesor también va aprender del alumno con las TIC y eso va a permitir colaborar y compartir”.

Gabriel está de acuerdo. Sabe por experiencia que “una vez creada la estructura de un equipo informático por aula en un centro educativo con acceso a Internet, el abanico de posibilidades se abre exponencialmente”. Y destaca, además, la importancia que tiene para la personalización de la enseñanza con la “posibilidad de aplicar una atención a la diversidad directa a aquellos alumnos que lo necesitan, pero sin tener que exponerlo en clase, enviando tareas y recursos exclusivamente a ellos. Esto permite que los menos aventajados, no se sientan discriminados con el resto de la clase y que, con mayor esfuerzo en casa, coordinado por el profesor, alcanzar el mismo objetivo que el resto de sus compañeros”.

Y también muestra su conformidad José Ramiro: “considero que va a beneficiar la labor docente y la atención del alumnado que va a pasar de una clase más monótona a otra más dinámica, con más opciones. Necesitamos revolucionar la Educación, hacerla más atractiva, más entretenida, más participativa. Los alumnos van a responder mejor a estos nuevos elementos motivadores y el profesorado en cuando se realice el cambio va a experimentar una mejora de comunicación y cercanía con las necesidades que demanda la actual sociedad”.

La evolución del continente...

Es por ello que el Centro Educativo La Amistad, donde Leandro es director, “ha hecho una apuesta decidida por cambiar el modelo tradicional de enseñanza y de gestión, asumiendo un giro hacia las nuevas tecnologías, sabiendo que ello comporta un esfuerzo de actualización por parte de los profesionales y una inversión económica adicional”.

De hecho, según José Ramiro, “disponemos de herramientas que ayudan a gestionar un centro educativo desde su parte administrativa y de gestión”. Y no solo las escuelas, los padres disponen de aplicaciones y de webs “donde pueden ver desde cualquier dispositivo el día a día de su hijo (faltas, notas, comedor, deberes, tutorías, …)”. Asimismo, los profesores tienen la posibilidad de “introducir los datos de los niños y también disponer de espacios para la creación de contenidos que puede compartir con sus alumnos. Disponen de una base de datos de contenidos educativos en todas las materias para utilizar como herramienta de apoyo a la hora de impartir las clases”.

Lo que está claro para Arancha es que la tecnología es un medio y no un fin, ya que “hemos de tener todos muy claro que el uso de la tecnología debe tener el peso en la escuela, si lo llevamos a la casa potenciaremos las desigualdades, ya que los recursos no son los mismos”.

La tesorera de la FAPA también apuesta por la formación del profesorado, algo en lo que incide Gabriel al afirmar que “en los últimos meses han aparecido nuevos dispositivos móviles que nos permiten la conexión permanente a las redes sociales y al mundo que nos rodea. Si utilizamos correctamente este nuevo estilo de vida, podremos alcanzar metas con mayor facilidad”. Y añade que “el software y hardware están mejorando día a día. Los profesores somos un factor muy importante en una sociedad moderna, y debemos de evolucionar de la mano de las TIC”.

El presidente de la Asociación Educación Abierta, igual que Gabriel, apuesta por la evolución para poder educar “para un futuro que sabemos es imposible describir con una mínima precisión a día de hoy. El mundo analógico y digital no son realidades alternativas, son una realidad única que es en la que vivimos. La educación tiene que formar a ciudadanos digitales, para ello es esencial que la alfabetización tecnológica forme parte del proceso de aprendizaje. Tenemos que aprender cómo vivimos y vivimos en un mundo que también es digital”.

… y la del contenido.

“Los contenidos educativos pueden llegar al alumnado en formato analógico o digital. Considero que debe llevarse a cabo una transición progresiva entre ambas, al igual que ha pasado en otros sectores, que permita al profesorado estudiar todas las opciones, elegir aquella en la cual se sienta más cómoda y a su vez que venga mejor para sus alumnos. No es cuestión de sustituir o que es mejor o peor, es adaptarse poco a poco a las tendencias del siglo XXI”, explica José Ramiro.

En este punto, Alfonso González cree, al igual que el director de GlobalNet Solutions, que “el papel no va a desaparecer nunca de los procesos de lectura ni de aprendizaje, como los contenidos digitales ya forman parte ineludible de ellos, a todos los niveles y en todos los ámbitos”. Le parece obvio que “el aula ha perdido la exclusividad como espacio de aprendizaje, pero, a cambio, la educación ha ganado el aula como lugar inclusión”.

Y concluye explicando que “en este entorno la procedencia de los contenidos educativos se va a fragmentar y se va a sofisticar. Los canales de adquisición de los contenidos educativos se van a diversificar enormemente. La desintermediación correrá en paralelo a concentración, como ha sucedido en otros sectores, y es aquí en donde el papel del maestro adquiere una importancia nunca vista antes. La fuerza que impulse la transformación de la educación no puede ser la expectativa de negocio de las empresas tecnológicas”.

Gabriel está de acuerdo. Piensa que aunque las editoriales tienen mucho que decir, el profesor está “cada vez más motivado en compartir sus recursos y experiencias con el resto de docentes. Esto está creando un nuevo sistema de formación y una duda sobre la necesidad de disponer del libro o no. Ya son muchos profesores que tienen creadas sus aulas virtuales con contenidos curriculares y los mejoran cada año con los recursos compartidos con otros compañeros de su especialidad”. Algo en lo que abunda Leandro, al confirmar que su centro educativo “ya trabaja con aulas virtuales y con recursos elaborados por profesores”.

Arancha Ventura, como madre, sabe que es así pero incide en un punto importante: “no debemos basar la tecnología en la evaluación del alumnado sino en que aprenda. Además es necesario autoevaluarnos todos: administración, profesorado, familias, alumnado...”.

El aula del futuro: estamos en 2020.

Los colegios estarán totalmente digitalizados y las “nuevas tecnologías integrarán y cohesionarán las enseñanzas y las gestiones”. Así lo cree Leandro Quevedo, que añade “veo un futuro con tabletas, ordenadores más inteligentes y potentes y, sobre todo, profesionales muy preparados para el cambio”.

En la misma línea se muestra José Ramiro Martínez, director de GlobalNet Solutions, para el que “el aula del futuro va a ser muy interactiva, donde el alumno va a ganar protagonismo. Dispondrá de herramientas para la investigación al segundo, lo que le va a enriquecer su conocimiento en su día a día. El profesor va a ser el director de orquesta el que marque el rumbo en cada momento. El cambio tecnológico en Educación es irreversible y a la vez necesario. Debe hacerse antes que después, mejor hoy que mañana”.

Y qué opina el profesor. Gabriel Álvarez piensa que “las mesas de las aulas tendrán pantalla táctil, interconectadas con el resto de dispositivos de la clase. Se proyectarán imágenes 3D en realidad aumentada y las conexiones serán tan rápidas que conectaremos con los equipos remotos de forma instantánea”. Y, por supuesto, las Google Glass estarán “mejoradas y serán una herramienta más para el docente”. No obstante, avisa de que “las tecnologías no tendrán valor didáctico, si el profesorado no está al nivel suficiente de manejo para poder dirigir a sus alumnos con los correctos recursos y el buen hacer en clase”.

Alfonso González añade otra amenaza que “puede afectar gravemente a la convivencia; la fractura social entre los que piensan y saben hacer con la tecnología, y aquellos, que solemos llamar nativos digitales, que simplemente la usan. Hay que reaccionar, y hay que hacerlo ahora, transformando el sistema educativo. Nuestra realidad educativa siempre ha estado por encima de nuestras leyes. Y ahora no puede ser menos, es una responsabilidad que afecta a toda la sociedad”.

Una vez dado el aviso, al presidente de Educación Abierta le gustaría que, dentro de seis años, el colegio “favorezca el aprendizaje en todo lugar y en todo momento. Una escuela que promueva la alfabetización múltiple de los alumnos, su creatividad, el aprendizaje colaborativo, unido a lo que es realmente significativo para los alumnos, y que lo haga desde la experiencia. Una escuela que impulse la capacidad crítica para crear un futuro que se nos presenta terriblemente incierto en temas como tan críticos como la sostenibilidad medio ambiental, el respeto a la dignidad humana o las desigualdades y la pobreza. Una escuela que integrara a toda la sociedad en un proyecto educativo compartido. Es la educación quien nos va a llevar ese mundo que desconocemos”.

“Seguro que lo que nos encontraremos en unos años si lo pensamos ahora nos parecerá inverosímil. Igual que no me imagino una autopista llena de seiscientos o de 1500, no me imagino un aula como las de ahora”, opina Arancha Ventura, de la FAPA Giner de los Ríos, y termina previendo que “al igual que el mundo se transforma, se tiene que transformar la manera de aprender y lo deseable es que no hablemos solo de aula como lugar de aprendizaje porque con las TIC vamos a poder aprender estemos donde estemos y en cualquier momento”.