La fruticultura brasileña puede ir mucho más allá de exportar US$ 1.000 millones, afirma experto.

La fruticultura brasileña puede ir mucho más allá de exportar US$ 1.000 millones, afirma experto.

No hay absolutamente ninguna razón para que el sector frutícola se mantenga en esa cifra dentro de un universo de exportaciones agrícolas que ya supera los US$ 160 mil millones, afirma Marcos Jank, de Agro Insper Global.

La fruticultura brasileña tiene un enorme potencial para superar con creces la modesta exportación de tan solo US$1.000 millones en 2024, afirmó el profesor Marcos Jank, coordinador del centro Insper Agro Global de la institución educativa, en una conferencia en Fruit Attraction São Paulo 2025 (https://www.ifema.es/fruit-attraction-sao-paulo), que se celebra hasta este jueves (27) en la SP Expo, en la capital paulista. «No hay razón alguna para que el sector frutícola se quede solo en esta cifra en un universo de envíos agrícolas que ya supera los US$160.000 millones anuales», señaló.

Según Jank, la agenda de la administración Trump [Estados Unidos] de involucrarse en una guerra comercial arancelaria con varios países, en particular con China, muestra que el comercio internacional, incluido el agrícola, se encamina hacia un escenario mucho más anclado en criterios geopolíticos que en negociaciones basadas en los fundamentos del mercado. "Sin embargo, en cierto modo, en este momento, este escenario podría ser favorable para la fruticultura brasileña, por ejemplo, debido a las barreras impuestas por la Casa Blanca a México. Anualmente, Estados Unidos importa aproximadamente US$1,45 mil millones en frutas y verduras".

Según el experto, la fruticultura brasileña puede y debe expandirse a otros mercados, más allá de Estados Unidos y, especialmente, de Europa, buscando también oportunidades en Asia y Oriente Medio, tal como lo han hecho otras cadenas productivas del sector agrícola nacional. «El sector frutícola puede aprender de otros segmentos, como los cereales, el café, la carne y el algodón, entre otros».

Además, según Jank, además del desafío de abrir mercados, que se ve obstaculizado por el desconocimiento internacional sobre las frutas brasileñas y las medidas proteccionistas, la logística también representa un obstáculo, ya que las frutas son productos perecederos. En este sentido, concluyó, se deben realizar esfuerzos para ampliar las rutas aéreas, por ejemplo, y adoptar tecnologías que prolonguen la vida útil de los productos.

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